jueves, 11 de noviembre de 2010

¿Qué somos y qué fuimos?




España ha tenido una identidad forjada por la fe, por la grandeza de alma y por un sentido alto de responsabilidad, preservando los derechos y libertades gracias a su Derecho. ¿Habrá que recordar a la Escuela de Salamanca? Sí, esto no quita el pecado de los hombres concretos, pero no el alma de toda una nación. Jamás estableció la esclavitud ni degradó a los hombres exterminándolos como otros Imperios hicieron al descubrir o conquistar, sino que respetó su libertad y dignidad, empezando por el mestizaje como ejemplo. España nace cristiana y eso forma parte de su grandeza.

Necesitamos reconocer y recordar la grandeza y la vocación de España. Necesitamos volver a nuestros orígenes y raíces, tan nobles, para confrontando con nuestro presente, crear un futuro digno de la propia vocación. Dicho de otra forma, volver a ser lo que fuimos; que nuestro pasado y el alma hispana se proyecten a nuestro futuro.

Éste es el sentido que podemos sacar de las primeras palabras, protocolarias y de saludo, del Papa en Santiago. ¿Qué España? ¿Qué fue? ¿Qué aportó? ¿Qué hizo?

“Siento una profunda alegría al estar de nuevo en España, que ha dado al mundo una pléyade de grandes santos, fundadores y poetas, como Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Francisco Javier, entre otros muchos; la que en el siglo XX ha suscitado nuevas instituciones, grupos y comunidades de vida cristiana y de acción apostólica y, en los últimos decenios, camina en concordia y unidad, en libertad y paz, mirando al futuro con esperanza y responsabilidad. Movida por su rico patrimonio de valores humanos y espirituales, busca asimismo superarse en medio de las dificultades y ofrecer su solidaridad a la comunidad internacional.
Estas aportaciones e iniciativas de vuestra dilatada historia, y también de hoy, junto al significado de estos dos lugares de vuestra hermosa geografía que visitaré en esta ocasión, me dan pie para ensanchar mi pensamiento a todos los pueblos de España y de Europa. Como el Siervo de Dios Juan Pablo II, que desde Compostela exhortó al viejo Continente a dar nueva pujanza a sus raíces cristianas, también yo quisiera invitar a España y a Europa a edificar su presente y a proyectar su futuro desde la verdad auténtica del hombre, desde la libertad que respeta esa verdad y nunca la hiere, y desde la justicia para todos, comenzando por los más pobres y desvalidos. Una España y una Europa no sólo preocupadas de las necesidades materiales de los hombres, sino también de las morales y sociales, de las espirituales y religiosas, porque todas ellas son exigencias genuinas del único hombre y sólo así se trabaja eficaz, íntegra y fecundamente por su bien” (Benedicto XVI, Discurso de bienvenida, Santiago de Compostela, 6-noviembre-2010).

¿Qué señalaba el Papa?

- Primero, la pléyade de santos. España ha dado grandes santos a la Iglesia, santos que han dejado una impronta clara e indeleble... pero que hoy deberá seguir suscitando santos, hombres y mujeres llenos de Dios, que sean transparencia de Cristo. Toda pastoral debe ser una “pastoral de la santidad” y tal vez, entonces, haya que cambiar el rumbo de lo que muchas veces se hace.

- Segundo: el Papa valora la vitalidad eclesial en España. Han surgido “instituciones, grupos y comunidades de vida cristiana y de acción apostólica” y esto es bueno, aunque no coincidan, tal vez, con la particular y peculiar sensibilidad. La Iglesia, en España, ni ha estado muerta, ni lo está: movimientos, grupos, comunidades han proliferado y enriquecen el dinamismo evangelizador de la Iglesia. Esto es bueno y laudable.

- Tercero: la situación social hoy, mirada en su aspecto positivo, es una sociedad, dice el Papa, que camina en concordia y unidad, en libertad y paz, mirando al futuro con esperanza y responsabilidad. Tal vez haya una madurez social que dio estos frutos, pero no pueden peligrar, ni ser cuestionados. La unidad es un bien, la concordia es imprescindible para la vida social, sin fomentar odios ni rencillas. La madurez de una sociedad es la búsqueda de la Verdad, en la unidad y la concordia, no simplemente en el consenso (ponernos de acuerdo aunque lo que acordemos sea malo en sí mismo: el consenso es relativismo enmascarado).

- Cuarto y último por ahora: el Papa reconoce el rico patrimonio de valores morales y espirituales del alma española. Esto hizo que acometiéramos grandes empresas y que hoy mostremos una determinada solidaridad internacional. ¿Sin los valores morales y espirituales podríamos? ¿Qué ofrecemos a los hombres, qué ofrecemos a Europa y al conjunto de las naciones si privamos a España de esos valores morales y de esos valores espirituales igualmente necesarios? Es necesario volver a inyectar auténtica espiritualidad en el alma hispana, hoy vaciada por la propaganda y la ideología imperante; es necesario recuperar el propio genio, la propia esencia, para ser fieles a lo que fuimos y a lo que estamos llamados a ser.

Los amigos más sensibles a estos temas "hispanos", y más cultos e ilustrados que yo, deberían hoy enriquecer el artículo con sus comentarios para que todos aprendiéramos más. ¡Os espero!

