sábado, 27 de marzo de 2010

Invitaciones para la Misa Crismal

La Iglesia de rito romano cursa invitación convocando a todos sus hijos a la celebración de la Misa crismal, en la mañana del Jueves Santo o en día próximo a él (la mayor parte de las diócesis, en la mañana del Martes Santo);

cursa invitación al ser en el rito romano según la Tradición una celebración de todo el pueblo cristiano presidido por su Obispo y rodeado de sus presbíteros y diáconos y no ser un acto clerical o exclusivamente sacerdotal;


cursa invitación para ser visiblemente una epifanía de la Iglesia local;

cursa invitación porque en esa venerable Misa crismal en la Catedral se bendecirán los óleos de catecúmenos y el óleo de sanación para la Unción de Enfermos, se consagrará solemnemente el Crisma y se renovarán las promesas sacerdotales, con una liturgia que anticipa la gozosa vigilia pascual;
y por el sentido mismo de los óleos, la Iglesia cursa invitación a todos aquellos que se relacionan con estos Óleos:

* cursa invitación -relacionado con el Óleo de catecúmenos (catequesis, bautismo, misión, evangelización)- a aquellos que trabajan en las catequesis prebautismales y a todos los catequistas de adultos y de catecumenados diversos,


* cursa invitación -relacionado con el Óleo de enfermos- a todos aquellos hijos suyos que trabajan profesionalmente en el campo de la Sanidad; igualmente cursa invitación a las religiosas y religiosos que asisten a ancianos y enfermos; cursa invitación a todos los equipos de pastoral de enfermos que visitan en sus parroquias a los enfermos y/o les llevan la comunión,


* cursa invitación -relacionado con el Santo Crisma- a todos aquellos que son catequistas de jóvenes y adultos para prepararlos al Sacramento de la Confirmación y, asimismo (y puede ser una experiencia pastoral-catequética) a los grupos que durante la Pascua van a recibir este Sacramento; cursa invitación a los seminaristas que serán ungidos en el presbiterado; cursa invitación a las parroquias de nueva construcción que ese año serán dedicadas solemnemente;


* cursa invitación a todos los presbíteros a fin de que renueven las promesas de su ordenación sacerdotal.


Así pues, la Iglesia diocesana queda convocada oficial y solemnemente a la Misa Crismal.

Y esto es espiritualidad litúrgica verdadera, esto es plan pastoral sincero y evangelizador, esto es auténtica Tradición (y nada de modernismo).

Siéntanse todos y cada cual invitados... y cada sacerdote invite en su parroquia... y crecerá una conciencia pascual y eclesial a la vez.

2 comentarios:

  1. Serìa interesante, y tambien me gustarìa, leer el estudio de usted: "La Bendición del Óleo de los enfermos en el contexto de la Misa Crismal, según aparece en el Misal Romano de Pablo VI (2ª Ed. Típica)".
    Està ya publicada?
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal vez sería interesante, sobre todo porque es un tema inexplorado. Sobre la Misa crismal hay poquísimo... Pero aún ni lo he publicado ni he hecho ninguna gestión editorial.

      Gracias por su interés.

      Eliminar