martes, 18 de enero de 2011

Realidad ¡y necesidad! de la Iglesia

Desprenderse de la Iglesia, apartarse de ella o volverse contra ella: tentaciones de siempre y de hoy mismo que le harían perder, a quien cayese en ellas, el acceso a Jesucristo y su Redención. La Iglesia no es una pedagoga que nos acompañe un tiempo hasta haber crecido, sino una Maestra hasta la venida del Señor; la Iglesia no estorba el diálogo del alma con su Señor, sino que asegura esa misma intimidad;

  •  el que se crea profeta o rico de carismas (¡teólogos disidentes autoproclamados profetas, que sólo atacan a la Iglesia desde tribunas digitales y plataformas antieclesiales!) debe someterse a los mandamientos del Señor “tal como los ha declarado su Iglesia, porque de otra suerte, profetizará en vano y sus dones le llevarán a su perdición” (De Lubac, Meditación sobre la Iglesia, p. 164); 
  •  quien, por un falso espiritualismo, pretenda desembarazarse de la Iglesia, o prescindir de ella, caerá en el vacío o adorando ídolos. 
  •  Quien quiera ir más lejos de ella, buscando una perfección soñada como antes de la caída del paraíso, se saldrá de los márgenes de la Iglesia por el orgullo de la propia perfección: ¡utopías engañosas de sectas, movimientos extremistas e ideologizados! 
  •  Otros vivirán un nuevo joaquinismo –como Lessing- soñando una era nueva, la era del Espíritu, un Evangelio eterno... Olvidan que la etapa del Espíritu comenzó en Pentecostés, que todo se nos ha dado ya en la misma Iglesia, y que los tiempos que ahora vivimos, ya son los tiempos últimos hasta que vuelva el Señor: “Nosotros estamos hoy en posesión de la realidad en los signos, y mientras dura el mundo, esta situación no experimentará ningún cambio sustancial. En la misma medida en que quisiéramos desconocerlo, perderíamos la esperanza para caer en los mitos” (De Lubac, Meditación, p. 166).

La era del Espíritu coincide con la era de Cristo, porque Cristo es quien entrega el Espíritu y es el Espíritu “el que completó la constitución de la Iglesia” (p. 166).

El Espíritu realiza la obra de Cristo, desvela lo que Cristo ya dijo sin añadir nada, y no hay otro Espíritu que el Espíritu de Jesús, el mismo que anima su cuerpo. Nosotros hemos sido bautizados en un solo cuerpo para formar un solo Espíritu. Y así la Iglesia es “la sociedad del Espíritu”, y nada más descabellado que oponer el Espíritu a la Iglesia, o la dicotomía de Iglesia institucional con la Iglesia carismática, que ésta sí sería del Espíritu. ¡Cuántos justifican sus veleidades o caprichos o ideologías atribuyéndolas al Espíritu Santo que sopla donde quiere, como si el Espíritu fuera el que ataca o destruye a la Iglesia misma! ¡Como si los arrebatos de algunos fuesen carismas del Espíritu que en lugar de edificar e integrarse en la Iglesia minaran sus propias bases!

De Lubac lamenta la suerte de quien caiga en estos errores y se deslice por una pendiente que acaba en el vacío:

¡Desdichado, por consiguiente, el que separa a la Iglesia del Evangelio!
¡Desdichado el que pretendiera arrebatarle el fermento espiritual que ella pone en la masa humana!
¡Desdichado el que se ocupa en extinguir el Espíritu en la Iglesia!
¡Pero desdichado también el que pretenda mantener encendida su llama rechazando a la Iglesia! “ (p. 168).

Cristo, la Iglesia y el Espíritu Santo están relacionados entre ellos, sin oposición.
¡Gran Misterio! ¡Qué felices habremos de estar por pertenecer a esta Iglesia, ser miembros de este Misterio que nos da vida!

7 comentarios:

  1. ¡Gran Misterio! ¡Qué felices habremos de estar por pertenecer a esta Iglesia, ser miembros de este Misterio que nos da vida!

