¿No os ha llamado la atención la oración colecta de hoy? Encierra un contenido que se discute frecuentemente en esos ámbitos sincretistas donde se quiere hacer una mezcolanza de todo para hacer de todas las religiones una sola basada en una ética común de valores; irritará la oración colecta de hoy a todos aquellos, católicos modernistas incluidos, que sólo ven en Jesús a un personaje religioso más, uno entre tantos, tal vez más elevado, pero mero hombre bueno, filósofo.
Rezamos hoy, 31 de diciembre, la siguiente oración colecta:
Dios todopoderoso y eterno,que has establecido el principio y la plenitud de toda religiónen el nacimiento de tu Hijo Jesucristo,te suplicamos nos concedas la gracia de ser contados siempre
entre los miembros vivos de su Cuerpo,porque sólo en él radica la salvación del mundo.Por nuestro Señor Jesucristo.
Habría que subrayar algunos elementos.
Todas las religiones son respetables, y expresan el deseo del hombre por Dios y la búsqueda de Dios. Pero el cristianismo es profundamente original y único. La religión cristiana no parte del deseo del hombre que organice un sistema espiritual y moral para llegar a Dios; el cristianismo es, por el contrario, la búsqueda que Dios mismo hace del hombre para salvarlo y redimirlo y lo hace encarnándose, asumiendo lo nuestro para redimirlo. El cristianismo es Cristo; el cristianismo es Dios buscando al hombre.
Resulta profunda esta expresión de Juan Pablo II para compendiar la novedad del cristianismo:
"El no se limita a hablar « en nombre de Dios » como los profetas, sino que es Dios mismo quien habla en su Verbo eterno hecho carne. Encontramos aquí el punto esencial por el que el cristianismo se diferencia de las otras religiones, en las que desde el principio se ha expresado la búsqueda de Dios por parte del hombre. El cristianismo comienza con la Encarnación del Verbo. Aquí no es sólo el hombre quien busca a Dios, sino que es Dios quien viene en Persona a hablar de sí al hombre y a mostrarle el camino por el cual es posible alcanzarlo. Es lo que proclama el Prólogo del Evangelio de Juan: « A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que estaba en el seno del Padre, El lo ha contado » (1, 18). El Verbo Encarnado es, pues, el cumplimiento del anhelo presente en todas las religiones de la humanidad: este cumplimiento es obra de Dios y va más allá de toda expectativa humana. Es misterio de gracia" (Tertio millennio adveniente, 6).