martes, 19 de marzo de 2013

Las cuatro noches (mirando a la Pascua)

Hay tradiciones bíblicas y junto a ellas, además, tradiciones rabínicas, que influyeron decisivamente en la teología cristiana y en la forma de vivir el año litúrgico que se iba formando.

De cara a la Pascua, el Poema de las cuatro noches señala la acción de Dios en cuatro noches salvíficas, en cuatro noches de especiales intervenciones de Dios.

1. La primera noche es la de la creación: "pasó una tarde, pasó una noche... el día primero", que siendo el inicio de la salvación, es proclamada en la Vigilia pascual. Se recuerda la creación primera viendo la nueva creación que el Resucitado va a realizar, que ya comienza, y cuyo signo y anticipación son los sacramentos.

2. La segunda noche es aquella en la que Dios se revela a Abraham con una promesa.

3. La tercera noche es la noche de la salvación, de la liberación de Egipto, la noche de Pascua. Ésta será recordada en la tercera de las lecturas de la Vigilia pascual.

4. Pero la cuarta noche, que Israel espera aún porque no ha creído, es la noche de la venida del Mesías. Esta cuarta noche se produce en varios momentos: 
* la noche de su Nacimiento virginal, adorado por pastores;
* la noche de su Resurrección;
* la noche de su Parusía, su venida última y definitiva.

Esa cuarta noche de la venida del Mesías, liberadora y santísima, es relacionada con la Vigilia pascual. En la noche de su resurrección los cristianos aguardaban ese cumplimiento, su venida definitiva. Cuando va a llegar la Vigilia pascual, en la noche santísima de la Resurrección, esperamos el cumplimiento absoluto de la Historia de la Salvación y la venida gloriosa del Señor desde los cielos. Ya lo explicaba así san Jerónimo aludiendo a una tradición.

Interpretemos la Vigilia pascual, hoy, la de Cristo Alfa y Omega, uniéndola a esa perspectiva salvífica. El Poema de las Cuatro noches (un Targum de Ex 12,42, de finales del siglo I) tuvo difusión en el pensamiento cristiano y nos puede servir para recordar realidades básicas del sentido espiritual de la Vigilia pascual, la Cuarta Noche.

"Ésta es la noche predestinada y preparada para la liberación en el nombre de Yahvé, para la salida de los hijos de Israel, liberados de la tierra de Egipto. Cuatro son las noches que han sido inscritas en el Libro de las Memorias:

La primera noche fue aquella en que Yahvé se manifestó en el mundo para crearlo: el mundo estaba desierto y vacío y las tinieblas y cubrían la superficie del abismo. La palabra de Dios era la luz e iluminaba. Y la llamó noche primera.

La segunda noche fue cuando Yahvé se manifestó a Abrahán a la edad de cien años y a Sara su mujer que tenía noventa años, para que se cumpliera lo que dice la Escritura: ¿Será capaz Abrahán de engendrar a la edad de cien años y Sara su mujer será capaz de concebir a la edad de noventa años? Isaac tenía treinta y siete años cuando fue ofrecido en sacrificio sobre el altar; descendieron los cielos y se abajaron, e Isaac vio la perfección y sus ojos permanecieron deslumbrados por sus perfecciones. Y la llamó noche segunda.

La tercera noche fue cuando Yahvé se manifestó contra los Egipcios en medio de la noche; su mano mataba a los primogénitos de los Egipcios y su diestra protegía a los primogénitos de Israel, para cumplir la palabra de la Escritura: Israel es mi primogénito. Y la llamó noche tercera.


La cuarta noche será cuando el mundo, llegado a su fin, será destruido. Los yugos de hierro se harán añicos y las generaciones de la impiedad quedarán destruidas. Entonces Moisés saldrá del desierto... Uno irá a la cabeza de su rebaño y el otro en lo más alto de una nube y su palabra avanzará entre los dos y caminarán juntos.

Es la noche de la Pascua para el nombre de Yahvé: noche fijada y reservada para la salvación de todas las generaciones de Israel".

Entendemos mejor, entonces, la explicación o comentario de san Jerónimo:

“Es una tradición judía que el Cristo debe venir a medianoche, según el modelo de la salida de Egipto, cuando la Pascua es celebrada. De ahí que yo opine que debe conservarse la tradición apostólica de no despedir al pueblo expectante de la venida de Cristo antes de la medianoche de la vigilia pascual” (PL 26, 184).


6 comentarios:

  1. Sugerente la fotografía primera, evoca junto con el texto, profundidad y serenidad - fidelidad en la esperanza.

    Nosotros, recordando las tres primeras noches del Poema del ritual pascual judío, hacemos vida presente las noches del paso del Señor en el nuevo pueblo que también ha sido llamado: la alegre noche de su nacimiento, la oscura noche de su muerte y la esperanzadora noche de su resurrección, esperando su manifestación gloriosa, la Parusía, en la que nos dirá: mira, nuevas hago todas las cosas (idou kaina poio panta).

    En oración ¡Qué Dios les bendiga!

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    1. La primera foto, la luna llena, evocando esa primera luna llena de primavera que marca la fecha pascual...

      Y la noche: quería destacar cómo la conciencia cristiana primitiva unía la noche de la Vigilia pascual con la noche de su Venida gloriosa. Para ellos la Parusía se producirá durante la Vigilia pascual. Y, con esa perspectiva, quería subrayar el aspecto escatológico de la Vigilia pascual.

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  2. La noche a la espera del día eterno. Muchas gracias, Padre, mientras llega el día eterno, siga iluminándonos con sus enseñanzas. Alabado sea DIOS. Sigo rezando. DIOS le bendiga

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    1. Sí, la noche a la espera del día eterno, pero como decía en el comentario anterior: la Tradición identificaba Vigilia pascual-Parusía. ¡Es la noche santísima, de liturgia esplendorosa!

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  3. Buenos días don Javier. Creo que a menudo se olvida la noche de su Parusía; la venida última y definitiva, como la resurrección de los cuerpos y se infantiliza con alitas en el Cielo olvidando que sin cuerpo no somos hombres. Un abrazo.

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    1. ¡Y tanto que sí! Si algunos hablan de la resurrección del alma (que es una contradicción in terminis) y la resurrección del "yo". No, no y no: la carne pero espiritualizada, este cuerpo mío....

      ¡Es la noche de la Vigilia pascual el anuncio del cielo y tierra nuevos, del hombre re-creado, de la Vida que transforma la carne humillada!

      Y en la Vigilia pascual, con ese acento de Parusía, gritamos: Resucitó, ¡Ven, Señor Jesús!

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