    Me ha recorado las palabras de santa Teresa de Jesús al morir: Al fin, muero hija de la Iglesia.

    Y es cierto, la Iglesia es una madre amorosa que nos gesta a la nueva vida en Cristo. Siempre acogiendo, curando, salvando y resucitando...Mi respuesta solo puede ser el amor y la gratitud.

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  2. Cuánta razón lleva D.Javier. La de teólogos progres que acaban perdidos por haber renegado de nuestra madre. Los Nueva era del todo es lo mismo que la diluyen igualándola con otras estructuras y los contravaticanistasII y los del humo infernal dentro de casa. Lo que si se palpa es un incremento del Mal y actividad satánica y una mayor batalla, la Virgen (99.9% de la Iglesia junto con Cristo mismo) desde el comienzo en Zaragoza se está apareciendo con mucha frecuencia en Bosnia y no hace mucho sucedió en Portugal, ¿se trata de una Venida inminente?

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  3. Desde Sevilla:

    De acuerdo. ¡Y tanto que hemos de estar agradecidos por el don de ser hijos de la Iglesia! ¡Ella nos lo ha dado todo al llevarnos a Cristo y comunicar su Gracia y su Vida!

    NIP:

    No soy profeta ni hijo de profetas... así que no sé si la venida de Cristo es inminente o no. Pero por encima de revelaciones particulares, me quedo con la Palabra viva, que no señala ni el día ni la hora pero que urge a que estemos velando.

    En lo demás muy de acuerdo: desde los que generan las religiones Nueva Era a los que sólo recuerdan el humo de Satanás citando a Pablo VI (sólo lo citan para esto y para la Humanae Vitae).

    Siempre con la Iglesia.

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  4. Primero, para que no se moleste en tener que ir a mi blog, le contesto desde aquí.

    D. Javier, la fe y la esperanza es la gran prueba si verdaderamente queremos al Señor. Sí que hay que contar con ese silencio que es duro, durísimo. Pero...hemos de abandonarnos en Él y tener la suficiente confianza que siempre nos tiene en sus brazos y que nos ama, y que nos prueba a ver hasta qué punto lo queremos y deseamos tenerlo en nuestra alma. Me encanta tener ese "reto" con el Señor, ese silencio es duro sí, sí que es muy duro, pero, al mismo tiempo maravilloso. Si se tiene fe y esperanza ¡claro!

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  5. Como siempre, usted y su amistad "desde Sevilla"
    dan en el mismo "clavo": ir hacia Cristo, y gratitud hasta morir por Él y por su Santa Madre Iglesia.

    Gracias y que el Señor derrame su gracia sobre SU IGLESIA.

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  6. Capuchino de Silos:

    Le agradezco el detalle de su respuesta a mi comentario en su blog. Pero no me es molestia alguna ir a su blog, al revés, me gusta. Acudo cada vez que hay un post nuevo.

    Pese a su respuesta, la Noche oscura es lo que es, y sin embargo Vd. rezuma optimismo en su respuesta. Recuerde que Cristo a gritos y con lágrimas presentó súplicas a Quien podía librarle de la muerte. Insisto en la dureza de la Noche oscura.

    Por lo demás, "Desde Sevilla", una buena amiga que me permite emplear la ironía mordaz en mis emails con ella, está aportando mucho a este blog, ¿no le parece?

    Gracias por su fidelidad a este blog.

    Pax.

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  7. Me gustaría ser más extenso en este comentario. Me has dado, querido Javier, una idea sobre De Lubac que publicaré en 'Sentire cum Ecclesia'. Así pues, mi comentario queda resumido en una palabra: ¡Gracias! Muy buen artículo.
    Sigues presente en mis oraciones.

    P.S.: ayer iba a ir a la misa mozárabe con Manuel González pero, desgraciadamente, la salud me tuvo postrado en cama, ya sabes. Ofrezco mi sufrir por tu ministerio.

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