El mejor y el mayor kerygma es el anuncio de Jesucristo. Kerygma es el término técnico para definir el anuncio central del Evangelio: Jesús es el Señor, el Hijo de Dios, que se encarnó por nuestra salvación, murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó al tercer día.
¡Está vivo!
¡¡Es el Señor!!
Ese anuncio, este kerygma, cambia la historia por completo: es realmente "revolucionario". Desde entonces todo es nuevo, la muerte ha sido vencida, el Maligno derrotado, la Vida ha triunfado y se nos han abierto los cielos para la vida eterna que ya gustamos aquí.
¡Cristo! ¡Cristo vivo!
¡Cristo resucitado!
¡Cristo, Señor de todo!
Y es que todo ha cambiado. El anuncio del kerygma impacta con tal fuerza -a quien lo hace y a quien lo recibe- que se comienza una vida nueva, distinta, plena, feliz, bienaventurada.
¿Cómo vivir igual cuando Cristo ha vencido?
¿Cómo seguir pasmados, acobardados, encerrados, cuando Cristo es Señor?
¿Cómo continuar tristes o desesperanzados, con el caminar lento, pesado de los de Emáus, cuando el Señor resucitado está caminando con nosotros?
¿Cómo ver todo estéril e infecundo cuando el Señor resucitado, en la barca de la Iglesia -en la barca de nuestra vida- nos dice dónde echar las redes y luego las hallamos repletas, con 153 peces?
¿Cómo llorar cuando Él, sólo Él, se nos hace presente preguntándonos el motivo de nuestras lágrimas y pronuncia nuestro nombre, ¡nuestro nombre!, porque nos conoce personalmente y nos quiere? ¡Nuestro nombre! No se equivoca de nombre, no nos habla en general: nuestro nombre, mi nombre, con un amor infinito.
¿Cómo estar viviendo individualmente, aisladamente, cuando Él se hace presente en la Iglesia, en el Cenáculo, con los Apóstoles, dándonos su Espíritu Santo mientras que si vamos como Tomás, por libre, separándonos de la Iglesia, jamás lo veremos?
¡Él está vivo!
¡Él es el Señor!
Lo vieron vivo y glorioso, transformado, quienes antes lo vieron colgando, como un maldito, del árbol de la Cruz.
¡Es Señor de cielo y tierra!
Es Alfa y Omega, el Principio y el Fin, porque el mundo y la historia fueron creados por Él, como Logos, y hallan en Él su Fin, su objetivo final y su plenitud.
¡Es el Señor!
Los cielos nuevos y la tierra nueva han comenzado para renovar este primer mundo y esta primera tierra heridos por el pecado, con tantos desórdenes, crisis, convulsiones. Ha comenzado lo nuevo.
¡Es el Señor!
Los Apóstoles y las mujeres lo vieron, hablaron y hasta comieron con Él y fueron transformados. Recibieron el Espíritu Santo y anunciaron valientemente a Jesús resucitado. Sus vidas ya no fueron las mismas ni tendrían sentido apartados de Cristo.
¿Y nosotros?
Quienes escucharon el kerygma (Hch 2) les preguntaron qué hacer: ¡arrepentíos de vuestros pecados y bautizaos! Y se les agregaron unos 3.000 aquel día.
Hoy a nosotros -con esta catequesis, por ejemplo- se nos anuncia ese kerygma.
Jesucristo es el Señor. Sin Él nada podemos, con Él lo podemos todo.
Ahora, ¿quién nos separará de su Amor?
Acerquémonos al Señor y seremos vivificados. Entremos en la Iglesia, como miembros vivos, y recibiremos más vida aún. Sí, en la Iglesia, sintiendo la Iglesia en nuestras almas, amando todo lo que es Iglesia, ofreciéndolo lo mejor de nosotros mismos.
Acerquémonos al Señor y recibamos su vida mediante la liturgia, los sacramentos y la oración personal, íntima, contacto amoroso con Jesucristo.
Acerquémonos al Señor y demos testimonio de su santa Pascua con el estilo de vida, con las palabras y los silencios, con los gestos y la santificación en la vida ordinaria, con el apostolado y el compromiso.
¡Él ha resucitado!
