"Tal es la gracia del Espíritu:
si halla abatimiento, lo disipa;
si encuentra malos deseos, los consume;
si halla temor, lo desecha
y no permite que hombre alguno participe en lo sucesivo de éste,
sino que, como transportado al cielo, hace que contemple todas las cosas de allí"
(S. Juan Crisóstomo, In Io., Hom. 75,5).
Aunque es posible que se encuentre en otra entrada, no está de más recordar que según santo Tomás los dones del Espíritu alcanzan a las potencias del alma.
ResponderEliminarCuatro de ellos alcanzan a la razón: entendimiento para penetrar la verdad, sabiduría para juzgar rectamente las cosas divinas, ciencia para juzgar rectamente de las cosas creadas y consejo para juzgar rectamente de la conducta práctica.
Los otros tres alcanzan a la virtud apetitiva: piedad en orden a los demás, fortaleza y temor de Dios en orden a sí mismo.
Por la infusión de sus dones obtenemos frutos de caridad, alegría, paz, dominio de sí mismo, bondad, paciencia, fidelidad, humildad...
La homilía de san Juan Crisóstomo alienta mi esperanza.
Señor Jesús, santifícanos en el Espíritu (de las preces de Laudes).
* Ánimo en la elaboración de la novena conferencia; los finales siempre cuestan más esfuerzo.
Llevo toda la semana con esa novena conferencia. Por fin ha salido un esquema claro -me falta perfilarlo bien- y estoy redactando. Esta vez se me está haciendo una pequeña tortura... Los finales, sí, los finales.... ¡cuánto cuestan amiga mía!
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