viernes, 8 de junio de 2012

Adorar la Eucaristía


 La celebración eucarística es origen y fin del culto fuera de la Misa.

El origen de la reserva eucarística es el Viático y la comunión a los enfermos y, por extensión –como luego veremos- la adoración, y su fin y culmen también, porque la culminación de todo culto litúrgico-sacramental es la celebración eucarística, y, en ella, la comunión sacramental; plenitud cuando los fieles ofrecen la Víctima, se ofrecen con Cristo-Víctima y comulgan con la Víctima sacramental. 

Hay un doble movimiento teológico y espiritual de la Eucaristía celebrada a la Eucaristía adorada, o mejor, del culto eucarístico al culto a la Eucaristía y viceversa. Una corriente dinámica que es consecuencia de un principio básico: la presencia real del Señor en la Eucaristía.

Eucharisticum Mysterium 3f habla claramente de que la Eucaristía recibe un culto de latría, éste reservado sólo a Dios mismo, por la transustanciación, la conversión óntica de las especies sacramentales en el Cuerpo y la Sangre del Señor resucitado.

           Dice RCCE 3: 
“Nadie debe dudar «que los cristianos tributan a este Santísimo Sacramento, al venerarlo, el culto de latría que se debe al Dios verdadero, según la costumbre siempre aceptada en la Iglesia católica. Porque no debe dejar de ser adorado por el hecho de haber sido instituido por Cristo, el Señor, para ser comido»”. 

Éste punto es de capital importancia para fundamentar teológicamente el culto de adoración eucarístico en la doctrina de la Iglesia.

     La afirmación clave es que, puesto que real y sustancialmente está presente Jesucristo, “no debe dejar de ser adorado por el hecho de haber sido instituido para ser comido”, relacionando así además celebración (“ser comido”) con su prolongación (“ser adorado”) –si bien la misma celebración de la misa y la comunión es ya adoración-. El documento se remite a la sesión XIII del Concilio de Trento en su Decreto sobre la Eucaristía:

“No queda, pues, ningún lugar a duda de que, conforme a la costumbre recibida de siempre en la Iglesia Católica, todos los fieles de Cristo en su veneración a este santísimo sacramento deben tributarle aquel culto de latría que se debe al verdadero Dios [Can. 6]. Porque no es razón para que se le deba adorar menos, el hecho de que fue por Cristo Señor instituído para ser recibido [Mt. 26, 26 ss]. Porque aquel mismo Dios creemos que está en él presente, a quien al introducirle el Padre eterno en el orbe de la tierra dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios [Hebr 1, 6; según Ps. 96, 7]; a quien los Magos, postrándose le adoraron [cf. Mt. 2, 11], a quien, en fin, la Escritura atestigua [cf. Mt. 28, 17] que le adoraron los Apóstoles en Galilea” (Ds 1643).
    Y la objeción de que al ser instituido para ser comido convertiría en absurda su adoración, sobre todo, extra missam, Benedicto XVI últimamente ha argumentado así:

“Una objeción difundida entonces se basaba, por ejemplo, en la observación de que el Pan eucarístico no habría sido dado para ser contemplado, sino para ser comido. En realidad, a la luz de la experiencia de oración de la Iglesia, dicha contraposición se mostró carente de todo fundamento. Ya decía san Agustín: « nemo autem illam carnem manducat, nisi prius adoraverit; [...] peccemus non adorando  – Nadie come de esta carne sin antes adorarla [...], pecaríamos si no la adoráramos » (Enarrationes in Psalmos 98,9 CCL XXXIX 1385; cf. Discurso a la Curia Romana (22 diciembre 2005): AAS 98 (2006), 44-45). En efecto, en la Eucaristía el Hijo de Dios viene a nuestro encuentro y desea unirse a nosotros; la adoración eucarística no es sino la continuación obvia de la celebración eucarística, la cual es en sí misma el acto más grande de adoración de la Iglesia. Recibir la Eucaristía significa adorar al que recibimos. Precisamente así, y sólo así, nos hacemos una sola cosa con Él y, en cierto modo, pregustamos anticipadamente la belleza de la liturgia celestial. La adoración fuera de la santa Misa prolonga e intensifica lo acontecido en la misma celebración litúrgica” (Exhortación apostólica “Sacramentum caritatis, n. 66).

13 comentarios:

  1. ¡Qué tema! ¡Para pasarse el día con él, y la semana, y el mes, y el año... y la vida!

    Jesús comido y adorado... Esto sí que es "droga" que "engancha", aunque el esfuerzo sea pobre, porque El va supliendo, completando, arrebatando.

    Quiero engancharme en fidelidad progresiva. ¡Ayúdame, Señor Jesús! Creo y adoro, pero aumenta mi fe!!! porque a veces, estoy muy dispersa aún delante del Santísimo.

    Gracias, D. Javier, por prepararnos el alimento de la verdad y el amor en "bandeja de plata".

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    1. Solamente las almas enamoradas descubren la hondura de la Eucaristía. Aquí se pueden exponer las verdades de fe y animar a vivirlas, pero enamorarse depende del alma y del Espíritu Santo.

      Las distracciones, la falta de recogimiento por más que se quiera, es un mal muy generalizado, difícil de erradicar. ¡Quién nos diera una fórmula mágica para ese problema!

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  2. Con la catequesis de hoy nos vamos preparando para celebrar la Fiesta del Corpus Christi.

