domingo, 12 de mayo de 2019

Jesús, salvador (El nombre de Jesús - y XIV)

El nombre de Jesús es constante dulzura y misericordia para el alma creyente. La liturgia, muchas veces influida por la devoción popular, introdujo el "dulce nombre Jesús" como memoria o como una Misa votiva. Sus textos nos llevan a la contemplación, llena de amor, del nombre de Jesús, de su Persona misma.




Consideremos, entonces, las peticiones que en la oración litúrgica le pedimos a Dios Padre en la Misa votiva del Santísimo Nombre de Jesús, ya que el contacto real con Jesús y su salvación se da en la oración y en los sacramentos:

Al venerar el santísimo nombre de Jesús, te rogamos, Señor,
que, después de gustar su dulzura en este mundo, recibamos en el cielo los gozos eternos (Oración colecta).

Padre todopoderoso, acepta complacido las ofrendas que te presentamos en nombre de Cristo,
pues sabemos, por su promesa,
que cuanto pidamos en su nombre nos será concedido (Oración sobre las ofrendas).

Concédenos, Señor,
venerar dignamente en estos santos misterios a Jesús, el Señor,
en cuyo nombre quieres que toda rodilla se doble
y todos los hombres alcancen la salvación (Oración de Postcomunión).


Deliciosas son las preces de Laudes del día 3 de enero, invocando directamente a "Jesús":

- Oh Jesús, Hijo del Dios vivo, esplendor del Padre, luz increada, rey de la gloria, sol de justicia e Hijo de la Virgen María, ilumina con la luz de tu encarnación el día que ahora empezamos.
- Oh Jesús, maravilla de Consejero, Dios fuerte, Padre perpetuo, Príncipe de la Paz, haz que los ejemplos de tu humanidad santa sean norma para nuestra vida. 
- Oh Jesús, todopoderoso y paciente, humilde de corazón y obediente, manifiesta a todos los hombres el poder de la humildad. 
- Oh Jesús, padre de los pobres, gloria de los fieles, pastor bueno, luz indeficiente, Sabiduría y bondad inmensa, camino y vida para todos, concede a tu Iglesia el espíritu de pobreza.

El mismo sabor tierno y afectivo, pero teológico a la vez, poseen las preces de las I Vísperas de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús:

-Oh Jesús, que quisiste ser traspasado por la lanza para que de tu costado abierto, al brotar el agua y la sangre, naciera tu esposa la Iglesia, haz que esta Iglesia sea siempre santa e inmaculada.  

-Jesús, templo santo de Dios, destruido por los hombres y levantado nuevamente por el Padre dígnate hacer de la Iglesia morada del Altísimo.  

-Jesús, rey y centro de todos los corazones, que con amor eterno nos amas y nos atraes con misericordia, renueva tu alianza con todos los hombres. 

-Jesús, paz y reconciliación nuestra, alivio de los que están cansados y descanso de los que se sienten agobiados atrae hacia ti a los pecadores.  

-Jesús, que por tu amor desbordante te rebajaste hasta someterte incluso a la muerte y una muerte de cruz, llama a los fieles difuntos a la resurrección.

E igualmente las preces de las Laudes de dicha solemnidad:

-Jesús, Señor nuestro, en quien habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, haz que participemos de tu naturaleza divina.  

-Jesús, único maestro, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduria y del conocimiento, danos, mediante la Iglesia, el conocimiento de la multiforme sabiduría de Dios.  

-Jesús, Hijo de Dios, en quien el Padre se complace enséñanos a escuchar con perseverancia tu palabra.  
-Jesús, hermano nuestro, de cuya plenitud todos hemos recibido concédenos la abundancia de tu gracia y de tu verdad.  

-Jesús, salvador nuestro, fuente de vida y de santidad, haz que seamos santos e irreprochables por el amor. 

 Jesús es el bendito nombre humano del Hijo de Dios encarnado. A Él podemos acudir e invocar y deleitarnos en la contemplación de su Nombre.

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