sábado, 28 de septiembre de 2024

Las procesiones (Ritos y gestos - XII) y 3ª parte



Procesiones en las celebraciones sacramentales

            La liturgia ni mucho menos es estática, todos sentados y clavados en sus sitios, sino que implica también movimiento. Y esto lo vemos también en las celebraciones sacramentales de la Iglesia cuando no se reduce su expresividad ni se simplifica su desarrollo litúrgico.


            -La Iniciación cristiana de adultos conlleva dos procesiones, de ida y de vuelta del baptisterio que para desarrollar allí la acción sacramental, y, una vez concluida, volver al altar, uniéndose a los fieles.

            En la Vigilia pascual, tras la homilía, se organiza la procesión al baptisterio: primero un acólito llevando el cirio pascual, luego los catecúmenos con sus padrinos, después los diáconos, los concelebrantes y el Obispo, mientras se canta la letanía de los santos (CE 358-359).

            Terminados los sacramentos, regresan igualmente en procesión, los neófitos vestidos de blanco con los cirios encendidos (o los padrinos de los niños con los cirios, en el caso de párvulos) mientras se entona un cántico bautismal (CE 366).

lunes, 2 de septiembre de 2024

Las procesiones (Ritos y gestos - XII), 2ª parte



Al hilo del año litúrgico

            La liturgia a lo largo del año litúrgico incluye distintas procesiones en algunos ritos concretos.




           -El 2 de febrero, celebrando la Presentación del Señor, se bendicen las candelas o velas encendidas en el atrio o entrada de la iglesia, y luego, cantando: “Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”, se avanza en procesión hasta el altar, continuando la Misa con el canto del Gloria. En esa procesión se aclama a Cristo-Luz, realizando ritualmente lo que Simeón, el anciano, proclamó de nuestro Señor.


            -En la Cuaresma era tradicional en el uso romano la statio. Los fieles con el Papa se congregaban en una basílica –sobre la hora de Nona- e iban cantando las letanías de los santos hasta llegar al punto de llegada, la basílica donde se realizaba la statio, la Misa con el Papa.

            “La importancia dada a la Cuaresma por la Iglesia tuvo en Roma un particular relieve en el solemne oficio estacional, celebrado cada día de la cuarentena y de la sucesiva semana de Pascua, cuyo conjunto constituye una de las más admirables creaciones de la liturgia latina” (Righetti, I, p. 747). En los misales manuales antiguos de los fieles, se ve cómo el Misal de S. Pío V recuerda esta práctica al encabezar cada misa con el sitio en que se celebraba: “Estación en…”

            La procesión para la Misa estacional se tenía el lunes, miércoles y viernes, y desde el tiempo de Carlomagno, también el sábado. Así lo declara el Ordo Romanus I.