viernes, 18 de febrero de 2011

Hablar y callar

Éste es un post-catequesis para leer tranquilamente, tal vez para imprimirlo, y llevárselo al Sagrario.

Su autora, Capuchino de Silos, en su blog, con el título "El arte de hablar y la virtud de callar"; escrito en forma de máximas, da juego para replantear nuestras palabras y nuestros silencios, nuestro callar y nuestro hablar. Realmente, piénsese que somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras; que un hombre vale más por sus silencios elocuentes que por sus palabras atropelladas y que el mucho hablar no está exento de error, por lo que aconseja la Escritura: 


En el mucho hablar no falta el pecado, el que refrena sus labios es sabio" (Prov 10,19).

Vamos pues a las máximas de Capuchino de Silos:


Sí, hablar es fácil, callar, requiere prudencia y dominio. Cristo como hombre, estuvo callado vivió en silencio e ignorado durante treinta años, para poder hablar como Dios por espacio de tres años solamente.


La Palabra de Cristo al promulgar su obra redentora, fue amable, atrayente, pero decisiva penetrante y convincente. Llamó al pan, pan, y al vino, vino sin rodeos y con sencillez. Pero cuando calló, no se defendió contra las infamias, calumnias acusaciones, injusticias, atropellos y crímenes. Porque es inútil y contraproducente hablar a personas de antemano predispuestas.


Nos dio los siguientes ejemplos:


Hablar oportunamente, es ACIERTO
Hablar frente al enemigo, es CIVISMO
Hablar ante una injusticia, es VALENTÍA
Hablar por rectificar, es un DEBER
Hablar para defender, es COMPASIÓN
Hablar ante un dolor, es CONSOLAR
Hablar para ayudar a otros, es CARIDAD
Hablar con sinceridad, es RECTITUD
Hablar de sí mismo, es VANIDAD
Hablar restituyendo fama, es HONRADEZ
Hablar aclarando chismes, es OBLIGACIÓN
Hablar disipando falsos, es de CONCIENCIA
Hablar debiendo callar, es NECEDAD
Hablar por hablar, es TONTERÍA
Hablar de DIOS, significa MUCHO AMOR.


Cuando Cristo hablaba encendía los corazones sinceros y nobles, pero su


CALLAR sorprendió a todos, desconcertó a sus mismos enemigos.


CALLANDO enseñó a llevar la Cruz, por lo mismo:


Callar cuando acusan, es HEROÍSMO
Callar cuando insultan, es AMOR
Callar las propias penas, es SACRIFICIO
Callar de sí mismo, es HUMILDAD
Callar miserias humanas, es CARIDAD
Callar a tiempo, es PRUDENCIA
Callar en el dolor, es PENITENCIA
Callar palabras inútiles, es VIRTUD
Callar cuando hieren, es SANTIDAD
Callar para defender, es NOBLEZA
Callar defectos ajenos, es BENEVOLENCIA
Callar debiendo hablar, es COBARDÍA


Aprende primeramente a CALLAR para poder HABLAR con acierto y tino, porque si HABLAR es plata, CALLAR es oro. Así como tú callas y defiendes cubriendo los defectos ajenos con la misma medida, serás defendido por DIOS.


Callar las cualidades propias es humildad.
Callar las buenas obras del prójimo es envidia.
Callar para no herir la susceptibilidad es delicadeza.
Callar los defectos propios es prudencia.
Callar los defectos ajenos es caridad.
Callar las palabras inútiles es sabiduría.
Callar para escuchar es educación.
Callar a tiempo es discernimiento.
Callar junto al que sufre es solidaridad.
Callar cuando se ha de hablar es cobardía.
Callar ante el fuerte es sometimiento.
Callar ante el débil es magnanimidad.
Callar ante una injusticia es complicidad.
Callar cuando te humillan es andar en la verdad
Callar en los momentos de dolor es virtud
Callar ante la injuria es fortaleza.
Callar para mejor amar es santidad.

&.
Para seguir, si se tiene tiempo, recuerdo otras catequesis de este blog:

-Lo que brota del silencio interior

-¡A ver si nos callamos!


