Lo queramos o no, el cristianismo nos pone en una tesitura irrenunciable: vamos contracorriente.
Lo normal (y es buen síntoma) es que nos miren de forma extraña porque ni somos del mundo ni podemos vivir, pensar y actuar como el mundo. Dicho al revés, si nuestra vida no es provocativa, ¿no será que el cristianismo en nosotros puede ser algo superpuesto que nos lo quitamos según interese? ¿No será porque nos habremos acomodado al mundo? Entonces para unas pocas cosas somos cristianos, y para otras muchas vivimos y opinamos como lo hace todo el mundo.
Pero tengamos claro que ser cristiano es ir contracorriente, y que todo el mundo no nos va ni a entender ni a apoyar, sino por el contrario, se nos intentará ridiculizar o reducir al silencio; se nos pondrán etiquetas ("muy antiguo", "muy recto"...) mientras el mundo que así nos califica gira y gira a velocidad de vértigo devorándolo todo.
El cristiano va contracorriente: su forma de vivir la relación con el dinero no es la de la ambición y aprovecharse de todos, sino que relativiza el dinero; la forma de vivir la sexualidad no es la de la pasión instintiva, la contracepción y el aborto (o la píldora RU-486), sino la santidad del matrimonio y la sexualidad; su forma de divertirse no es la del "botellón", el fin de semana de locura...; su forma de trabajar profesionalmente no es sólo buscar el sueldo y cumplir de forma mediocre, sino la de santificarse en el trabajo aunque los compañeros no lo hagan... ¡Es casi todo al revés! Es ir contracorriente. porque busca y vive según lo verdadero, lo bueno, lo bello y no puede conformarse con menos.
"¿También vosotros queréis marcharos?". Esta inquietante provocación resuena en el corazón y espera de cada uno una respuesta personal. Jesús, de hecho, no se contenta con una pertenencia superficial y formal, no le basta una primera adhesión entusiasta; es necesario, por el contrario, participar durante toda la vida en "su pensar y querer". Seguirle llena el corazón de alegría y san sentido pleno a nuestra existencia, pero comporta dificultades y renuncias, pues con mucha frecuencia hay que ir contra la corriente (Benedicto XVI, Ángelus, 23-agosto-2009).
La fe católica, la adhesión cordial a Cristo, hace nacer en todos un nuevo estilo de vida, una mentalidad nueva, y una afectividad nueva, libre, madura: si hay que nada contra la corriente, no nos faltará la fuerza del Espíritu Santo.
Pero ¡qué peligroso es hoy día el pensar como el mundo! Da tristeza profunda ver a católicos que comulgan el domingo pero luego viven como el mundo: ven el aborto como una ayuda a la mujer y a su promoción, aceptan la eutanasia por misericordia sentimental al enfermo, viven para el dinero, para tener..., aceptan el divorcio como lo más normal del mundo, el uso de la sexualidad es desenfrenado, porque es lo que ven en el mundo... y la fe la dejan en el rincón del sentimiento para los domingos.
Ser cristiano siempre ha sido para los pocos. Aparentar ser cristiano es mucho más fácil. Hay que rogar a Dios para que las apariencias no se conviertan en nuestro objetivo. Si ser cristiano duele un poquito todo los días, es que estamos en camino de serlo.
ResponderEliminarÁnimo con la defensa de la tesis, D. Javier! Seguro que cuando lea este comentario ya ha pasado el trago con honores. Unidos en oración
¡Qué el Señor le bendiga y guarde hoy especialmente, en la defensa de su tesis!
ResponderEliminarUn saludo y una oración, D.Javier.
Paloma
Le doy gracias al Señor, porque aunque estuve floja en la fe, en las prácticas sacramentales y devocionales, el Señor nunca se apartó de mí y me hizo actuar como una cristiana y navegar contracorriente, pese a la adversidad.
ResponderEliminarGracias Señor.
Paloma.
Es cierto, produce una profunda tristeza ver como nosotros mismos, los que nos llamamos católicos, desperdiciamos la buena nueva que Jesús nos regaló. Comprobando nuestro mimetismo con el mundo, surge la pregunta ¿qué hemos hecho? ¿qué estamos haciendo?
ResponderEliminarÁnimo con la tesis, don Javier ¡Qué Dios les bendiga!
