viernes, 23 de marzo de 2012

Somnolencia en Getsemaní, sensibilidad embotada

La originalidad de esta interpretación merece ser destacada y pensada.

Para Ratzinger, en Jesús de Nazaret (vol. II), el sueño de los discípulos en el Huerto de los Olivos es algo más que el cansancio natural o las horas nocturnas agotadoras. Es la experiencia de la sensibilidad que no sufre, que queda anestesiada, embotada, insensible.


¡Tremendo! Podemos pasar ante el sufrimiento y no verlo ni sentir su desgarro. Cristo puede estar sufriendo y nosotros en nuestras cosas; pasamos ante el sufrimiento del hermano y no lo percibimos: ¡tan aturdidos estamos! ¡Tan cerrados a los demás, encerrados a nosotros mismos!

"Después del rezo ritual en común de los Salmos, Jesús oraba solo, como había hecho antes tantas otras noches. Pero deja cerca al grupo de los tres, conocido también en otras ocasiones, y particularmente en el relato de la Transfiguración: Pedro, Santiago y Juan. Así, aunque vencidos continuamente por el sueño, éstos se convierten en testigos de su lucha nocturna. Marcos nos dice que Jesús comenzó a "entristecerse y angustiarse". El Señor dice a sus discípulos: "Me muero de tristeza: quedaos aquí y velad conmigo" (14,33s).



El llamamiento a la vigilancia había sido ya un tema central en el anuncio en Jerusalén, y ahora aparece con una urgencia muy inmediata. Pero aunque se refiere a aquella hora precisa, este llamamiento apunta anticipadamente a la historia futura del cristianismo. La somnolencia de los discípulos sigue siendo a lo largo de los siglos una ocasión favorable para el poder del mal. Esta somnolencia es un embotamiento del alma, que no se deja inquietar por el poder del mal en el mundo, por toda la injusticia y el sufrimiento que devastan la tierra. Es una insensibilidad que prefiere ignorar todo eso; se tranquiliza pensando que, en el fondo, no es tan grave, para poder permanecer así en la autocomplacencia de la propia existencia satisfecha. Pero esta falta de sensibilidad de las almas, esta falta de vigilancia, tanto por lo que se refiere a la cercanía de Dios como al poder amenazador del mal, otorga un poder en el mundo al maligno" (p. 181).

¡Despiértanos, Señor!

No nos dejes así, embrutecidos, embotados, embobados.

¡Despiértanos...!

12 comentarios:

  1. Si es cierto...esto en mi ha sido una buena presa para el tentador....soy muy sensible y apasionada, muy vital...me dicen....y he visto como en momentos de gran tribulacion el agotamiento me ha llevado al limite...pero ahora que sé donde aparece el mal a susurrarme...no sabe como me despierta!!....me pone en movimiento rapidamente....El embotamiento del alma es de los sufrimientos mas enormes que sufrimos en nuestra sociedad......un abrazo y rece por mi. Vamos bien despiertos a la Pascua no?...

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  2. Una buena manera de combatir la propia insensibilidad ante los padecimientos de nuestro Jesús, es leer la pasión según Ana Catalina Emmerich, por ejemplo.
    Realmente impresionante.
    Un saludo cordial a todos.

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  3. La somnolencia de los discípulos sigue siendo a lo largo de los siglos una ocasión favorable para el poder del mal...

    ...esta falta de vigilancia, tanto por lo que se refiere a la cercanía de Dios como al poder amenazador del mal, otorga un poder en el mundo al maligno"

    Por dos veces hace hincapié el Papa en la misma idea. Se podría decir que no es posible la neutralidad, que, allí donde la Iglesia retrocede, el poder del maligno avanza, que si no estamos unidos a Cristo, le estamos haciendo el juego al diablo. Algo así seguramente quiso decir Jesús cuando dijo que "el que no está conmigo está contra Mí"
    Kyrie, éléison.

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  4. Cristo se debate en una angustia mortal: «caía en tierra», se levanta para ir donde sus discípulos, vuelve a arrodillarse, después se alza. La palabra «agonía» dicha de Jesús en Getsemaní yo la siento también en su sentido originario de lucha porque llega el tiempo en que la oración se transforma en combate, fatiga, agonía. Pedro, Santiago y Juan parecen los tres privilegiados pero puede que Jesús los llevara con Él no por concederles un privlegio sino porque eran los que mayor resistencia ponían al Maestro cuando les hablaba de su destino doloroso en la crucifixión. Pedro ha intentado incluso quitarle esas ideas absurdas de la cabeza; los hermanos Santiago y Juan le andan pidiendo los primeros puestos en el reino del Mesías. No habían entendido.

    Una “cariñosa” diverticulitis me confina en una habitación de hospital sin comer ni beber durante al parecer 10 días; esta situación es lo más cercano en mi vida a la experiencia física de desierto; Dios le dará fecundidad.

    ¡Qué Dios les bendiga!

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    1. Amiga:

      Estamos en comunión y pedimos por vd. en ese desierto de 10 días. ¿Y tiene ordenador para escribir? Así sigue con nosotros las catequesis.

      Me "apropio" de esa experiencia de dolor: por favor, ofrézcala al Señor que tengo muchas intenciones y personas a mi espaldas.

      Un beso, un abrazo, una bendición.

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  5. Tras leer esta entrada y escribir otro comentario en su post anterior --basado en las enseñanzas de De Lubac--,

    he recordado que el Papa, en el vol. 1 de "Jesús de Nazaret",

    comenta una idea de De Lubac acerca del temor al Maligno que dominaba el mundo precristiano, que vivía sobrecogido por el poder del demonio,

    y cómo la verdad y la gracia de Cristo supuso una auténtica liberación eficaz y un remedio verdadero contra el poder de las potestades del mal, que sojuzgaban la civilización pre-sobrenatural.

