martes, 11 de abril de 2017

La paciencia (Tertuliano - II)

Continuamos con el tratado de Tertuliano sobre la paciencia.

¿Dónde fundamentamos nuestra paciencia?

¿Qué es la paciencia cristiana?


Es una imitación de la paciencia de nuestro buen Dios.

Así nos sintetiza mucho, tal vez en exceso, la paciencia de Dios en el capítulo II, como una referencia fundamental para que podamos vivir la paciencia.

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Capítulo 2: Paciencia de Dios con los hombres
A nosotros la obligación de practicar la paciencia no nos viene de la soberbia humana, asombrada de la resignación canina, sino de la divina ordenación de una enseñanza viva y celestial, que nos muestra al mismo Dios como dechado de esta virtud. Pues desde el principio del mundo Él derrama por igual el rocío de su luz sobre justos y pecadores. Estableció los beneficios de las estaciones, el servicio de los elementos y la rica fecundidad de la naturaleza tanto para los merecedores como para los indignos. Soporta a pueblos ingratísimos, adoradores de muñecos y de las obras de sus manos; y que persiguen su nombre y a su familia. Su paciencia aguanta constantemente la lujuria, la avaricia, la iniquidad insolente, a tal punto que, por esta causa, la mayoría no cree en Él porque jamás lo ven castigando al mundo.

1 comentario:

  1. Aunque sintetice mucho Tertuliano ¡cuánta razón tiene!

    Tú que, elevado en la cruz, quisiste ser atravesado por la lanza del soldado, sana nuestras heridas (de las Preces de Laudes).

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