lunes, 24 de noviembre de 2014

Sentido de los milagros, explicado por los Padres

Los milagros y curaciones que narran el evangelio, no son relatos míticos, sino reales, actuaciones concretas que hizo Jesús. Pero más que la curación de unos enfermos concretos, los milagros y curaciones son un signo del obrar divino de Jesús, un signo de su mesianidad, de que el Reino de Dios ha llegado.

La moderna teología y exégesis liberal niegan su carácter de verdad a las curaciones y milagros y las ven como símbolos liberadores de la opresión, de la opción por los pobres, negando su historicidad y su valor salvador. Pero la exégesis católica coincide con la lectura e interpretación que en su momento hicieron los Padres de la Iglesia.

El sentido de los milagros va más allá de la materialidad de una curación. Adquieren un carácter de testimonio, de auto-revelación de Jesús.

"El Señor de las potencias y el iniciador de la salvación humana, como Dios bueno y misericodioso, daba con abundancia la curación de la medicina celeste: liberaba a los oprimidos por el diablo, ahuyentaba a los espíritus inmundos y eliminaba todo padecimiento y enfermedad corporal mediante la palabra de su poder divino; para mostrar que había venido a traer la salvación del género humano y para evidenciar por medio de semejantes prodigios que era Dios, ya que nadie puede realizar signos tan grandes de poder, sino sólo Dios" (Cromacio de Aquileya, Com. Ev. San Mateo, trat. 40,3).

Lo exterior curado era signo real de la curación más interior, la sanación del pecado, que a todos los hombres incumbe, a todos alcanza, por el sacrificio en la cruz del Redentor. Es algo más que la simple filantropía o asistencia social: Cristo apunta al verdadero y radical mal, la enfermedad del pecado que lleva a la muerte.

"¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios? Y por esto, el Señor, para mostrar que le había perdonado los pecados al paralítico, ofrece además, mediante el restablecimiento de la salud corporal, unsigno de su poder divino; para que los impíos escribas, convencidos al menos por este signo, creyeran que se les había perdonado los pecados al paralítico y reconocieran aquello que negaban: que Cristo era Señor y Dios" (Id., trat. 44,2).

3 comentarios:

  1. Los seres humanos tendemos a romper la realidad en trozos y capas, para analizarla e intentar comprenderla. Esta rotura nos desorienta al intentar comprender la íntima relación entre los sobrenatural y lo natural. Si miramos los milagros como hechos portentosos que no tienen explicación científica, ya estamos rechazando que la persona que ha recibido ese don, es testimonio y mensaje de Dios.

    Feliz inicio de semana laboral D. Javier y Julia María :)

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  2. Una curación concreta es un signo de que el Reino de Dios ha llegado: Nada que ver con liberación revolucionaria, ni el pueblo sujeto de su destino, ni de la llamada opción por los pobres. Es como dice la entrada; la autorrevelación de Jesús. Así es como lo ven los Padres. Y como dice la entrada: "¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?”

    ¿Qué fascina de Jesús? Su autoridad unida a su mansedumbre, la verdad unida a la bondad, el poder unido a la compasión, la acogida que lleva a la conversión.

    ¿Para qué sirve un milagro? La persona que busca un milagro está en necesidad, enfermedad o dificultades; quiere el milagro para librarse de esas cosas pero Jesús tiene una respuesta que va más allá. Jesús reprende a las ciudades donde ha realizado sus milagros por no haberse convertido, “Ay de ti Corozaín…” Jesús con sus milagros no solo expresa bondad, compasión. no son solo parches, son llamadas a la conversión, al arrepentimiento. La mente de Jesús y la del hombre funcionan de forma diferente, para Jesús no se trata de solucionar un problema para que sigas tu vida tal cual la llevabas anteriormente porque en ese esquema ¿Quién es Cristo?: un solucionador de problemas, pero soy yo el que sigo estando al timón de mi vida. Y Cristo quiere cambiar la dirección de tu vida, quiere coger el timón de tu vida, quiere ser tu vida.

    ¿Por qué piensa Cristo que un milagro va a llevar al arrepentimiento? ¿Por qué pide que no lo cuenten a los que han sido tocados por un milagro? Porque Cristo espera la sobriedad y el recogimiento necesarios para el arrepentimiento. Esto sucede cuando uno descubre la bondad de Dios ante lo que uno es. Por esta razón es tan importante el conocimiento de sí mismo tan ponderado por santa Catalina de Siena

    Concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu (de las preces de Laudes)

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  3. Igualmente Nestor: una feliz semana

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