Todo apunta ya a su Hora, va llegando la Hora en que va a ser glorificado el Hijo del hombre.
Lunes
V – 18 de marzo:
Los Judíos buscan cualquier palabra
o acción de Cristo para condenarlo, por si se saltaba la ley tal como ellos la
interpretaban. Pero Jesús sale airoso (“el que esté sin pecado…”) descubriéndoles
cómo también ellos han pecado aunque se crean justos.
Martes
V – 19 de marzo:
El gran signo que cura de las
mordeduras del pecado es Jesús elevado en la
Cruz. Ahí muestra su Amor y Misericordia.
Con razón en la liturgia del Viernes Santo se nos mostrará la Cruz, diciendo: “Mirad el
árbol de la Cruz,
donde estuvo clavada la salvación del mundo – Venid a adorarlo”.
Al proclamar Jesús su divinidad (“Yo
salí de Dios”) y descubrir la ceguera de los Judíos, aumenta la tensión. Jesús
se les hace insoportable porque les descubre su esclavitud y su pecado.
Jueves
V – 21 de marzo:
Continúa el evangelio de ayer: Jesús
existía antes que Abrahán porque es Dios. Esta nueva proclamación de su
divinidad los exaspera. Más aún: el mismo Abrahán esperaba el Día de Jesús, su
Gloria, pero los que se creen hijos de Abrahán rechazan a Cristo.
Viernes
V – 22 de marzo:
Llegan a tal extremo que incluso
quisieron cogerlo ya, pero Jesús se escabulló. Algunos sí creyeron en Él; otros
han decidido acabar con Él. El Justo va a ser entregado en manos de los impíos,
como estaba profetizado.
Sábado
V – 23 de marzo:
Sin saberlo ni pretenderlo, Caifás
acierta: uno debe morir por el pueblo, por todos. Así se logra la Redención. Su muerte y su
resurrección serán factor de unidad: reunirá a los hijos de Dios dispersos en
un solo pueblo, la Iglesia. Lo
comprobaremos cuando renazcan en el Bautismo durante la Vigilia pascual.
Muchas gracias, Padre, por su foto y por sus comentarios. Un recorrido tenso, cada vez más, que termina en la Caridad.
ResponderEliminarSigo rezando.
Abrazos en CRISTO. DIOS le bendiga
Nada que agradecer, Antonio Sebastián.
EliminarTodo termina en la Caridad en sentido teologal: todo desemboca en Dios-Amor y de Dios-Amor por su Espíritu es como podemos amar.
No vaya a ser que lo confundamos todo con meros sentimientos...
Un saludo cordial