¡Qué locura! La locura de su Amor que nos envuelve.
¡¡Aleluya!!
AMÉN.
ResponderEliminarFELIZ PASCUA
Quédate con nosotros, Señor, quédate conmigo y que tu sabiduría guíe siempre nuestros pasos.
ResponderEliminarFeliz domingo para todos.
¡¡¡Magnífico, don Javier!!!.
ResponderEliminar¡Qué locura! La locura de su Amor que nos envuelve.
Yo vengo a reunir a todas las naciones. Vendrán y verán mi Gloria...
Y de entre ellos tomaré ¡¡¡SACERDOTES PARA MI!!!. SACERDOTES QUE ANUNCIEN MI GLORIA, SACERDOTES QUE ANUNCIARÁN MI GLORIA.
¡Dios mío!, gracias.
Feliz día del Señor.
...En su Resurrección hemos resucitado todos.
ResponderEliminar...Por eso cantamos:
la muerte es absorbida en la victoria, Aleluya
oh muerte ¿donde está tu victoria,
oh muerte, dónde está tu aguijón?
Espero se ponga en Comunion conmigo para anunciarlo esta tarde por las calles, este Kerigma cambió radicalmente mi vida, y ahora quiero que sea Cristo el que la lleve a donde a El le plazca.Está Vivo y no para de Amarme, con un Amor Loco y lleno de Dulzura.
ResponderEliminar¡¡¡Esta tarde anunciamos el Kerigma por las calles!!!... De todo el mundo...
ResponderEliminarEl aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado está en la ley, pero nosotros vencemos en Cristo Resucitado. ¡¡¡Por eso cantamos!!!
Nuestra comunidad sale el domingo que viene a anunciar el kerigma. Ya estoy deseando. Porque cuando a mi se me anunció crei y me cambió la vida, me sigue cambiando. Hay que anunciar cada dia con nuestra vida y nuestro comportamiento el kerigma. Pero tambien se disfruta cuando se hace en comunidad. Obedeciendo y disfrutando con ello.
ResponderEliminarQuerido Javier, he pasado unos momentos difíciles y me he llegado a abandonar en mi suerte sin confiar en Dios, En estos momentos parece que estoy saliendo de este pozo e intento aunque algunas veces sin éxito el confiar en Jesucristo y darme cuenta que sin Él no soy nada y que tengo que aceptar su voluntad sin temor a ser abandonado.
ResponderEliminarAunque las adversidades de la vida me hagan dudar, tengo que tener fuerzas para entregarme a la Oración, esa que tanto me cuesta, y creerme el anuncio del Kerigma y vivir y creerme que la muerte ha sido vencida.
Un abrazo, D. Javier y reza mucho por nosotros.
Quedáte con nosotros!!
ResponderEliminarGracias Señor, por tu amor que salva!
Muy bella su entrada.
Dios le bendice!!
Mento, Gosspi, Desde Sevilla:
ResponderEliminarNo sabía que íbais a salir por las calles. En la exposición del Santísimo, antes de la Misa, he estado tranquilito, tranquilito, con el Señor y he pedido por ese anuncio.
Pedro:
ResponderEliminarNo sé bien de qué hablas, pero tal vez te hayas encerrado en ti mismo, sabiendo que podías escribirme o llamarme al móvil. Estoy a tu lado.
Sea lo que sea, Cristo camina a nuestro lado, aun cuando vamos desesperanzados, lo que pasa que no lo reconocemos. Pero está. Ánimo.
Aquí tienes además una comunidad católica. Escribe, habla. Te vendrá bien y a los demás nos enriquecerás.
Oremos por todos nosotros y es especial por Pedro. Seguro que abrimos un poco las tinieblas que le rodean. Cristo resucitado es la Luz que nos ilumina y da esperanzas.
ResponderEliminarQue Dios les bendiga :)
Animo Pedro, no se quien eres, pero rezo por ti. Javier tiene razón, hablar te hará bien. Este es mi blog:
ResponderEliminarhttp://laschicasdelibiza2decadasmastarde.blogspot.com/
esta abierto para todo el que necesite contar algo, yo lo escucharé y junto a mi familia rezaremos por ti.