martes, 29 de noviembre de 2011

Vivir la liturgia del Adviento (sugerencias, apuntes)

El tiempo litúrgico de Adviento tiene una unidad interna que se centra en la preparación a la Venida del Señor. Al celebrar la liturgia, sería importante y pedagógico, que todo este ciclo litúrgico de preparación tuviera unas notas comunes al celebrar. Eso le da unidad, lo hace distinto, lo convierte en preparación. Aquí, evidentemente, sólo se ofrecen sugerencias, o apuntes, que nos pueden ser útiles a los sacerdotes al celebrar, y a los fieles en general para que sepan el porqué de determinados elementos.



Pero no basta con unas sugerencias más o menos acertadas para la liturgia del Adviento, así sin más. Con ellas hay que buscar lo realmente importante que es la dimensión espiritual del Adviento, es decir, buscar la participación plena, consciente, activa, fructuosa e interior de este tiempo.

¿Qué hacer o qué destacar, qué emplear y qué subrayar cada día de la liturgia del Adviento?

-La fórmula de saludo al iniciar la Misa, la propia de Adviento que señala el Misal:

El Señor, que viene a salvarnos,
esté con vosotros.
R/ Y con tu espíritu.

-Emplear como fórmula del Acto penitencial la segunda:

  • Señor ten misericordia de nosotros.
  • R/ Porque hemos pecado contra ti.
  • Muéstranos, Señor, tu misericordia.
  • R/ Y danos tu salvación.

Esta fórmula, bien hecha y con sentido recitada, está pidiendo en primer lugar la misericordia de Dios, y se le pide que se nos muestre; Dios lo hará en el Nacimiento de Cristo que es la venida de su Misericordia hecha carne. Y rogamos: "Danos tu salvación", ansiándola, esperándola, necesitándola. Al pedir "danos tu salvación", estamos rogando que nos dé al Salvador, que nos envíe al Salvador a quien esperamos.

-El Credo, el apostólico. Reservemos el Credo niceno-constantinopolitano para la Navidad, pues explicita mejor y más ampliamente el Misterio de la Encarnación ("Dios de Dios, Luz de Luz... de la misma naturaleza del Padre").

-La oración de los fieles que sea cada día "Ven, Señor Jesús", como respuesta a cada intención. Y si los domingos se canta la respuesta, mejor, porque expresará más adecuadamente que es la oración de los fieles (de los bautizados, de todo el pueblo cristiano) rogando que venga ya el Señor.

-Baste recordar sobre los prefacios, que merecen ser cantados y luego orados en la meditación personal  que hasta el 16 de diciembre inclusive se emplean sólo los prefacios I y III de Adviento (aunque aún así, cada cual luego se salta las normas, desgraciadamente):
  • Prefacio I: "Quien al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne realizó el plan de redención trazado desde antiguo... para que cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria..."
  • Prefacio III: "Tú nos has ocultado el día y la hora en que Cristo, tu Hijo, Señor y Juez de la historia... En ese día terrible y glorioso..."
 
Y para las ferias mayores (del 17 al 24 de diciembre) sólo los prefacios II y IV:


  • Prefacio II: "A quien todos los profetas anunciaron, la Virgen esperó con inefable amor de Madre, Juan lo proclamó..."
  • Prefacio IV: "La gracia que Eva nos arrebató nos ha sido devuelta en María..."
 
-La plegaria eucarística tiene unos elementos que deben cantarse porque es la gran plegaria de la Iglesia (diálogo del prefacio, Sanctus, aclamación, Amén de la doxología), normalmente en la Misa dominical; en Adviento, especialmente, cabe subrayar el canto de aclamación a Cristo tras la consagración: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven, Señor Jesús!"

-Sugeriría, igualmente (por tanto es sugerencia, nada obligatorio), el empleo cotidiano de la plegaria eucarística III; cuando se recita bien, y con sentido (sin tono apagado y rutinario, a toda velocidad), se hace memorial de su ascensión y de la parusía: "de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos..."


¿Y para lo personal?

Orar, meditar, saborear cada jornada la oración colecta o las preces de las Laudes.

Sumarle la primera lectura, de Isaías, hasta el 16 de diciembre inclusive.

Meditar el evangelio a partir del 17 de septiembre.

Con estas pistas, el Adviento tendrá una fuerza y unos matices propios.

¡¡Viene el Señor!!

16 comentarios:

  1. Me parece preciosa la liturgia y el tiempo que se vive en estas fechas. Esperar la venida del Señor:
    Ven, Señor Jesús. Pedirlo, llamarlo con fuerza para que penetre en nuestra alma y ella sea su primera cuna donde descanse.

    Muy feliz día de Adviento para todos.

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  2. Realmente es preciosa la liturgia de Adviento

    Concédenos, Señor, dar aquel fruto que pide la conversión,
    para que podamos recibir tu reino que se acerca.

    Prepara, Señor, en nuestros corazones, un camino para tu Palabra que ha de venir;
    así tu gloria se manifestará al mundo por medio de nosotros.
    (De las preces de Laudes de hoy )

    Y con la oración semanal , petición y jaculatoria que nos pone D. Javier en la derecha , tenemos para ir a lo largo del día repitiéndolo y pensándolo.

    Después del trabajo vísperas , y un ratito para el Evangelio y la Lectura del día , porque aunque lo haya oido en Misa tempranito , con mi mala cabeza, por la noche no me acuerdo de ná.
    El Adviento , siempre es nuevo, alegre precioso y esperanzador

    Un abrazo a todos

    María M.