El que no esta conmigo esta contra mi,y el que no recoge conmigo desparrama.
ResponderEliminarSer cristianos coherentes, como dice Miserere, duele un poquito, es una lucha cada día. Será buena señal si nos ven distintos,porque nuestro
vivir, es un vivir en Dios, para Dios.
El tema tiene mucho que hablar.
Le doy gracias a Dios por Usted Don Javier.
Me parece un tema Urgente,Extraordinario, que
quizás nos cueste tocar.
Dios les bendiga.
Pues es la pura verdad...y a veces incluso es mas fuerte el combate dentro de la Iglesia....este Combate es dificil porque me tengo que agarrar a la Gracia para no acabar exhausta....cuando me abandono es distinta la cosa...es El el que Nada a esta contracorriente....y siempre llega a Puerto.Pero hay que empezar constantemente, porque como pares...la corriente puede contigo y te arrastra claro está.....La Oración junto a la Cruz es nuestra salvacion para no sucumbir!!
ResponderEliminarMuchas gracias a todos.
ResponderEliminarAyer defendi la tesina ante el tribunal de la Facultad. Vino mi obispo Dm Demetrio a acompaÑarme junto a mi madre y amigos.
Me calificaron con 10, o sea, summa cum laude.
Bendito sea Dios!
Me alegra mucho tan buena calificación,
ResponderEliminarmi sincera enhorabuena, don Javier, le felicito.
Un abrazo
¡Enhorabuena Lic. don Javier!
ResponderEliminar¡Bendito sea Dios!
Gracias a Dios y a su esfuerzo don Javier¡Enhorabuena!
ResponderEliminar¡Enhorabuena don Javier!
ResponderEliminarMe alegro de todo corazón.
Dios le bendiga.
Felicidades por esa tesina D. Javier, ahora a disfrutarla como toca.
ResponderEliminarEsta mañana estaba pensando en una entrada sobre esto en mi blog.Hace dos fines de semana, en una convivencia de educadores de Juniors M.D hablamos del estilo de vida de los cristianos, un estilo de vida basado en el AMOR y en el PERDÓN, a través del cual los demás pueden conocer a Dios mediante nuestro testimonio de vida.
Hicimos una comparación, comparando esto con los conductores. Hay conductores que ante un Stop frenan solamente para cumplir la ley; otros, ante la misma situación, frenan pensando que si no lo hicieran se harían daño a sí mismos y también al resto. Por otro lado están los conductores que convierten el Stop en un ceda el paso, adptando la ley a su medida.
Los primeros son aquellos cristianos que van los domingos a la Eucaristía y comulgan, pero viven como el mundo, lo hacen para cumplir con la tradición, para aparentar. Los segundos es el cristiano que basa su vida en el amor al prójimo y a Dios, que actúa consecuente con su fe, porque sabe que es la mejor opción para su vida y para la del resto. Por último está el cristiano que adapta al fe a sus apetencias, para el que no es necesaria la Eucaristía ni la oración,o para el que el aborto, la eutanasia u otras cosas son favorables si le apetecen que lo sean.
PD: Esta semana me gustaría pediros un favor enorme. Necesito que recéis por el padre de un amigo sacerdote. Hace unas semanas le diagnosticaron un tumor y el jueves se someterá a una delicada operación para extirparlo.Rezar por él y por su familia, la recuperación y la operación serán bastantes duras.
Muchas gracias, un abrazo
Muchas felicidades don Javier por su tesina.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que lo haya acompañado su obispo que, habrá sido para Vd algo casi tan bueno como la estupenda nota que le han dado.
¡¡¡Enhorabuena!!!
Amigos:
ResponderEliminarAcabo de llegar a Palma del Río. Comprenderéis bien que no puedo ni con mi alma, y ya tengo que preparar varios compromisos , empezando por este viernes.
Intentaré contestaros poco a poco.
Sí os tengo que dar las gracias a todos por todo.
Mi amigo Salvador en el blog lexorandies.blogspot.com (siempre recomendable, sabiendo que es específicamente de ciencia litúrgica) escribirá en breve una reseña de la defensa de la tesina y un resumen del contenido. Os avisaré.
Tal vez yo haga algo parecido -incluso con algunas fotos que me hicieron- en este blog. Lo tengo que pensar aún.
Un abrazo. pax! +