viernes, 8 de mayo de 2015

Magisterio: sobre la evangelización (XXVII)

El Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización, erigido por Benedicto XVI, asume una serie de tareas a tenor de la Carta Apostólica Ubicumque et semper. Estas tareas, asignadas en el art. 3 de la Carta, pueden ser perfectamente y para todos, un horizonte hacia el cual caminar y dirigirnos todos.

"Entre las tareas específicas del Consejo se señalan:

1. profundizar el significado teológico y pastoral de la nueva evangelización;

2. promover y favorecer, en estrecha colaboración con las Conferencias episcopales interesadas, que podrán tener un organismo ad hoc, el estudio, la difusión y la puesta en práctica del Magisterio pontificio relativo a las temáticas relacionadas con la nueva evangelización;

3. dar a conocer y sostener iniciativas relacionadas con la nueva evangelización organizadas en las diversas Iglesias particulares y promover la realización de otras nuevas, involucrando también activamente las fuerzas presentes en los institutos de vida consagrada y en las sociedades de vida apostólica, así como en las agregaciones de fieles y en las nuevas comunidades;

4. estudiar y favorecer el uso de las formas modernas de comunicación, como instrumentos para la nueva evangelización;

5. promover el uso del Catecismo de la Iglesia católica, como formulación esencial y completa del contenido de la fe para los hombres de nuestro tiempo".
 
La primera tarea asignada al Consejo pontificio es "profundizar el significado teológico y pastoral de la nueva evangelización". Se podría decir que su tarea es, por una parte, sensibilizar a todos de una acción conjunta eclesial que es necesaria y no optativa, y por otra parte conocer qué es la nueva evangelización con una visión teológica y pastoral. Requiere estudio y discernimiento ya que cualquier acción, aun con buena fe y buena voluntad, no es evangelizadora o no responde a las exigencias de nuestro tiempo.

El estudio siempre es necesario: la nueva evangelización pide ser estudiada y asimilada, ampliando la mente para captar su naturaleza, su necesidad, sus retos y sus formas y abrir el corazón para sentirla como una urgencia en la vida eclesial hoy. Lo que el Consejo ha de realizar para toda la Iglesia, cada comunidad, parroquia, Movimiento, Congregación  u otras realidades (cursos, convivencias, blogs) deben abordarlo en su propio ámbito: mostrar la necesidad de la nueva evangelización, conocer qué es evangelizar, suscitar evangelizadores con deseos y celo apostólico.

La segunda tarea del Consejo pontificio es la difusión y estudio del Magisterio referente a la nueva evangelización, de la cual hay numerosos documentos, discursos y audiencias. La pauta para nuestro caminar y para discernir es siempre la enseñanza de la Iglesia en su Magisterio. Hemos de estudiar y conocer qué es evangelizar y qué es la nueva evangelización. 

Tercera tarea: el Consejo pontificio puede ser un puente, un elemento de comunión, intercambiando las experiencias que unos y otros realizan en la nueva evangelización que pueden ser estímulo y aliento, orientación y pauta, para otros. En la Iglesia hay muchas realidades evangelizadoras, muchos métodos distintos: conocerlos y dialogar entre nosotros nos darán luz y nos abrirán nuevos caminos y perspectivas, enriqueciéndonos unos a otros, por la Comunión de los santos. Así se superará la cerrazón y las prevenciones de unos hacia otros.

La cuarta tarea: estudiar y favorecer el uso de las formas modernas de comunicación, como instrumentos de la nueva evangelización. Hay que estudiarlos, desde luego, conocer su alcance, su lenguaje, sus particularidades, su uso, y al servicio de la nueva evangelización. Entre ellos, claro, prensa, radio y TV y, por supuesto, Internet cuyo alcance global es incalculable. Lo que no está en Internet hoy no existe. La Iglesia, también las iniciativas individuales de católicos, estando presente en Internet evangelizará con este nuevo modo de comunicación. Habrá que saber aprovecharlo. Este blog, ciertamente, se sitúa en esa óptica.

La quinta tarea: promover el uso del Catecismo de la Iglesia Católica. Su lenguaje es comprensible para explicar y transmitir la fe a los hombres de este tiempo, de esta cultura y de esta generación. El Catecismo es un referente imprescindible que consultar (y leer) en catequesis de adultos, reuniones de formación, clases de teología y cursillos de formación, retiros, etc. Es un instrumento válido para ser usado.

Con estas tareas, bien claras, la Iglesia se dispone como un Cuerpo vivo a la nueva evangelización.

2 comentarios:

  1. La cuarta y la quinta de las tareas son las que me parecen más eficaces. Le añado la novela católica, que hoy no existe, así como el cine en el que sólo destaca algún título.

    Jesús recorría los caminos y las aldeas porque éste era el medio para encontrarse con la gente. Hoy para llegar a ella e intentar invertir el camino social comúnmente aprobado, son instrumentos imprescindibles las películas (TV o cine) y las novelas porque el cerebro humano está preparado para modificar su pensamiento al escuchar, ver, leer, historias.

    Acuérdate de mí, Señor Jesús, cuando llegues a tu reino. Aleluya (de las antífonas de Laudes)

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  2. Julia María:

    No había caida en la novela católica; se nota que no soy muy literato...

    Lo del Catecismo, cada vez más lo creo urgentísimo. En clase me hacen preguntas catequistas que se notan que jamás han manejado el Catecismo; preguntas que revelan, ante todo, que han asumido todos los planteamientos secularizados: todas las religiones valen lo mismo, Jesús es uno más, todos somos hijos de Dios por ser hombres, etc... Buenísimas personas, pero secularizados a más no poder. ¡Ay, qué dolor!

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