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  3. !Vivir la liturgia de Adviento¡ ciertamente con su pedagogía diaria Ud. nos va guiando hacia esa vivencia, un dicho popular dice que "se ama lo que se conoce" y verdaderamente sus palabras nos están mostrando nuevos matices para interiorizar la dimensión espiritual de este tiempo.

    Con este conocimiento, en este tiempo de Adviento apreciamos que la Liturgia tiene otro sonido, se nos va llenadondo el alma de esperanza; las lecturas nos va preparando a recomenzar (en la Misa del domingo -I de Adviento- se decía "Señor, indícame tus caminos, enséñame tus sendas) con la Venida del Señor.

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  4. Seguiré sus consejos en la oración personal. La sugerencia sobre meditación de los prefacios me parece muy interesante, nunca lo he hecho.

    ¡Qué les le bendiga!

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  5. Error por apresuramiento. Repito ¡Qué Dios les bendiga!

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  6. Capuchino:

    Así es, es un tiempo delicioso donde, en clave espiritual y teológica, creo que hay que trabajar con el "deseo" tal como lo plantea San AGustín. Yo disfruto -pero estos son afectos personalísimos- sobre todo el Adviento y el Tiempo pascual. Para mí, los mejores y más gozosos.

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  7. María M.:

    Me gusta su testimonio y su plan de vida, incluido el rezar Vísperas (¡Con la Iglesia, en nombre de la Iglesia!). A mí me pasa lo mismo.: cada mañana celebro Misa a las 7.40 después del Oficio y Laudes (¡ay qué sueño!) y si no fuera porque tengo que preparar la homilía de la Misa de la tarde, no me acordaría de los textos bíblicos.

    Tiene toda la razón: es tiempo esperanzador. ¡Y cuánto necesitamos de esa esperanza, Dios mío, cuánto la necesitamos!

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  8. Catequista:

    Un blog como éste pretende eso, desarrollar una pedagogía diaria (así como si estuviera en mi parroquia, vería otros elementos más de pedagogía) para poder formarse en la doctrina católica e iniciarse en la liturgia, porque todos creen saber de liturgia, pero ¡qué va!, no saben aunque se lo crean.

    La liturgia es sobre todo "dimensión espiritual" y así hay que vivirla -ritos y oraciones- y entonces el alma se ensancha y respira con gemidos del Espíritu Santo.

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  9. Julia María:

    Gracias por aceptar estas sugerencias.

    Sobre los cuatro prefacios de Adviento tenemos en el blog un comentario a cada uno, en el año pasado. O si no, simplemente, empápese este curso de la oración colecta de cada jornada.

    A todos, pax! Viene el mesías sobre quien reposa el Espíritu del Señor, por eso Él se presenta ante nosotros "lleno del gozo del Espíritu", exclama, reza, cura, resucita... y a nosotros, el Mesías que posee en plenitud el Espíritu nos lo da en abundancia en los sacramentos.

    Ven, Señor Jesús!

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  10. Buenos días don Javier. Desde que sigo su blog atiendo más a las oraciones de Misa y voy sacándole el jugo a cada parte de la liturgia,gracias por tan certeras pistas para no perdernos y llegar a la adoración en Belén.Un abrazo.

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  11. ¡Gracias Don Javier por todos los consejos
    que nos da para nuestra santidad.
    Unidos en oración.

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  12. Hola Javier,
    la riqueza de la liturgia es increíble! como para andar inventando "dinámicas". El otro día presidí la misa (cosa poco habitual por aquí) e hice uso de esta riqueza y variedad (eso sí, en italiano... pero viene siendo lo mismo). Algunas personas lo agradecieron porque a penas se habían dado cuenta de que estamos en adviento. Mira tú!
    Un fuerte abrazo.

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  13. Marián:

    El problema sería lo del dicho popular: "consejos vendo, para mí no tengo"; no vaya a ser que dando consejos acertados sobre la santidad y su camino, me quede yo fuera. ¡Sería terrible, frustrante!

    Óscar:

    Más que inventar -¡Dios nos libre!- hay que conocer lo que hay, profundizar en su sentido, razón y teología, y celebrar bien.

    Lo demás son añadidos; "dinámicas" que rompen la Belleza; catetez teológica de los que van de "pastoralistas" por la vida; teólogos de un solo libro, leído una vez.

    Un fuerte abrazo amigo mío.

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  14. óscar:

    ahora que lo pienso, sois vosotros, los de Dogmática y los de Fundamental los que desperdiciáis la liturgia reduciéndola a "materia y forma" y dándoos igual lo demás. ¡Ay, ay, ay! Tendríais que imbuiros del espíritu de la liturgia y de sus formas celebrativas porque la liturgia es "theologia prima".

    otro abrazo (je.je)

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  15. Ante semejante acusación no puedo guardar silencio... jejeje...
    Nosotros, los que nos dedicamos a la Teología Fundamental (o por lo menos eso intento yo) nos centramos en tres cositas:
    1. Revelación
    2. Magisterio
    3. Frontera
    Quédate con la copla, jeje, haré una entrada para cada cuestión en tu honor. jiji.
    Un fuerte abrazo amigo (aunque liturgista) jiji.

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  16. Óscar:

    ¡Cómo has entrado al trapo! Genial!!!! (je,je)

    Espero las entradas de tu blog desglosando esos puntos de la T. Fundamental, los preambula fidei y la argumentación. Pero todo eso sin liturgia, se queda en nada. De nada serviría que se revelara si no se me comunicara aquí y ahora en mi vida, salvando, santificando. Al fin y al cabo, la fons et culmen de la vida de la Iglesia... es... ¡la liturgia! -Concilium dixit.

    No obstante, veo que en estos diálogos con tono tan irónico, nos lo vamos a pasar muy bien.

    Buona giornata, caro!!

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