jueves, 24 de mayo de 2012

La acción del Espíritu Santo

¿A quién esperamos?
¿Cuál es el Don del Espíritu Santo?
¿Por qué oramos con intensidad esta semana?
¿Qué realiza el Espíritu Santo en nuestras almas?

San Cirilo de Jerusalén, Catequesis 16, sobre el Espíritu Santo (1, 11-12.16: PG 33, 931-935.939-942)

El agua viva del Espíritu Santo

El agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna. Una nueva clase de agua que corre y salta; pero que salta en los que son dignos de ella.

¿Por qué motivo se sirvió del término agua, para denominar la gracia del Espíritu? Pues, porque el agua lo sostiene todo; porque es imprescindible para la hierba y los animales; porque el agua de la lluvia desciende del cielo, y, además, porque desciende siempre de la misma forma y, sin embargo, produce efectos diferentes: Unos en las palmeras, otros en las vides, todo en todas las cosas. De por sí, el agua no tiene más que un único modo de ser; por eso, la lluvia no transforma su naturaleza propia para descender en modos distintos, sino que se acomoda a las exigencias de los seres que la reciben y da a cada cosa lo que le corresponde.

De la misma manera, también el Espíritu Santo, aunque es único, y con un solo modo de ser, e indivisible, reparte a cada uno la gracia según quiere. Y así como un tronco seco que recibe agua germina, del mismo modo el alma pecadora que, por la penitencia, se hace digna del Espíritu Santo, produce frutos de santidad. Y aunque no tenga más que un solo e idéntico modo de ser, el Espíritu, bajo el impulso de Dios y en nombre de Cristo, produce múltiples efectos.

 
Se sirve de la lengua de unos para el carisma de la sabiduría; 
ilustra la mente de otros con el don de la profecía; 
a éste le concede poder para expulsar los demonios; 
a aquél le otorga el don de interpretar las divinas Escrituras. 
Fortalece, en unos, la templanza; 
en otros, la misericordia; 
a éste enseña a practicar el ayuno y la vida ascética; 
a aquél, a dominar las pasiones; 
al otro, le prepara para el martirio. 

El Espíritu se manifiesta, pues, distinto en cada uno, pero nunca distinto de sí mismo, según está escrito: En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.

Llega mansa y suavemente, se le experimenta como finísima fragancia, su yugo no puede ser más ligero. Fulgurantes rayos de luz y de conocimiento anuncian su venida. Se acerca con los sentimientos entrañables de un auténtico protector: pues viene a salvar, a sanar, a enseñar, a aconsejar, a fortalecer, a consolar, a iluminar el alma, primero de quien lo recibe, luego, mediante éste, las de los demás.

Y, así como quien antes se movía en tinieblas, al contemplar y recibir la luz del sol en sus ojos corporales, es capaz de ver claramente lo que poco antes no podía ver, de este modo el que se ha hecho digno del don del Espíritu Santo es iluminado en su alma y, elevado sobrenaturalmente, llega a percibir lo que antes ignoraba.


Oremos, pidiendo el Espíritu Santo en esta semana.

“Bendigamos a Cristo, el Señor, por quien podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu, y supliquémosle, diciendo: Cristo, óyenos.

´-Envía tu Espíritu, huésped deseado de las almas, y haz que nunca lo pongamos triste.

-Tú que resucitaste de entre los muertos y estás sentado a la derecha de Dios,
intercede siempre en nuestro favor ante el Padre.

-Haz que el Espíritu Santo nos mantenga unidos a ti, para que ni la aflicción, ni la persecución, ni los peligros nos aparten nunca de tu amor.

-Enséñanos a acogernos mutuamente, como tú nos acogiste para gloria de Dios.

Que tu Espíritu, Señor, nos penetre con su fuerza,
para que nuestro pensar te sea grato
y nuestro obrar concuerde con tu voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo.


8 comentarios:

  1. Cristo, óyenos.

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  2. Buenos días don Javier. Meditaré:"distinto en cada uno, pero nunca distinto de sí mismo" para identificarme más con cada carisma de mi Iglesia y con todos sus grupos.Un abrazo.

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    1. Eso es lo hermoso y lo interesante.

      La guerra de carismas, nunca en la teoría, sino a pie de calle, en las parroquias, es lo más opuesto al Espíritu Santo. Cada uno defiende el carisma de su grupo, familia, etc., como si fuera el único y el mejor. ¡Qué pena!

      Pero todos, todos, todos, son complementarios y enriquecedores, si son del Espíritu Santo (la Iglesia es la que discierne siempre).

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  3. Siempre me asombra el Espiritu Santo D Javier......es la Persona que hace con sus Dones exulte mi corazón de Alegria y Esperanza....me hace Descansar en la Espera y me mantiene dispuesta para que la Voluntad de dios se haga en mi....Gracias a esta Persona veo los prodigios de la Providencia cada dia y me hace entrar en el presente con serenidad y sin perder la Presencia.....y asi seguiria contandole cosas.....Lo pido a cada momento y es el que Ora dentro de Mi ...me enseña tantas cosas.......

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    1. Cuanta mayor sea nuestra familiaridad con el Espíritu Santo, más dócilmente dejaremos que nos guíe y así pasaremos de lo carnal a lo espiritual.

      ¡Qué necesario es el Espíritu!

      Veni, Sancte Spiritus!

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  4. no se como se siente el espiritu santo

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    1. Xime:

      Más que "sentir" al Espíritu Santo, sabemos que poseemos el Espíritu en nosotros por su acción e influjo:

      -si amamos cada vez más a Cristo
      -si somos dóciles a la Palabra divina
      -si crecemos en familiaridad filial con Dios

      Y así san Pablo ofrece todo un catálogo para discernir si seguimos la carnalidad (nuestros instintos heridos) o si seguimos al Espíritu (Gal 5,16-25):

      "Si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la Ley. Las obras de la carne están patentes: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, enemistades, contiendas, celos, rencores, rivalidades, partidismo, sectarismo, envidias, borracheras, orgías y cosas por el estilo. Y os prevengo, como ya os previne, que los que así obran no heredarán el Reino de Dios.

      En cambio, el fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí".

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