La oración, ¡qué fácil y qué difícil hablar de ella!
Se da por supuesto su necesidad, su importancia radical y fontal en la vida del
cristiano. Incluso se crean escuelas de oración, y se enseñan métodos y
técnicas de oración y es justo reconocer el gran avance que en este campo se ha
ido produciendo.
Se comienza a redescubrir la necesidad de la escucha de la Palabra, de la oración
sálmica y de los procesos de oración contemplativa.
Hemos de dar gracias a Dios porque, afortunadamente,
la oración se está convirtiendo en el humus cristiano, en la base existencial
del peregrinar histórico. Aunque aún queda un gran recorrido por hacer, muchos
avances, muchos tanteos y, también, ciertos fracasos. Pero orar y enseñar a
orar será el gran reto de un cristianismo vivo para que la mentalidad del
pragmatismo y de lo fáctico, que penetra por las fibras del tejido social e
impregna la forma de pensar y vivir de muchos católicos, entre en la dinámica
cristiana de la contemplación, de lo gratuito y festivo, de lo “inútil” como la
cruz, pero que a la larga es lo más necesario, lo más eficaz y lo más útil en
nuestro agitado y turbulento siglo, época de contrastes y de búsquedas de
nuevos terrenos y expresiones culturales.
Igual que la vida misma tiene
diversas fases evolutivas, necesarias, para crecer y ser personas adultas, la
oración avanza por sus diversas fases evolutivas para crecer, desarrollarse y
ser una oración más pura, más madura, más perfecta, desde luego, por obra y
gracia del Espíritu Santo.
Con este proceso, la historia de salvación del orante, sus fases, sus etapas, sus caminos, iremos avanzando en vivir de la oración, en adquirir "el arte de la oración", que decía Juan Pablo II en la Novo millennio ineunte, y que debe ser accesible para todos los bautizados.
Este blog es magnífica oración, los temas, su delicadeza Padre, sus hermosas fotos, todo, ¡todo! es oración.Abrazos fraternos.
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