lunes, 16 de mayo de 2011

La presencia cristiana en las redes sociales

Nada de lo humano nos es ajeno.

No, a los cristianos, nada de lo humano nos es ajeno.

En el mundo estamos sin ser del mundo. Y el mundo hoy es dominado (para bien y para mal, con sus luces y sombras, ventajas e inconvenientes) por lo digital, por la red, por las conexiones en Internet. Hay una forma de estar en este medio digital sin ser del mundo.

El valor y el riesgo de las redes sociales reside en que uno puede mostrarse con autenticidad cristiana, pero se corre el riesgo de crear una personalidad que nada tenga que ver con la realidad de uno mismo. Es necesaria la autenticidad, la verdad de la persona.

Pero, un riesgo evidente, es refugiarse en la red, enlanzando "amigos", perdiendo contacto con la realidad, creando un mundo que desde luego no es imaginario pero que pone una barrera con las personas con las que convivimos, trabajamos, nos relacionamos cotidianamente, llegando a marginarlas o a romper la comunicación con ella, esperando sólo la pantalla del ordenador para expresarse.

Cuanto más se participa en el espacio público digital, creado por las llamadas redes sociales, se establecen nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la imagen que se tiene de uno mismo. Es inevitable que ello haga plantearse no sólo la pregunta sobre la calidad del propio actuar, sino también sobre la autenticidad del propio ser. La presencia en estos espacios virtuales puede ser expresión de una búsqueda sincera de un encuentro personal con el otro, si se evitan ciertos riesgos, como buscar refugio en una especie de mundo paralelo, o una excesiva exposición al mundo virtual. El anhelo de compartir, de establecer "amistades", implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio "perfil" público.
Las nuevas tecnologías permiten a las personas encontrarse más allá de las fronteras del espacio y de las propias culturas, inaugurando así un mundo nuevo de amistades potenciales. Ésta es una gran oportunidad, pero supone también prestar una mayor atención y una toma de conciencia sobre los posibles riesgos. ¿Quién es mi "prójimo" en este nuevo mundo? ¿Existe el peligro de estar menos presentes con quien encontramos en nuestra vida cotidiana ordinaria? ¿Tenemos el peligro de caer en la dispersión, dado que nuestra atención está fragmentada y absorta en un mundo "diferente" al que vivimos? ¿Dedicamos tiempo a reflexionar críticamente sobre nuestras decisiones y a alimentar relaciones humanas que sean realmente profundas y duraderas? Es importante recordar siempre que el contacto virtual no puede y no debe sustituir el contacto humano directo, en todos los aspectos de nuestra vida (Benedicto XVI, Mensaje para la XLV Jornada Mundial de los Medios de comunicación, 24-enero-2011).

Establecidos estos principios, viene un segundo momento para reflexionar: nuestra presencia católica en las redes es un medio de evangelizar, o, al menos, de mostrar una presencia cristiana y un estilo evangélico, con mucha sencillez, que pueda realmente interpelar a los otros. ¡No podemos desperdiciarlo!

También en la era digital, cada uno siente la necesidad de ser una persona auténtica y reflexiva. Además, las redes sociales muestran que uno está siempre implicado en aquello que comunica. Cuando se intercambian informaciones, las personas se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales. Por eso, puede decirse que existe un estilo cristiano de presencia también en el mundo digital, caracterizado por una comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro. Comunicar el Evangelio a través de los nuevos medios significa no sólo poner contenidos abiertamente religiosos en las plataformas de los diversos medios, sino también dar testimonio coherente en el propio perfil digital y en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él. Asimismo, tampoco se puede anunciar un mensaje en el mundo digital sin el testimonio coherente de quien lo anuncia. En los nuevos contextos y con las nuevas formas de expresión, el cristiano está llamado de nuevo a responder a quien le pida razón de su esperanza (cf. 1 P 3,15).
El compromiso de ser testigos del Evangelio en la era digital exige a todos el estar muy atentos con respecto a los aspectos de ese mensaje que puedan contrastar con algunas lógicas típicas de la red. Hemos de tomar conciencia sobre todo de que el valor de la verdad que deseamos compartir no se basa en la "popularidad" o la cantidad de atención que provoca. Debemos darla a conocer en su integridad, más que intentar hacerla aceptable, quizá desvirtuándola. Debe transformarse en alimento cotidiano y no en atracción de un momento.
La verdad del Evangelio no puede ser objeto de consumo ni de disfrute superficial, sino un don que pide una respuesta libre. Esa verdad, incluso cuando se proclama en el espacio virtual de la red, está llamada siempre a encarnarse en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida cotidiana. Por eso, siguen siendo fundamentales las relaciones humanas directas en la transmisión de la fe (Benedicto XVI, ib.).

