La corona de Adviento es un signo más, pero no la panacea y cumbre de
la espiritualidad de Adviento: antes estarían las lecturas bíblicas, los textos
litúrgicos de las oraciones y preces y la presencia de la Virgen María. Tiene
un sentido festivo y pedagógico, marcando la cercanía de la Navidad:
"La colocación de cuatro cirios
sobre una corona de ramos verdes, que es costumbre sobre todo en los países
germánicos y en América del Norte, se ha convertido en un símbolo del Adviento
en los hogares cristianos. La corona de Adviento, cuyas cuatro luces se
encienden progresivamente, domingo tras domingo hasta la solemnidad de Navidad,
es memoria de las diversas etapas de la historia de la salvación antes de
Cristo y símbolo de la luz profética que iba iluminando la noche de la espera,
hasta el amanecer del Sol de la justicia (cf. Mal 3,20; Lc 1,78)"
(Directorio para la piedad popular y la liturgia, n. 98).
Para quien quiera usar
la corona de Adviento le puede ser útil saber lo que indica el
"Bendicional":
1235.
La "Corona de Adviento" o "Corona de las luces de Adviento"
es un signo que expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad. Por
medio de la bendición de la corona se subraya su significado religioso.
1236.
La luz indica el camino, aleja el miedo y favorece la comunión. La luz es un
símbolo de Jesucristo, luz del mundo. El encender, semana tras semana, los
cuatro cirios de la corona muestra la ascensión gradual hacia la plenitud de la
luz de Navidad. El color verde de la corona significa la vida y la esperanza.
1237.
La corona de Adviento es, pues, un símbolo de la esperanza de que la luz y la
vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte. Porque el Hijo de Dios se ha
hecho hombre por nosotros, y con su muerte nos ha dado la verdadera vida.
1241.
La "Corona de Adviento", que se ha instalado en la iglesia, se puede
bendecir al comienzo de la Misa. La bendición se hará después del saludo
inicial, en lugar del acto penitencial.
Prosigue el bendicional
ofreciéndonos el rito para encender la corona de Adviento cada domingo. El
primer domingo de Adviento, al bendecirla, nos presenta una monición
introductoria:
"Hermanos:
Al
comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con que
inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que
Jesucristo es la luz del mundo. Su color verde significa la vida y la
esperanza. La corona de Adviento es, pues, un símbolo de que la luz y la vida
triunfarán sobre las tinieblas y la muerte, porque el Hijo de Dios se ha hecho
hombre y nos ha dado la verdadera vida.
El
encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona debe significar
nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad. Por eso hoy,
primer domingo de Adviento, bendecimos esta corona y encendemos su primer
cirio".
1242. Luego el
ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos extendidas... dice la
oración de bendición:
Oremos.
La
tierra, Señor, se alegra en estos días,
y
tu Iglesia desborda de gozo
ante
tu Hijo, el Señor,
que
se avecina como luz esplendorosa,
para
iluminar a los que yacemos en las tinieblas
de
la ignorancia, del dolor y del pecado.
Lleno
de esperanza en su venida,
tu
pueblo ha preparado esta corona
con
ramos del bosque
y
la ha adornado con luces.
Ahora,
pues, que vamos empezar el tiempo de preparación
para
la venida de tu Hijo,
te
pedimos, Señor,
que,
mientras se acrecienta cada día
el
esplendor de esta corona, con nuevas luces,
a
nosotros nos ilumines
con
el esplendor de aquel que, por ser la luz del mundo,
iluminará
todas las oscuridades.
Él
que vive y reina por los siglos de los siglos.
R/ Amén.
Y se enciende el cirio que
corresponda según la semana del Adviento.
Por
tanto, ramas verdes y cuatro cirios sin que se determine ni tenga mayor valor
el color de cada vela.
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