"Esta Pascua es la solemnidad común del universo, envío de Cristo al mundo por voluntad del Padre, amanecer divinamente inspirado de Cristo sobre la tierra, fiesta eterna de ángeles y arcángeles, vida inmortal de todo el cosmos, herida mortífera de la muerte, alimento inmortal de los hombres, vivificación celeste del universo, iniciación sagrada de cielos y tierra, que explica proféticamente Misterios viejos y nuevos, que en la tierra ven visiblemente y en el cielo contemplan espiritualmente quienes recibieron lo viejo y lo nuevo mediante un conocimiento sagrado.
Era preciso que el pecado fuera borrado; por eso Cristo mismo no cometió pecado. En su boca no se halló mentira alguna; pero se vistió de aquel cuerpo pobre y mortal (del primer Adán); de ahí que el Espíritu exclame a propósito de él. "No tenía apariencia ni presencia"; vimos que no tenía parecer ni belleza, desecho de los hijos de los hombres. En carne semejante a la del pecado, Él, que estaba sin pecado, condenó al pecado, demostrando así que no son los sanos, sino los enfermos, los que necesitan de médico. Curó nuestros cuerpos para que se cumpliera aquello de: "Yo, Yahvé, te he llamado en justicia, te así de la mano, te formé, y te he destinado a ser alianza del pueblo y luz de las gentes, para abrir los ojos ciegos, para sacar del calabozo al preso, de la cárcel a los que viven en tinieblas. Yo, Yahvé, ése es mi nombre. ¡Vosotros, sordos, escuchad las palabras de mi boca...!" mas cuando se haya hecho desaparecer toda maldad de cada uno, entonces será finalmente absorbida en la victoria la muerte hostil: "¿Dónde está, ¡oh muerte!, tu aguijón?"
Esta era la Pascua que Jesús deseaba ardientemente padecer por nosotros.
Con su Pasión nos libró de nuestras pasiones; con su muerte venció a la muerte; por medio del alimento visible nos comunicó su vida inmortal. Tal fue el anhelo redentor de Jesús, tal fue su espiritualísimo amor: presentar los tipos como tipos, y, en lugar de ellos, dar a sus discípulos su santo Cuerpo.
"Tomad, comed, éste es mi cuerpo; venid, bebed, ésta es mi sangre del Nuevo Testamento, que será derramada por muchos para remisión de los pecados". por eso no desea tanto comer, cuanto padecer, a fin de podernos librar de la pasión que merecimos nosotros por haber comido. Por eso plantó un madero y clavó piadosamente la mano que un día (en Adán) había sido mala, y demostró que, en verdad, de él (del árbol) estuvo suspendida la vida. Tú, Israel, no pudiste comer; nosotros, en cambio, comimos espiritualmente con conocimiento indestructible y después de esta comida morimos".
(Homilía pascual del Pseudo-Hipólito
en Odo Casel, Misterio de la Cruz, pp. 209-210).
Buenos días don Javier.¡Qué maravilla poder hacer click y averiguar algo más sobre Pseudo Hipólito! que ya debutó aquí hace 15 días.Pediré una renovaciónen profundidad en estas fiestas pascuales para preparar bien esa venida de Dios.Un abrazo.
ResponderEliminarFeliz día D. Javier, ya ha llegado el día, HOY ACABA SU TESINA, su comunidad virtual comienza a rezar para su defensa ante el tribunal. Esté contento es un día feliz en esta Pascua para todos.
ResponderEliminarEstaremos alegres a la espera de Pentecostés que ya llega pronto.
Santa Pascua, todo es nuevo, todo se renueva... Era preciso que el pecado fuera borrado.
ResponderEliminarPor eso nos dejó el Sacramento de la Reconciliación.
El Padre de la misericordia es la fuente de todo perdón. Realiza la reconciliación de los pecadores por la Pascua de su Hijo y el don de su Espíritu, a través de la oración y el ministerio de la Iglesia. Catecismo de la Igl.Cat. 1449.
¡Gracias al Señor, Aleluya!.
Habéis tenido muy buena idea para Pentecostés ;)
Feliz día a todos.
¡Vosotros, sordos, escuchad las palabras de mi boca...!
ResponderEliminarMenuda evidencia nos reseña Pseudo Hipólito. Somos sordos y lo malo es que lo somos, normalmente, por decisión propia. Cristo nos decía que "Quien tuviera oídos que oiga" ¿Que tenemos que oír?
La Palabra que se hace carne, habitó y habita entre nosotros.
Por eso la Pascua nos trae nuevos sarmientos que hacen que la cepa se haga nueva y de fruto abundante cada año.
Un abrazo a todos y que Dios les bendiga, con especial incidencia en D. Javier que con tesina terminada bajo el brazo le espera una especial pascua (paso) que es la defensa. Oraremos para que le vaya todo como debe irle: maravillosamente. :)
La Pascua me llena tanto que me veo mucho más pequeña de lo que realmente soy. Soy nada, pero para el Señor soy mucho. Esto me consuela y hace que crezca mi amor por Él.
ResponderEliminarGracias, D. Javier.
Feliz día para todos.
¡¡¡¡¡¡Enhorabuena por el punto final de la tesina!!!!!! Lo que viene es pan comido.
NIP:
ResponderEliminarConocemos al Pseudo-Hipólito un poquitín. Y es que creo que una comunidad formativa, como ésta, debe alimentarse y beber de los Padres de la Iglesia. No son tan difíciles como parecen o nos podemos creer. Son veneros purísimos de agua. Ya luego vienen los ingenieros y construyen los acueductos para transportar el agua, ¿no?
Catequista:
ResponderEliminarGracias.
Desde Sevilla:
Ya están preparados esos días previos a Pentecostés en el blog. ¡Para que no os quejéis, hermanos míos!
Después de cada catequesis, con la intención previa de orar unos por otros en el blog, rezaremos una petición de la liturgia, una oración colecta y luego un vídeo con una versión del Veni Creator. De esa manera, cada día, después de la catequesis, rezaremos juntos lo mismo, pidiendo unos por otros: ¡A ver cómo será el Pentecostés de esta comunidad!
Miserere:
ResponderEliminar¡Pascua, aleluya! Aunque seamos sordos, el Aleluya debe romper la sordera del corazón.
Queda para que me den fecha ante el tribunal. Informaré convenientemente cuando me señalen el día.
Capuchino de silos:
Es que tiene Vd. toda la razón del mundo. ¡La Pascua es tan especial, tan luminosa, tan festiva! ¡La Vida ante nuestras pequeñas muertes yd ebilidades" ¡Y cómo sabe y qué bien suena cantar el Aleluya todos los días en la Misa y en la Liturgia de las Horas!
Don Javier, menos mal que ya ha acabado la tesina porque vaya trabajito que le damos (:-)
ResponderEliminarMuy buenas noches a todos.
¡Ay Aprendiz! No lo sabe bien.........
ResponderEliminarLo hago con gusto. De verdad. Si cada día vienen 200, 250 personas (hoy, a esta hora 216), ¿no vale la pena este trabajo? ¿No habrá que cuidarlo? ¿Qué parroquia tiene ese número diario de personas para formarse?
En mi cabecita tengo un montón de proyectos, incluso preparar tres publicaciones... y bastantes artículos pendientes para el blog.
todo sea para edificar la Iglesia desde aquí.
Saludos cordialísimos