lunes, 25 de junio de 2018

Notas sobre la teología (II)

La teología, con su carácter esponsal -pues conduce a Cristo Esposo-, se revela también esponsal respecto al propio teólogo: le reclama por completo, le pide tiempo y paciencia, maduración y sensatez, amor y mucho tiempo tanto de estudio como de contemplación silenciosa.



A veces se califica de "teólogo" a cualquiera, pero habría que clarificar planos distintos:

1) Quien ha cursado estudios de teología con el correspondiente grado académico

2) Quien además ejerce la docencia de alguna/s asignatura/s de teología en un Centro Superior

3) y quien, aparte de lo anterior, es capaz de escribir, publicar, ofreciendo una síntesis teológica, un pensamiento propio y unas aportaciones nuevas, luminosas.

Por eso, teólogos de verdad, en cuanto tales, hay muy pocos, aunque muchos se postulen como "teólogos" para defender más bien su propia ideología. 



Bouyer, teólogo del siglo XX, distinguía entre ser profesor de teología y ser teólogo, propiamente hablando. Lo explicaba así:

"Hay profesores de teología que no son teólogos en absoluto en el sentido de que se limitan pura y simplemente ya sea a exponer el sistema de un teólogo que han elegido, ya sea a ofrecer una exposición histórica del desarrollo de la teología sobre un punto dado a través de toda la tradición. Creo que la tarea del teólogo implica esto pero debe sobre todo ir más allá. El teólogo debe esforzarse por presentar el conjunto de la verdad cristiana en una luz tal como ella misma pueda aparecer como iluminadora de la situación en la que los hombres contemporáneos tomados individualmente y la Iglesia entera se encuentran. Por consiguiente, el teólogo debe ciertamente hacer un esfuerzo constructivo y este esfuerzo no puede hacerlo más que personalmente"

(BOUYER, L., Le métier du théologien, Paris 1979, p. 45).

Sería mejor reservar el calificativo de "teólogo" a quienes están entregados a elaborar una verdadera teología, tal como Bouyer la presenta. Eso es muy distinto de haber cursado asignaturas de teología y es muy distinto, asimismo, de impartir asignaturas. ¡Es algo más la teología!

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