Un
gesto litúrgico, no muy frecuente, es la insuflatio, es decir, el hecho de
soplar.
Lo
hallamos en la consagración del santo crisma, en la Misa crismal y en los ritos
del catecumenado.
En la
consagración del santo crisma
Muy del gusto y estilo franco-germánico en la
liturgia, se introdujo la insuflación sobre el óleo crismal en primer lugar, y
tiempo después, una oración de exorcismo antes de proceder a la plegaria de
consagración. Son uno de los pocos ritos litúrgicos que realiza el obispo en el
momento de preparación del crisma.
La primera mención de la insuflatio
la hallamos en el OR XXIV, 18: “antes de bendecirlo, insufla y sopla tres veces
en la ampolla”. También en el OR XXVIII, 21: “antes de que la bendiga, sopla
tres veces en la ampolla”. El OR XXX B, 19, añade a la insuflatio un nuevo
detalle ritual: “haciendo la cruz sobre ella [la ampolla crismal] diciendo: In
nomine patris et filii…” El soplo, por tres veces como hasta ahora, se realiza
en forma de cruz. El OR XXXI, 25, ignora sin embargo ese uso y sólo prescribe
soplar tres veces sobre la ampolla del óleo crismal.