    D. Javier , haciendo ahora un repaso de entradas anteriores he visto que el Señor ha atendido esas dos peticiones importantes por las que le hemos estado pidiento y está claro que seguimos rezando por usted y sus intenciones , así como por los miembros de nuestra Parroquia virtual , ese es nuestro compromiso. Al hilo de esto , os pido que receis por una de mis hermanas que tiene una gravisima enfermedad , por la salud de su cuerpo ( está realmente difícil ) y sobre todo de su alma. No sabeis cuanto os lo agradezco.

    Un abrazo a todos

    Maria M.

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    1. Así es María M.: llevaba varios años esperando... y con la oración de todos me parece que el Señor ha atendido por completo esas dos intenciones.

      Seguimos en oración e incluimos a su hermana.

      Un gran abrazo (y mi bendición para ella +)

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  3. D Javier...me llevo todos sus afanes y deseos a mi Adoracion de esta Noche...será un remanso de Paz para mi y m e espero al Señor con los oidos abiertos y el corazón frente a mi y deseoso de darme todo lo que me conviene.....una Gracia la de esta noche para mi.....

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    1. Gosspi:

      ¡qué regalazo más bueno me hace!Gracias. Póngame a mí y todas mis intenciones (entre ellas, cada uno de vosotros) ante el Señor en la adoración de esta noche.

      Mil gacias.

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  4. La adoración eucarística, respuesta de fe y de amor que da testimonio del tesoro más grande que tiene la Iglesia, el don de Dios mismo. Adorar no es una devoción más sino una forma sublime de permanecer en el amor del Señor que resolvió no abandonarnos y permanecer con nosotros hasta el fin de los tiempos. Adorando ininterrumpidamente día y noche, estamos proclamando ante nosotros mismos, ante la Iglesia y ante el mundo entero que creemos que Él está en el sagrario, que valoramos y agradecemos que lo esté, y que así se lo expresamos a Él porque es lo mejor que nos ha pasado, porque es nuestro gozo y alegría.

    Escribía Juan Pablo II: Seamos generosos con nuestro tiempo al ir a encontrarlo en la adoración y contemplación, llenos de fe y listos para hacer reparación por las grandes faltas y crímenes del mundo. Que nuestra adoración nunca cese porque la Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad de adoración eucarística. Y san Pedro Eymard: Vayan como si fueran al cielo, oren en cuatro tiempos: adoración, acción de gracias, reparación, súplicas.

    María M, ponemos a su hermana al cuidado amoroso de Jesús y María.

    ¡Qué Dios les bendiga!

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    1. La adoración eucarística es imprescindible para la vida personal de un católico así como para la vida eclesial en conjunto.

      Considero desde hace muchos años que una gran inversión en la pastoral parroquial es invertir tiempo en la adoración al Señor, fomentar y ampliar los horarios de exposición del Santísimo, etc., porque entonces cada uno podrá tener un encuentro personal con Cristo vivo y dilatar su alma como Iglesia. Se intercede. Se escucha a Cristo. Se repara. Se expía.

      El texto mismo de Juan Pablo II que vd. cita estuvo durante dos años y medio en este blog, en la columna derecha, con la foto de un Sagrario (lo quité por la cantidad de elementos que hay ya y atosigaban un tanto la vista del blog).

      Ayer mismo, la homilía del Santo Padre en Roma versó ampliamente sobre la adoración (y ya la traeremos al blog en su momento): http://revistaecclesia.com/content/view/35625/1/

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  5. Muchas gracias Julia María

    Un fuerte abrazo

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  6. María Estella08 junio, 2012 23:43

    La adoracion Eucaristica es un alimento impresionante de la vida espiritual.aparte de recibirlo en la misa como comida.muchas veces me ha hecho mucho bien,porque alli donde sago fuersa para mi apostolado. Gacias D. Javier por este tema. Quiero pedirle un favor. Tengo un grupo de diez personas que hacemos adoracion Eucaristica Cada viernes, en una capillahace un año, me gustaría que me ayudes alguna formulas que puede ayudarnos en la meditacion. Un fuerte abrazo.

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    1. María Estella:

      De la adoración brota el apostolado; y el apostolado, con recto fin (sin protagonismo, ni parecer más importante...) conduce a la adoración eucarística sosegada para que el Señor dé el crecimiento a lo que hemos sembrado. Es fenomenal esa relación.

      Para ese grupo de adoración, le sugiero lo siguiente:

      Mire tranquilamente en el blog (columna derecha) las siguientes etiquetas:

      a) Plegaria

      b) Padrenuestro

      c) Eucaristía

      d) Jesucristo

      e) Iglesia

      En la categoría "Plegaria" hay oraciones que muy bien se pueden rezar suavamente ante el Santísimo: primero un lector en voz alta, recogidamente, luego un rato de silencio amplio y finalmente todos a una la recitan.

      Con el Padrenuestro, hay una meditación por cada una de las 7 peticiones.

      Igualmente con "Eucaristía", "Jesucristo", "Iglesia", hay catequesis en este blog que, por el estilo en que están escritas, podrían servir como "meditaciones" ante el Santísimo.

      Tengo en mi cabeza publicar -¿cómo?, ¿dónde?- un libro con muchos elementos para la Hora santa, para la adoración en común. Creo que sería una ayuda porque apenas hay nada publicado.

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    2. María Estella10 junio, 2012 11:11

      Muchas grqcias, Dios les bendiga. En este encuentro de adoracion, cuenta con nuestra oración, para que su apostolado sea florecida por bien de las almas y Dios sea glorificado.
      Un fuerte abrazo.

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    3. Me emocionan sus palabras -estoy muy sensible-.

      Gracias, porque la oración de todos, miembros del blog, mis amigos y hermanos, los monasterios, etc., es la que me sostiene y la que dará fecundidad a lo que poco que yo haga.

      Mil gracias.

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