8 comentarios:

  1. Vaya ... iba a comentar, pero el último párrafo hace que me retraiga ... jajaja

    No, en serio. Sólo una cosa: la Historia de España es una luminaria gigantesca que apunta a la eternidad constantemente. Por eso no es casualidad que el laicismo expañol quede tan perfectamente "mapeado" con quienes están empeñados en borrar, tergiversar u ocultar todo ese legado (y esto desde hace 200 años).

    Yo mismo, y conozco más casos, creo que encontré en la contemplación de esa historia los punteros primeros que me llevaron a redescubrir la fe de la única y auténtica Iglesia, y a ver con suma claridad como el Rey del Universo sigue actuando en el mundo, a través de sus hijos fieles.

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  2. El último párrafo iba para Vd., para Embajador, para algunos más...

    A mí es un tema que me gusta, pero que reconozco que sólo tengo intuiciones y unos cuantos libros leídos, pero que nunca he trabajado a fondo. Por eso espero las aportaciones de los amigos que sí saben de esto.

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  3. Hola D.Javier: Yo también espero leer comentarios al respecto, es un tema muy interesante y que venga un Alemán, por muy Papa que es éste mi Papa, es como esos libros buenos sobre Felipe II escritos por ingleses...me duele España, más bien que en España nadie se atreva.

    Creo que dos preguntas que se han perdido entre la mayoría a la hora de trabajar, pensar, obrar, es: ¿esto lo quiere Dios? y ¿cómo lo quiere?

    Porque España, nos recordó; escrita por el E.S. en las cartas por la pluma del Apóstol, sin Dios no puede existir. Nuestra piedra angular es Él.


    El cimiento de nuestra España es Dios mismo.

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  4. Vengo por consejo de Séneka.
    ¿De verdad esperas que yo le enmiende la plana al Papa?
    Sabe muy bien lo que quiere decir, lo dice muy bien, y ya está.
    Plantealo en otros términos y entraré al trapo, claro.

    Porque España fue, en muchos casos, a pesar de la clerecía y de Roma; y España, a pesar de todo es responsable directa de la existencia del papado; pero no es una cuestion clerecial, ni eclesiástica, es una cuestión civil de personas, gente de labrar y carro, no teología ni cultura sino sentimiento y fe, y de eso, no se habla: se sabe, o no se sabe.
    Lo demas es historia, que me divierte.

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  5. Ignacio:

    Saludos y bienvenido.

    En ningún momento planteo el artículo para "enmendarle la plana al Papa"; eso no se hace en este blog-catequesis, con lo que creo que me ha entendido mal.

    El método, más simple, es qué sacamos como consecuencias de las palabras del Papa. Yo he planteado algunos puntos centrándome en lo que se podría llamar "el alma hispana" o "el genio español" y, simplemente, espero que otros amigos que este tema lo han trabajado más y saben infinitamente más que yo completen la reflexión, o saquen nuevos puntos a partir de lo que ha dicho el Papa.

    Por cierto: la cosa no es de sentimiento y fe, que eso hay mucho reducido a emotividad (variante del romanticismo liberal en lo religioso), sino de teología y cultura, de una fe que se encarna y se expresa socialmente.

    Saludos de nuevo; le reitero mi bienvenida.

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  6. Creo que el texto paradigmático sobre la cuestión que plantea el post de hoy sigue siendo el epílogo de la Historia de los heterodoxos, de Menéndez Pelayo. Permítame citar algunas de sus palabras:
    "Esta unidad (la de creencia) se la dio a España el Cristianismo. La Iglesia nos educó a sus pechos, con sus mártires y confesores, con sus Padres, con el régimen admirable de sus Concilios. Por ella fuimos nación, y gran nación, en vez de muchedumbre de gentes colecticias, nacidas para presa de la tenaz porfía de cualquier vecino codicioso. No elaboraron nuestra unidad el hierro de la conquista ni la sabiduría de los legisladores; la hicieron los dos apóstoles y los siete varones apostólicos; la regaron con su sangre el Diácono Lorenzo, los atletas del circo de Tarragona, las vírgenes Eulalia y Engracia, las innumerables legiones de mártires cesaraugustanos; la escribieron en su draconiano Código los Padres de Ilíberis; brilló en Nicea y en Sardis sobre la frente de Osio y en Roma sobre la frente de San Dámaso; la cantó Prudencio en versos de hierro celtibérico; triunfó del maniqueísmo y del gnosticismo oriental, del arrianismo de los bárbaros y del donatismo africano; civilizó a los suevos, hizo de los visigodos la primera nación del Occidente...
    Dios nos conservó la victoria, y premió el esfuerzo perseverante dándonos el destino más alto entre todos los destinos de la historia humana: el de completar el planeta, el de borrar los antiguos linderos del mismo..."
    Páginas hermosísimas que todo español debería conocer y meditar. ¿Qué hemos hecho de nuestra herencia? ¿Cómo es posible que hayamos decaído tanto? ¿No será la pérdida de la unidad católica que nos hace volver al cantonalismo y los reinos de taifas, como dice el mismo epílogo?
    Enhorabuena, D. Javier, por plantear la cuestión del alma hispana. En definitiva, el ser de España se identifica con su alma católica. Sin ella no sería realmente España.

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  7. No sé que ha sido mejor,sinceramente,si el post o el comentario o FIL: enhorabuena a ambos

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  8. Gracias a todos por vuestras aportaciones.

    Pensé que habría más incluso... (¡ambicioso que es uno!) y que, tal vez, alguien citara a Ramiro de Maeztu, por ejemplo... El tema sigue aquí y sigue abierto. Y mañana hay más sobre lo mismo, por la importancia que creo que tiene.

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