-La monición hispana "Silentium facite!"


-El silencio también en el templo



 O, con paciencia, mirar en la columna derecha las "etiquetas del blog" y buscar "silencio".

16 comentarios:

  1. D. Javier, gracias, pero estas preciosas máximas no son mías. Las encontré en internet y las puse porque son realmente para meditarlas. Habría que darle las gracias a quien las escribió pero no están firmadas. Yo solo tuve la suerte de encontrarlas y poder colgarlas.
    Cuando una entrada la finalizo con este signo, &, es que yo no la he escrito. Cuando es un anónimo lo suelo poner.

    De todas las maneras, le hacemos un favor a la persona que las haya confeccionado porque son realmente para meditarlas; te hacen reflexionar y hoy, concretamente, me vienen a mí que ni al "pelo". Gracias por recordármelas.

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  2. Dichoso aquel que ha descubierto que habla y calla a destiempo, pero que hay Uno, Jesucristo, que lo ama. Porque entonces hablará por amor y callará por amor.

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  3. Capuchino, gracias por traernos estas máximas de tanta sabiduría. Y a don Javier también, claro.
    ¡Quien supiera tener ese dificil arte de hablar y callar cuando de verdad hay que hacerlo!

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  4. Hola D.Javier. Aquí me tengo que aplicar poco, me encanta escuchar, tengo poco que decir, casi todo lo dicen los demás, basta hacerles ver lo que han dicho ó ya se ha dicho. El libro de Proverbios es una joyita.Un abrazo.

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  5. Cada día que pasa estoy más acongojada...me queda tanto por aprender¡¡

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  6. Hace unos meses oí en Radio María a un sacerdote que organizó unos ejercicios espirituales para sus alumnos de secundaria.

    Le sorprendió que se apuntaran muy pocos e indagó la razón. Una chica le confesó que la razón de no apuntarse era que le tenía miedo al silencio. Siempre intentaba apartarlo con música, charla o incluso ruido. El sacerdote tuvo que dedicarse a fondo para convercerla de que, precisamente, lo que necesitaba era una temporada rodeada de silencio.

    Hoy en día vivimos saturados de estímulos y eso nos aleja de nosotros mismo y de Dios.

    Quiera el Señor ayudarnos a encontrar la justa proporción entre el silencio y la palabra. Esta proporción no es fácil de encontrar por nosotros mismos.

    Que Dios les bendiga con un domingo y su víspera, santos y llenos de felicidad. :)

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  7. Catequista Palma del Río18 febrero, 2011 21:36

    Modelo ideal para este difícil arrte de hablar y callar lo tenemos en la Virgen María ¡Maestra del sacrificio escondido y silencioso!, sabe y calla.

    Me viene a la memoria una frase que me han reperido infinidad de veces: "De callar no te arrepentirás nunca: de hablar muchas veces" (camino 639).

    O esta otra "Calla. Y que tus obras confirmen tu misión".

    Buen descanso a todos.

    P.D. a Capuchino de Silos:
    hace días buscando su "nueva receta"; me encontré con esta preciosidad de RECETA PARA LA VIDA, decirle que la estamos trabajando en el grupo de catequesis.

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  8. Capuchino de silos:

    ¡No sabía que el signo & era que provenía de otro lado! me pareció incisivo y por eso lo ofrezco a todos y me lo ofrezco a mí mismo.

    Desde Sevilla:

    Sí. Simplemente, sí.

    Aprendiz y NIP:

    El que viva perfectamente la catequesis de hoy que tire la primera piedra. Porque yo soy de los que dejan las piedras y salen de los primeros, corriendo a más no poder...

    Carolina:

    De acongojada nada. Oye, que no, que no te lo consiento. Cada día más animada por aprender más. Lo que nos falta a todos debe ser siempre estímulo y no susto ante lo que queda por recorrer. No. Ánimo. Caminamos todos juntos. ¿Vale?

    Miserere:

    Preciosa y certera la respuesta del sacerdote a esa chica. Buscamos evadirnos. El silencio nos incomoda porque nos pone de cara a la verdad, la verdad de Dios, la verdad de uno mismo.

