miércoles, 4 de enero de 2012

Frénese el activismo

Grandes apóstoles, seglares entregadísimos, sacerdotes de cuerpo entero... se secan si, a tanta actividad apostólica, tareas diversas, compromisos y reuniones, no corresponde el agua que todo lo riega: la oración, la contemplación, el silencio interior y exterior, la adoración eucarística.



Causa de muchos males es la desaparición de la oración sosegada, del rezo tranquilo, de la Liturgia delas Horas saboreada, del Sagrario solitario donde se reposa con Cristo. El mismo apostolado se resentirá si la oración se reduce; la acción se volverá estéril si la contemplación queda apartada.

¿Vamos a ganar y conquistar el mundo entero con nuestro activismo, con la febril actividad, con pensar que todo depende de nosotros si hacemos muchas cosas, o, peor aún, si pretendemos dar la imagen de estar muy ocupados sin hacer nada?

Todo debe estar impregnado de la oración, nacer de la oración, ser sostenido por la oración y ser revisado y ofrecido al Señor en la oración.

No es la primera vez, tampoco será la última, que dirigimos una catequesis sobre esto, ya que si estamos muy ocupados, realmente ocupados con obligaciones ineludibles, más necesidad de oración tendremos.

Que nos orienten las palabras de Pablo VI y sean una brújula que oriente nuestro existir cristiano, apostólico:


                Querríamos confiar una recomendación para vuestras reflexiones. En medio de los riegos del excesivo activismo y de la secularización a que están expuestas, hoy más que ayer, las almas consagradas al desarrollo de actividades apostólicas ocupen siempre el primer puesto la unión con Dios, el cuidado de la vida interior, el recurso a la oración, de otra manera se dispersarían energías preciosas y se comprometería la eficacia de los programas pastorales, aunque hayan sido estudiados y elaborados muy sabiamente” (Pablo VI, Audiencia general, 20-noviembre-1968).


8 comentarios:

  1. El activismo parte de primar la voluntad humana sobre la divina. Esto conlleva un pelagianismo encubierto muy peligroso, ya que es contagioso y crea tensiones importante dentro de las comunidades.

    Tal como dice esta breve, pero instructiva entrada, la oración es lo primero. Oración que no puede ser me repetición de textos a toda velocidad, sino más bien contemplación y anonadamiento ante la magnificencia de Dios.

    Que Dios le bendiga D. Javier :)

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  2. Muchas gracias, Don Javier, por esta entrada. Me parece oportunísima no sólo para consagrados y sacerdotes sino también para los seglares, que andamos en los mismos peligros referidos en su estupendo post. Procuraré no dejar la oración, mejor dicho, aumentarla para hallar el hilo divino que debería guiar todos mis movimientos.
    De nuevo, muchas gracias y ¡felices Reyes a Don Javier y a todos los lectores del blog!

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  3. Hoy la Santa Iglesia celebra la vida del beato monseñor Manuel Gónzalez García, apostol de la Eucaristía, ya citado en el blog : "...Permitidme que…invoque vuestra atención a favor del más abandonado de los pobres, el Santisimo Sacramento. Os pido una limosna de cariño para Jesús Sacramentado..."

    "La visita" a Jesús, mejor si no es tan rápida como la visita del médico, da a nuestra acción todo aquello que nosotros no podemos poner en ella.

    ¡Qué Dios les bendiga!

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  4. D Javier,

    Como muy bien indica vd, es un tema importante al que hay que volver una y otra vez,

    y causa de muchos males y de pastorales infecundas.

    El activismo es, como bien ha dicho Miserere, pelagianismo. Poner el centro de la vida espiritual en lo humano, y no en la Gracia, en que hemos de poner la totalidad de nuestra esperanza (1 Pe 1, 13)

    Porque en todo cuanto hacemos no somos nosotros, sino que "«es Dios quien da el crecimiento» (1Cor 3,7)

    Un abrazo en Jesús viviente en María

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  5. Pedro Arroyo Gómez04 enero, 2012 14:02

    Querido Javier, al leer esta mañana el blog, me ha pasado por un instante mi vida por delante y parece que lo has escrito por mí.
    Me conoces perfectamente y sabes de mi entrega y de mi implicación en toda clase de actividades, esto hace que nunca esté sosegado y tenga tiempo para una profunda oración y un diálogo fluido con Dios. Siempre estoy ocupado y nunca tengo tiempo.
    Hoy has dado con tu magistral dedo en mi llaga, tengo que hacer propósito de enmienda y dejarme de esa actividad febril excesiva y centrarme además en la oración y en el cuidado de mi vida interior.
    No dejes de rezar por mí, necesito esa ayuda.
    Un abrazo.

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  6. Tiene razón, D. Javier, la entrada de hoy.
    ¡Cuánto daría yo por pasarme mucho más tiempo del que me paso delante del Señor! Lo necesito como el aire que respiro, y ya, no solamente eso, sino que tiene que ser a la misma hora que la hago pues es como si me faltase la vida.

    Precioso texto que me eleva a Dios.

    Feliz día para todos.

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  7. Marta, Marta... qué facil es caer en el activismo. Desgraciadamente es muy fácil dejarnos llevar por tantas actividades como nos plantea la Iglesia y, como nos cuenta Pedro, abandonar la oración. El problema es que si no estamos llenos por la oración nuestra actividad está basada solamente en nuestras fuerzas. Y por ahí vamos mal. Lo que no viene de Dios no nos lleva a ningún sitio.
    D. Javier: preciosa la oración semanal.
    Este post sería conveniente revisarlo al menos una vez al mes.

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  8. Coincido con la apreciación: el activismo, y por tanto la ausencia de vida interior, de oración sosegada, de liturgia vivida, de ratos de Sagrario, es, en el fondo, el puro pelagianismo.

    Marta necesita también ser María y María se transforma en Marta: en esta vida las dos han de ir juntas, unidas.

    Esto vale para todos, pero pienso hoy muy especialmente en el laicado -para eso es este blog-: un laicado católico firme y sólido en el mundo necesita esta oración, frenando el activismo. Todo lo demás son fuegos artificiales, ruidos espectaculares y espectáculos luminosos, que duran poco.

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