¿Nos retraemos ante los peligros? ¿Nos refugiamos y no nos lanzamos mar adentro en este mundo digital tan apasionante, tan lleno de posibilidades? ¡Cristo no temió encarnarse, entrar en el mundo!
Benedicto XVI anima a esa presencia, a ese estilo de vivir y hablar en las redes sociales, a compartir "información" cristiana, palabras o comentarios llenos de sabor cristiano.

Con todo, deseo invitar a los cristianos a unirse con confianza y creatividad responsable a la red de relaciones que la era digital ha hecho posible, no simplemente para satisfacer el deseo de estar presentes, sino porque esta red es parte integrante de la vida humana. La red está contribuyendo al desarrollo de nuevas y más complejas formas de conciencia intelectual y espiritual, de comprensión común. También en este campo estamos llamados a anunciar nuestra fe en Cristo, que es Dios, el Salvador del hombre y de la historia, Aquél en quien todas las cosas alcanzan su plenitud (cf. Ef 1, 10). La proclamación del Evangelio supone una forma de comunicación respetuosa y discreta, que incita el corazón y mueve la conciencia; una forma que evoca el estilo de Jesús resucitado cuando se hizo compañero de camino de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13-35), a quienes mediante su cercanía condujo gradualmente a la comprensión del misterio, dialogando con ellos, tratando con delicadeza que manifestaran lo que tenían en el corazón.
La Verdad, que es Cristo, es en definitiva la respuesta plena y auténtica a ese deseo humano de relación, de comunión y de sentido, que se manifiesta también en la participación masiva en las diversas redes sociales. Los creyentes, dando testimonio de sus más profundas convicciones, ofrecen una valiosa aportación, para que la red no sea un instrumento que reduce las personas a categorías, que intenta manipularlas emotivamente o que permite a los poderosos monopolizar las opiniones de los demás. Por el contrario, los creyentes animan a todos a mantener vivas las cuestiones eternas sobre el hombre, que atestiguan su deseo de trascendencia y la nostalgia por formas de vida auténticas, dignas de ser vividas. Esta tensión espiritual típicamente humana es precisamente la que fundamenta nuestra sed de verdad y de comunión, que nos empuja a comunicarnos con integridad y honradez.
Invito sobre todo a los jóvenes a hacer buen uso de su presencia en el espacio digital (Benedicto XVI, ib.).
Mostremos una luz cristiana en las redes sociales.
Nuestros comentarios sean cristianos.

Divulguemos noticias, artículos, etc. cristianos.

Transparentemos un estilo cristiano absolutamente en todo: con verdad, con la forma auténtica de un apóstol en una tierra inexplorada.

Con estas dos catequesis sobre las redes sociales, no pretendo especialmente animar a nadie a que entre en este mundo; simplemente, los que estamos en él, que sepamos utilizarlo cristiana y apostólicamente; quienes no están o no les guste, que sepan las posibilidades y tengan criterios cristianos para valorarlo todo.

A modo de colofón, casi como una glosa de la autenticidad, aconsejo la lectura de este post de Miserere en su blog Eclesiastic (muy aconsejable todo el blog): "La personalidad en las redes sociales", con líneas claras y consejos acertados.

15 comentarios:

  1. D. Javier... redes para pescar a hombres. Redes hechas de amistad, afecto y cercanía. Redes en donde compartamos, colaboremos, nos sintamos acompañados. Redes que nos dan certeza de la universalidad del Evangelio.

    Toda herramienta humana puede servir al plan de Dios. Siempre con cuidado, autenticidad y responsabilidad, pero el continente digital necesita evangelizadores.

    Las palabras del Santo Padre son un acicate para seguir adelante.

    Gracias por la cita. Que Dios le bendiga y a todos cuantos leen este estupendo blog. :)

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  2. D. Javier, ¿sabe lo que me ocurre últimamente con este cacharro? Que me estoy volviendo desconfiada. Detrás de él hay muchísima hipocresía y falsedad y eso me pone un poco de los mismos nervios.