    Por cierto (y dicho con cariño e ironía): ¿detecto humor fino en su largo deseo de "feliz domingo y su víspera"? Si es humor como respuesta a lo de la semana pasada, se lo acepto encantadísimo.

    Y... Gracias a todos.

    Vosotros, muchos, decís que aquí os sentís como en casa, acogidos, con paz, formándoos... Pero a mí me dais una alegría tremenda todos y cada uno por lo que me aportáis y porque me siento sacerdote con vosotros y para vosotros en esta "comunidad". De verdad. Mi sacerdocio, con vosotros en el blog, toma otra dimensión pastoral, formativa y, bien entendida, paternal. Me hacéis sentirme útil, me hacéis sentirme padre. Gracias. Gracias.

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  9. Catequista Palma del Río:

    Me viene a la memoria, pero no sé dónde lo he visto o leído, que a María se la denomina "Virgen del silencio y de la escucha".

    Pablo VI, ¡qué gran Papa!, la llamó "Virgen oyente":

    María es la "Virgen oyente", que acoge con fe la palabra de Dios: fe, que para ella fue premisa y camino hacia la Maternidad divina, porque, como intuyó S. Agustín: "la bienaventurada Virgen María concibió creyendo al (Jesús) que dio a luz creyendo" (45); en efecto, cuando recibió del Ángel la respuesta a su duda (cf. Lc 1,34-37) "Ella, llena de fe, y concibiendo a Cristo en su mente antes que en su seno", dijo: "he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra" (Lc 1,38) (46); fe, que fue para ella causa de bienaventuranza y seguridad en el cumplimiento de la palabra del Señor" (Lc 1, 45): fe, con la que Ella, protagonista y testigo singular de la Encarnación, volvía sobre los acontecimientos de la infancia de Cristo, confrontándolos entre sí en lo hondo de su corazón (Cf. Lc 2, 19. 51). Esto mismo hace la Iglesia, la cual, sobre todo en la sagrada Liturgia, escucha con fe, acoge, proclama, venera la palabra de Dios, la distribuye a los fieles como pan de vida (47) y escudriña a su luz los signos de los tiempos, interpreta y vive los acontecimientos de la historia" (PABLO VI, Marialis cultus, n. 17).

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  10. El Sagrario es mucho más elocuente que todas estas letras, por muy bien que estén. Él es el que realmente nos replantea continuamente. Más humildad, eso sí que a todos nos hace falta. Y más tiempo ante Él como somos, sin tanto papelito. Bueno, pues eso, me callo ya, que estoy más guapa.

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  11. Anónimo:

    El Sagrario es elocuente. Sí, claro.

    Ncesitamos todos humildad, sí.

    Pero no me gusta el tono del comentario (sarcástico cuanto menos);
    no me gusta el "anónimo", al menos ponga un pseudónimo para identificarnos;
    no me gusta la forma despreciativa de "papelito" ante la sugerencia de imprimir el artículo y confrontarlo con el Señor.

    Si Vd. puede pasar una hora o dos horas de contemplación absoluta ante el Sagrario, me alegro, pero no todos hemos llegado a tantos vuelos místicos y necesitamos algunos apoyos. Hasta Santa Teresa empezaba siempre con libros...

    Así que le ruego un tono constructivo y no el empleado.

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  12. No me tenga en cuenta el chiste sobre el fin de semana. No me pude resistir. :-)))

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  13. Hay un hermoso libro del P. Ignacio Larrañaga: El Silencio de María.
    Casi la mitad se puede leer en Google, en

    http://www.google.es/search?tbm=bks&tbo=1&q=ignacio+larra%C3%B1aga&btnG=Buscar+libros
    (aunque recomiendo leerlo entero, vale la pena)

    Comienza con un poema titulado Señora del Silencio.
    Como Google no permite copiar y pegar, lo copio a mano, a modo de oración, para que vayamos pareciéndonos a Ella:

    Madre del Silencio y de la Humildad
    Tú vives perdida y encontrada
    en el mar sin fondo del Misterio del Señor.
    Eres disponibilidad y receptividad.
    Eres fecundidad y plenitud.
    Eres atención y solicitud por los hermanos.
    En tí resplandecen la madurez humana
    y la elegancia espiritual.
    Eres señora de tí misma
    antes de ser Señora nuestra.