    Es una aguda idea de De Lubac que recoge el Papa en el vol I.

    Esto me ha recordado una imagen de cuadro.

    Tras un árbol, como escondido, el demonio "susurra sueños" y suscita sopor , y espía a los discípulos somnolientos.

    Es una imagen que hallamos por ejemplo en la poesía cristianísima del malogrado George Trakl: las fuerzas del mal generan somnolencias e insensibilidades. Es la Gracia la fuerza que nos despierta del letargo de la muerte.

    El demonio quiere que nos durmamos y no velemos. Pero Cristo nos despierta.

    Un post muy enriqucedor. Gracias y un fuerte abrazo

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    1. Original y profunda la exégesis de Benedicto XVI. Me ha recordado al Kempis y la exégesis medieval, las imágenes didácticas de los breviarios y los misales, el espíritu de la hermenéutica monástica en su lucha contra el embotamiento del alma y el endurecimiento del corazón...

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    2. Los cristianos moralistas quieren imitar "los valores" de Jesús. --Son soporíferos, somnolientos y aburridos como piedras.

      Los cristianos más espirituales quieren imitar a Jesús en general. --Velan un poco, pero tienen sueño y caen dormidos.

      Pero los cristianos que se proponen de verdad ser santos con todas sus consecuencias en el Getsemaní sombrío del mundo de hoy en día,

      saben por gracia que tendrán que compartir el santo y espantoso Temor de Cristo en el Huerto de su Agonía,

      y que habrán de sufrir salutíferamente y sudar sangre por su Iglesia.

      Y que el Señor les pagará al ciento por uno cada gota de agonía.

      LAUS DEO y mucho ánimo en Cristo!!

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    3. ¡Qué acertada manera de decirlo!

      Los cristianos moralistas, cansinos, repetitivos, secos, buscan imitar los "valores" de Jesús, y no todos los valores, sino los que coinciden con la propuesta de la post-modernidad.

      Los más espirituales -Orígenes y la patrística en general los llamarían "los perfectos"- quieren imtiar a "todo Jesús", a su persona entera.

      También eso es combate-agonía-lucha en la Iglesia.

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  6. Una catequesis ofrece un tema de formación (dogmática, litúrgica, moral o espiritual), se explica, se desarrolla, se sacan conclusiones o aplicaciones para que luego cada uno, mientras escucha:

    -lo interiorice
    -lo memorice
    -lo confronte con su propia experiencia y vea qué tiene que depurar en su corazón
    -lo rece con el Señor.

    Dicho lo cual, aquí hemos expuesto un tema y en el diálogo cada uno ha ido aportando matices, luces nuevas, con los que todos nos enriquecemos (toda catequesis cristiana necesita también de los otros, de su palabra).

    Me sorprende, no obstante, que la idea central de la catequesis de hoy ha pasado un poco por alto y es ahí donde quiero insistir. Era la afirmación de Ratzinger sobre la insensibilidad ante el dolor, el mal, el sufrimiento del otro (o del mundo), embotando la conciencia y autojustificándose.

    El demonio susurra para que durmamos y evitar que suframos con el sufrimiento del otro, o sea, no amemos al otro com-padeciéndonos.

    ¡Cuántas soledades no hemos rescatado porque dormíamos sin ver el dolor, sin querer verlo!

    Terminaba Ratzinger: entonces el poder del Maligno aumenta. Si nosotros dormimos, él actúa derrochando maldad, porque nadie lo va a frenar, ni nadie le va a oponer al mal una superabundancia de caridad.

    Feliz día. Eso sí, velando, vigilando, amando.

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  7. Tiene razón don Javier, es posible que hayamos pasado por alto la idea central sobre la insensibilidad ante el dolor del otro. Y el dolor, el mal siempre es causado por el pecado, por eso Getsemani es un lugar excepcional para vivir con Jesús el "aplastamiento" que sufre al recaer en Él el pecado de la Humanidad. En nuestra época, producto del individualismo y del romanticismo, solemos ser sensibleros, no sensibles, incapaces de ver las raíces del mal para así poder extirparlas y acompañar a quien lo sufre.

    Getsemani es un lugar especial para mí, ya lo era antes de viajar a Tierra Santa y después lo es mucho más, es mi lugar especial, lugar de lucha porque qué difícil es rezar el Rosario con diverticulitis.

    Mis hijos se han ocupado de facilitar mi acceso a internet para que, según ellos, no me aburra (yo me había traído a san Juan de la Cruz), pero escribir con una sola mano....

    Gracias por sus palabras de ánimo y especialmente por su bendición.

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    1. Julia María:

      En un salón normal de catequesis de adultos, y en eso tengo experiencia, el diálogo a partir de los temas formativos podía derivar en muchas cuestiones, buenas, sanísimas, interesantes, pero yo solía reconducir las aportaciones al tema presentado porque es el que quería que quedase fijado en las mentes y corazones. Eso es lo que he hecho aquí porque para mí este blog es un inmenso salón de catequesis de adultos, de formación permanente, y si hay que reconducir temas, lo hago.

      Siga con el ordenador en el hospital: además de su familia y amigos, ya ve que tiene aquí una comunidad virtual que la abraza y reza por vd., incluso los que nunca escriben por pudor.

      Dele las gracias a sus hijos - insectos de mi parte por facilitarle Internésss y seguir aquí con nosotros. Infórmenos de sus mejorías.

      Un abrazo a todos.

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