    Con respecto al blog, en un principio lo abrí con el fin de que fuese una especie de diario...; como no conocía este mundillo, me di cuenta que era posible que otros se interesaran por él, así que entraban y yo, educadamente, contestaba a todos. Aquello no funcionó. ¿Por qué? Ni idea. Le fui dando pequeños giros hasta convertirlo en lo que es hoy y parecía, (solo parecía), que podía funcionar. Hoy, me doy cuenta que tampoco. ¿Por qué? Ni idea. Solo sé que los que antes parecían “amigos” se han ido alejando y han ido desapareciendo. ¿Por qué? Ni idea. Doy fe, porque todo ha quedado escrito, y se puede constatar, que no he molestado a nadie, ni en las formas ni en el fondo. Procuro entrar en TODOS los blogs y comentar con cariño y educación, pero... ¿Qué ha ocurrido? Ni idea.

    Internet lo uso, como es natural, para determinadas cosas muy puntuales pero el blog no termina de convencerme.

    Así que...esto es lo que hay.

    Feliz día para todos.

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  3. "Nada de lo humano no es ajeno" a un cristiano.

    Aún, por mi desconocimiento me da miedo este medio -personalmente este blog es mi única aventura; profesionalmente si estoy todo el día a título corporativo-.

    Después de leer y releer estas catequesis sobre la presencia de los cristianos en la red, experimiento que con prudencia y cuidado, son una herramienta impresionante capaz de unir en amistad a personas alejadas miles de km. (Ej. nuestra Paroquia virtual)

    Ánimos a los "valientes evangelizadores" que vaís abriendo caminos virtuales. Gracias por vuestro esfuerzo y dedicación, no cambiéis, nos hacéis mucho bien a los que os seguimos.

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  4. Me gusta tu entrada Javier. Yo estoy poniendo en practica lo que aprendo aqui en la red fuera, en mi familia, mis amigos y mi comunidad, sorprendentemente y gracias a Dios con el miedo que me daba internet, veo que es compatible conmigo y con la evangelización que es a lo que me llama Dios, a decir que Cristo con su Sangre a lavado mis pecados. Y lo digo con mi cara en mi perfil, y lo digo fuera en mi vida a todo el que este por alrededor.
    Yo soy una persona muy inconstante, le pedi al Señor que me ayudara con ello y sabeis, me ha metido aqui. No se si me explico. Me cuesta conectarme y seguir los blog, dar mis testimonios, pero mi angel de la guarda siempre me dice: tienes que hacerlo, El dice que es una forma de coger habitos hacia la constancia, no se si me explico o si me entendeis. Pero continuar aqui es un milagro para mi, porque enseguida pierdo interes por todo lo que inicio.
    Capuchinos, te animo a seguir dando testimonio en tu blog. Hay blog muy buenos, pero todos son importantes en esta misión de anunciar a Jesucristo. No te desanimes y sigue. Haber si quedamos un dia y nos conocemos. leyendo a otros hermnos blogueros he comprendido que es importante que los que estamos luchando por el evangelio desde la red, tengamos un contacto de conocernos en personas.
    Javier, perdona por invadir tanto tu blog, hablo mucho. Lo siento. Quiero proponerle que abra un grupo en Facebook. Ya hay muchos.Con un nombre tal vez dedicado a Nuestra Madre y donde poder entrar con restricción hasta formar una comunidad virtual, donde cada uno exprese su relacion con Dios, pueda pedir que recemos unos por otros, no se... A mi me invitaron a uno del Opus Deis y me ha venido muy bien porque tenia muchos juicios hechos sobre este movimiento de la Iglesia. Bueno ya no hablo más. Hermanos, tenedme un poquito de paciencia.
    La paz de Cristo Resucitado nos ayude ha hacer el bien a todos los que podamos en este medio ygual que en la calle.

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  5. Buenas tardes don Javier, También creo que no hay que desperdiciarlo, hay una forma de vivir que podemos mostrar a muchos para que descubran a Dios y sepan emplear bien los medios, al menos para construir personas y no destruirlas, que no es poco y de paso quiten tanto tópico y mito sobre nosotros y comprueben que nuestras obras y vidas siguiendo a Cristo hablan sobre todo de Él, Amor, Misericordia, Mansedumbre, Humildad, Paciencia, etc. Testigos de Cristo en nuestra vida cotidiana.

    Espero que la Tesina vaya viento en popa a toda vela Licenciado!!!.Un abrazo.

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  6. Jornada larga, con horas extras. Aún sin cenar, pero creo que debo seguir un poco más haciéndome presente aquí, con vosotros.

    Al leer el Evangelio de la Misa de la tarde, un fogonazo del Espíritu: "Tengo otras ovejas que no son de este redil"; pronuncié estas palabras mirando a los oyentes, mis fieles, el redil, y caí en la cuenta de que tenía también otras ovejas que no eran del redil parroquial, que son de otra comunidad católica, un blog: ¡vosotros hermanos míos! Así que, de parte del Señor, también estoy intentando pastorear a estas ovejas en este otro redil.