    No existe dispersión en tí.
    En un acto simple y total, tu alma toda inmóvil,
    está paralizada e identificada con el Señor.
    Estás dentro de Dios y Dios dentro de tí.
    El Misterio Total te envuelve y te penetra,
    te posee, ocupa e integra todo tu ser...

    Jamás se vió estampa humana de tanta dulzura
    ni se volverá a ver en la tierra
    mujer tan inefablemente evocadora.

    Sin embargo tu silencio no es ausencia
    sino presencia.
    Estás abismada en el Señor
    y al mismo tiempo atenta a los hermanos
    como en Caná.

    Nunca la comunicación es tan profunda
    como cuando no se dice nada
    y nunca el silencio es tan elocuente
    como cuando nada se comunica.

    Haznos comprender que el silencio
    no es desinterés por los hermanos,
    sino fuente de energía e irradiación,
    no es repliegue sino despliegue,
    y que para derramar riquezas
    es necesario acumularlas.
    El mundo se ahoga en el mar de la dispersión
    y no es posible amar a los hermanos
    con un corazón disperso.
    Haznos comprender
    que el apostolado sin silencio es alienación,
    y que el silencio sin apostolado es comodidad.

    Envuélvenos en el manto de tu silencio
    y comunícanos la fortaleza de tu Fe,
    la altura de tu Esperanza
    y la profundidad de tu Amor...
    ¡Oh Madre admirable del Silencio!

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  14. ¡¡UUffff!!, ¡vaya lo que nos da hoy!, ya lo había leido en el blog de Capuchino, ese día mejor callé, pero hoy prefiero hablar:
    si hablamos o callamos desde el corazón, con respeto y sinceridad, sembramos buena semilla que si Dios quiere puede dar fruto; pero si hablamos o callamos desde el odio, el rencor, la envidia, la prepotencia, ..., son piedras que tiramos al aire y que, tarde o temprano, encima nos caerán.
    ¡¿¡EQUIVOCARME!?!, ¡¡¡¡TANTAS VECES LO HARÉ!!!!
    pero """ Te gusta un corazón sincero """
    Besos mil.

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  15. A veces me cuesta saber cuando debo callarme. Oigo acusaciones a lo que yo estoy viviendo, veo como me dejan claro que hago el tonto buscando la Verdad, como nos acusasn de tantas cosas...y pienso que no hay más ciego que el que no quiere ver, que no puedo decir nada al hombre necio que construye su casa en la arena... ¿ no me estoy escondiendo como los apóstoles? ¿ no debo gritar ahí la Verdad que estoy viviendo?

    No sé, pienso que no me servirá de nada, que sólo recibiré respuestas necias y más intentos de humillar.

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  16. ¡¡Cuánto escribís!! ¿qué bien, no?

    Miserere:

    Gracias por la broma y el buen humor. Yo deseo que haya tenido una antevíspera gozosa, una víspera de domingo relajante y mañana, el domingo, felicísimo. ¡Me encanta la ironía!

    Aprendiz:

    Gracias por traernos el texto y ayudarnos.

    Nugua:

    Me recuerda su comentario el texto de N. P. S. Agustín en 1 Ioh., "si callas, calla por amor; si gritas, grita por amor... todo tenga su raíz y cimiento en el amor".

    Carolina:

    ¡Jo, chica! La situación que vives no es fácil, claro.

    La virtud de la prudencia es saber cómo hablar y cuándo, qué decir o qué no, o si es conveniente ahora callar... ¡Y se tarda en adquirirla!

    A veces tendrás que hablar y dar testimonio cristiano, y otras, cuando veas que el terreno es absolutamente estéril, y sólo buscan provocar, callar y quitarte de en medio. Es muy duro pero el Señor lo dijo claro. "No echéis las perlas a los cerdos, porque las pisotearán y se volverán contra vosotros".

    Ten ánimo, ¿vale?

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