martes, 3 de noviembre de 2009

Educar para la liturgia II: Jesús orante fiel

"1. La oración de la Iglesia como Liturgia y como Eucaristía.

Por los relatos evangélicos sabemos que Cristo rezó como rezaba todo judío creyente y fiel a la ley. También sabemos que, en los años de su infancia con sus padres y más tarde con los discípulos, peregrinaba en las épocas prescritas a Jerusalén para celebrar las grandes fiestas en el Templo. Sin duda alguna cantó junto con los suyos lleno de entusiasmo los himnos de gozo que brotaban de la alegría inmensa de los peregrinos: “¡Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor!” (Sal 121,1). Las narraciones del último encuentro de Jesús con sus discípulos, que estuvo dedicado al cumplimiento de una de las más sagradas obligaciones religiosas, a saber, la celebración solemne de la Cena Pascual, en conmemoración de la liberación de la esclavitud de Egipto, nos testifican que Él pronunciaba las antiguas bendiciones judías, tal como se rezan todavía hoy sobre el pan, el vino y los frutos del campo. Quizá sea precisamente ese encuentro el que nos pueda dar la visión más profunda de la oración de Cristo y la clave para la comprensión de la oración de la Iglesia.


“Y mientras estaban comiendo tomó Jesús el pan, lo bendijo y dándoselo a sus discípulos dijo: Tomad y comed, este es mi cuerpo. Luego tomó el cáliz y dadas las gracias se lo dio diciendo: Tomad y bebed todos de él, porque esta es la Sangre de la Nueva Alianza que será derramada por muchos para el perdón de los pecados” (Mt 26, 26-28).

La bendición y fracción el pan y la bendición y entrega del vino pertenecían ya al rito del banquete pascual, pero ambos gestos reciben en este momento un sentido totalmente nuevo. En este preciso instante comienza la vida de la Iglesia. Ella se presentará públicamente, como una comunidad visible y llena del Espíritu, el mismo día de Pentecostés, pero aquí, durante la cena pascual, se realiza el injerto de los sarmientos en la vid, lo cual hizo posible que les fuera derramado el Espíritu.

Las antiguas bendiciones se convirtieron en boca de Cristo en palabras creadoras de vida. Los frutos de la tierra se convirtieron en su Cuerpo y su Sangre y fueron colmados de vida. La creación visible de la cual Cristo había tomado parte por medio de la encarnación se fusionaría con Él de una manera nueva y misteriosa. Los elementos que sirven para la constitución del cuerpo humano son transformados sustancialmente y, por su recepción, son transformados también los hombres, son introducidos en la unidad de vida con Cristo y plenificados con su vida divina. La fuerza vivificadora de la palabra está íntimamente unida a la víctima inmolada. La Palabra se hizo carne para ofrecer en holocausto la vida carnal que había asumido; para ofrecerse a sí misma y, por su entrega, presentar la creación redimida como ofrenda de alabanza al Creador.

La memoria de la Antigua Alianza se convirtió, en la Última Cena de Cristo con sus apóstoles, en el banquete pascual del Nuevo Testamento, en la ofrenda de la cruz del monte Calvario, en el gozoso banquete entre la Pascua y la ascensión al cielo, en el cual los discípulos reconocieron al Señor en la fracción del pan, y en la ofrenda eucarística con la santa comunión".

(Edith Stein, La oración de la Iglesia).

6 comentarios:

  1. Gracias por traernos estos estupendos textos de Edith Stein. Los fieles necesitamos formarnos para entender la liturgia y no verla como una costumbre pasada de moda que hay que soportar. El inmenso tesoro que encierra la liturgia necesita de certeras enseñanzas para vivirla.

    Dios le bendiga :)

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  2. Miserere:

    La liturgia para mí es fundamental, Tesoro de vida y Tradición y la fuente que nos pone en contacto con el Misterio, con Jesucristo mismo.

    Sufro cuando la liturgia se reduce a los aspectos más externos, ceremoniales, esteticistas (que no estéticos) prescindiendo de la teología que subyace, de la espiritualidad que la sustenta.

    Mi interés y una prioridad mía, en el nivel de reflexión pero igualmente en la praxis pastoral, es acompañar e introducir a vivir la liturgia como Acontecimiento de gracia y espiritualidad eclesial.

    Este blog es un intento más en esta misma línea. Me alegro que le agrade y le ayude. Espero que sea la misma experiencia de otros lectores.

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  3. Pues sí, es la misma experiencia es precioso y ayuda.
    Buenisima idea la oración semanal de la columna de la derecha.
    El otro día decía que con este blog pretende formación y oración y realmente es lo que mas falta nos puede hacer y es que cuando hay poco tiempo hay que emplearlo en lo que realmente importa. Decía también que una voz en medio de internet no sabe hasta que punto puede servir como educación en la fé.Tenga por seguro que es para lo que está sirviendo,dándole muchas gracias por ello. No se puede cuantificar pero quería que supiera que yo entré por casualidad (si es que en estas cosas existen las casualidades -que creo que no -) y estoy feliz por ello, por que realmente mueve al seguimiento de Cristo. Lo imprimo cada día para que lo lea mi marido y así "vamos a la par" .
    !Mucho éxito en rel. en libertad! , su éxito será un bien para muchos
    María M.

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  4. María M.: ¡Cuánto le agradezco sus palabras!, máxime por su testimonio matrimonial; me parece un acierto que los dos vayan a la par, creciendo así en la vocación a la santidad.

    Yo, torpe en informática, que jamás pensé en un apostolado de este tipo, no estoy acostumbrado a la red, sino a la catequesis de adultos en grupos parroquiales. Aquí se siente uno extraño sin ver los rostros, sin diálogo ni preguntas, sin poder acompañar personalmente.

    Será que me tengo que habituar a este ritmo, intentando ser padre y catequista sin conocer a los miembros de esta, digamos, "comunidad cristiana virtual".

    En cuanto a lo de Religión en Libertad, me resulta difícil el "editor" del blog, nunca consigo que un artículo salga en portada por torpeza técnica... Si cuaja allí, bendito sea Dios; y si no, aquí está este blog.

    Gracias por todo.

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  5. Pedro Arroyo Gómez04 noviembre, 2009 21:01

    Cuanto aprendimos de liturgia durante tu estancia en Lucena, recuerdo especialmente una conferencia que impartiste en la Casa de la Virgen sobre este tema tan importante y creo que desde ese momento me hiciste conocer y amar la liturgia.
    Gracias por formarnos y por compartir esos conocimientos, fundamentales para la correcta vivencia y una cercanía mayor al Misterio y a Jesucristo.

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  6. Si D. Javier, internet es un medio nuevo donde vamos dando un poco palos de ciego y aprendiendo cómo llevar a otras personas noticias de Dios.

    Los blogs se convierten en referentes e incluso en redes de personas que establecen una amistad especial. Una amistad más lejana y al mismo tiempo más sincera... es curioso pero cierto.

    Ya el Papa nos ha puesto en guardia para ir desembarcando en este nuevo continente.

    Dios le Bendiga :)

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