domingo, 6 de marzo de 2022

El sacrificio de Isaac (II)

¿Qué se ve en Génesis 22?
¿Cuál sería, en primer lugar, el sentido literal del texto?
¿Y adónde nos conduce profética, tipológicamente?



El rechazo de los sacrificios de los niños se explica por las costumbres y votos que se hacían desde antiguo en que se presentaba a Dios o a los dioses el sacrificio humano del hijo mayor o primogénito como la máxima ofrenda a los dioses para obtener una petición. 



Esto fue rechazado por la teología israelita que compone este magnífico relato basado en tradiciones muy anteriores para mostrar que Dios no quiere sacrificios humanos sino, como se irá perfilando poco a poco, la obediencia y el culto del corazón.  

Prohibición de sacrificios humanos que aparece expresamente en Lv 18, 21: "No darás a tus hijos para sacrificarlos a Moloc, ni profanarás el nombre de Dios", sabiendo que Moloc era el dios de los sacrificios humanos. La condena para el que sacrifique a un ser humano a este dios es terrible: "Cualquier hombre, israelita o forastero residente, que sacrifique alguno de sus hijos a Moloc, será castigado con la muerte; el pueblo lo apedreará. Yo castigaré a ese hombre y lo expulsaré de su pueblo" (Lv 20,2-3a).


El rito de ofrecer a los niños en holocausto es de origen cananeo y, como veíamos, reiteradamente prohibido por la legislación israelita[1], y por la crítica profética; así dirá Jeremías: "han construido el túmulo de Tófet, en el valle de Ben-Hinón, para pasar por el fuego a sus hijos e hijas, cosa que yo no les mandé ni se me pasó por la cabeza" (Jer 7,31; cfr. 7,29-8,3).
  
También Oseas: "porque yo quiero amor, no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos" (6,6) y Amós: "me presentáis holocaustos y ofrendas, pero yo no los acepto, ni me complazco en mirar vuestros sacrificios de novillos cebados" (5,22).

 
 El origen cananeo se ve claramente en Jue 11,29-40: Jefté hace voto al Señor de sacrificar -ofrecer- a la primera persona que encuentre de su casa si obtiene la victoria; es su hija la que sale a su encuentro. Se explica esto por el ambiente primitivo -influenciado por las costumbres cananeas- que rodeaban la época de los jueces. Estos votos se encuentran también en paralelos ugaríticos, fenicios y cartagineses.

Tenemos ejemplos de sacrificios humanos en la Escritura realizados por reyes extranjeros, p.e. el rey de Moab ofreció en holocausto a su primogénito (2 R 3,27: "entonces tomó a su hijo primogénito, al que había de sucederle en el trono, y lo ofreció en holocausto sobre la muralla. Este hecho provocó entre los israelitas tal indignación, que levantaron el campamento y volvieron a su tierra").

Este rito de sacrificios humanos se había introducido en Israel, especialmente en Jerusalén, en el quemadero del valle de Ben-Hinnón, (criticado, como veíamos antes, por el profeta Jeremías en 7, 29-8,3).

Así 2 R 16,3: "[Ajaz] hasta hizo pasar por el fuego a su hijo, según las costumbres abominables de las gentes que el Señor había expulsado delante de los israelitas"; "[Manasés] pasó por el fuego a su hijo, practicó la magia..." (2 R 21,6a);


Ciertamente es posible que "el motivo de la sustitución de sacrificios humanos, que fue preocupación constante en Israel podría explicar su origen, basado en antiguas tradiciones"[2].




    [1] Cfr. Lv 20,2; Dt 12,31c; 18,10a.
    [2] AA.VV. Comentario Bíblico S. Jerónimo, p. 98.

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