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  7. Miserere:

    Maravillosa e ingeniosa interpretación: las redes sociales como redes de los pescadores de hombres. Pues nada: duc in altum! Remar mar adentro y echar las redes allí donde el Señor señale.

    Capuchino de Silos:

    ¡Animo con el blog! Yo creo que suele haber diversas fases en esto. Durante meses las visitas aquí fueron muy pocas, sin comentarios. Configuré mi propio estilo de blog al modo de sesión formativa de adultos, perseveré, recé mucho y esperé.

    Creo que debe seguir con el blog y ofrecer palabras y pensamientos sensatos con mucha perseverrancia y oración.

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  8. Catequista:

    Hay que pensar que las "parroquias virtuales" como Vd. las llama son fenómenos nuevos... ¿Y por qué no van a estar sugeridos por el Espíritu, llevados por el Espíritu?

    Es difícil llevar una parroquia así no por los miembros que la integran (en este blog no hay problemas, gracias a Dios) sino por la sensación tan extraña de ser incomprendido por los que ni conocen el mundo virtual o si lo conocen, no valoran experiencias católicas de este género.

    Llevar un blog así lleva tiempo y ganas: pero es un convencimiento que me viene del Señor y debo perseverara para edificar la Iglesia así, también con este medio.

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  9. NIP:

    Nada que añadir a su comentario, certero y claro.

    Casi Licenciado... Estoy escribiendo lo último, la Introducción para luego imprimirlo todo y mandárselo al director que pegue un vistazo. Sólo que hoy la musa de la inspiración tuvo que volar muy lejos y no había manera. ¿Tal vez mañana? Pero ya estoy acabando y dentro de nada me veré -¡qué horror!- defendiendo la tesina ante el tribunal. Cerramos una etapa.

    A ver si los miembros de esta comunidad rezan más unos por otros y rezáis más por mí....

    pax. +

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  10. Desde Sevilla16 mayo, 2011 22:50

    Sigo rezando, don Javier. No sabe el bien que hace con este blog, el Señor le recompensará sin duda. Cuando esté ante el tribunal defendiendo la tesina, no estará solo ;)
    Saludos a todos.

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  11. D. Javier, no me cabe la menor duda de que su trabajo en este blog ha sido sugerido por el Espíritu y que con ello está edificando Iglesia.
    Como oveja que no soy del redil de su parroquia, pero si de su blog de catequesis ( y me imagino que los demás hermanos de blog pensarán y sentirán lo mismo ) doy muchas gracias a Dios por haber encontrado esta parroquia virtual,la catequesis para adultos tan necesaria no la tengo en mi parroquia real y me hace mucha falta.
    y ¿ como no vamos a rezar por usted ? . El agradecimiento y cariño a mi " pastor virtual " es enorme.

    Un fuerte abrazo y buenas noches a todos

    María M.

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  12. He intentado colocar mi comentario y ha sido imposible. Veremos si ahora Blogger no me deja muda.
    Ánimo a todos los que llevan un Blog!,si ya se, que los comentarios parecieran importantes, pues depende del blog. Como no comentar en éste cuando el mismo autor responde y comenta lo que cada uno comenta, es todo un lujo, y mas si es sacerdote. Adelante Padre Javier, presente todos en mis oraciones. Una pequeñita por mi, que he estado con una virosis tropical en cama. Ánimo Capuchino, continúa con tu Blog

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  13. Desde Sevilla y María M.:

    Mil gracias.
    Entre todos reforcemos esta comunidad católica; leamos, formemos criterios -aunque haya que modificar cosas ya adquiridas-, avancemos... y oremos.

    También mil gracias por vuestros ánimos en el blog y en la tesina.

    María Auxiliadora:

    Debo contestar siempre que se pueda por una razón: es la única forma de avivar el diálogo, de crear una cierta interactividad, algo más personal. Una comunidad católica tiene mucho de diálogo, intercambio y experiencia compartida.

    ¿Virosis tropical? ¡Suena algo serio! ¿Está mejor?

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  14. Nada serio, Padre Javier!!!, aunque rodeada de mononucleosis y hepatitis, no llegó a nada serio.
    Ya estoy mejor, de nuevo preparando los alimentos para la familia y colocando todo en orden en casa, síntoma de que estoy mejor. Gracias por sus oraciones, eficaces todas.

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  15. María Auxiliadora:

    ¿Mis oraciones eficaces? No creo... Perseverantes sí; llena de cariño al Señor y a mis hermanos, sí... Eficaces, veo que no.

    Me alegro de su mejoría.

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