jueves, 26 de septiembre de 2013

Discernimiento y pensamientos (Exht. a un hijo espiritual - XIII)

"No aspires a complacer a ningún otro, salvo solamente al Señor. Para todo lo que pienses hacer, piensa primero en el Señor y examina con detenimiento si está de acuerdo con el Señor lo que piensas. Y si está bien a los ojos de Dios, realízalo; pero si se descubre que es contrario a Él, arráncalo de tu alma.


Todos los días analiza muy cuidadosamente tus actos, y si adviertes que eres víctima del pecado, refúgiate pronto en la penitencia. No quiero que continúes arrastrando tu pecado de día en día, sino que, si has tenido algún mal pensamiento, haz penitencia como Dios manda y arranca velozmente de tu corazón ese pecado. Y no digas: "No es grave esa falta que sólo he cometido con el pensamiento", porque a los ojos de Dios todo queda manifiesto y evidente.

No permitas que, como espinas y abrojos, crezcan en ti los malos pensamientos ni los descuides como si no tuvieran importancia: que quien menosprecia las faltas mínimas, se irá deslizando poco a poco en el mal. No menosprecies la picadura de una serpiente, no sea que su veneno se te extienda hasta el corazón. Arranca las ramas de espinas del labrantío de tu corazón, para que no claven en ti sus hondas raíces. Entérate de que tu corazón es el labrantío del Señor, cultívalo con las doctrinas celestiales y no permitas que en el labrantío del Señor se siembre la cizaña.

Así pues, si de este modo te mantienes en vela, fácilmente podrás ascender hasta la perfección" 

(S. Basilio Magno, Exh. a un hijo espiritual, n. 12).

2 comentarios:

  1. ¡Cuánto tiene lo que nos escribe de conocimiento de uno mismo!, cosa que tengo para mi que solo puede hacerse a través de CRISTO. y solo se puede ir hacia EL, identificando y apartando el pecado, que solo se puede hacer, a través de la GRACIA. Todo un círculo gracioso, y no en la acepción ordinaria del término. Alabado sea DIOS. Sigo rezando. DIOS les bendiga.

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  2. Discernimiento y pensamientos. "No aspires a complacer a ningún otro, salvo solamente al Señor". Muy a menudo el corazón del hombre se engaña porque todo lo interpretamos a “nuestra manera”. Lo que cada uno “ve” da una idea de cómo es y no tanto de cómo debe ser. Pero ¿por qué?

    Muy sencillo: el corazón humano tiende a manipular incluso a Dios. Por ello el contenido de esta entrada se interrelaciona con la entrada del día 22 relativa a la ascética, entrada que resumiría en sus frases finales: abnegación para afirmar a Cristo en uno mismo, quitando aquello que le estorba a Él, y renuncia. Sólo así llegaremos a saber que ese pensamiento que nos parece banal (“todo el mundo lo piensa”) tiene raíces más profundas en las que ni siquiera hemos reparado porque no las “vemos” y que sí tiene su importancia; que no es normal, ajustado a la norma divina, sino común, es decir lo encontramos en muchos hombres. Caeremos en la cuenta que quitarle importancia trae causa de nuestra ignorancia, de nuestras medias verdades o de nuestra comodidad, pero que el hilo del pensamiento, que nos parece fino, nos ata y nos separa de Dios y no podremos volar si, como dice san Juan de la Cruz, no tenemos el valor de cortarlo de raíz, es decir si no cortamos aquello que ha hecho surgir el pensamiento, sea defecto de carácter sean raíces de pecado o ignorancia.

    Filiación espiritual. "A un hijo espiritual". El corazón, inteligencia y conciencia, pensamiento, percepción, memoria, emoción, voluntad, imaginación y todos los procesos cognitivos inconscientes, constituyen nuestro ser actual; “verse” a uno mismo sin ayuda exterior de quien te pueda “mirar” libre de tus propios prejuicios (juicios previos) es muy importante.

    En oración ¡Qué Dios les bendiga!

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