Comunidades virtuales (como ésta por ejemplo)

Quisiera elevar a reflexión algunos datos de experiencia.

Este blog se presentó y quiere seguir siendo un lugar de formación (catequización o evangelización, como queramos llamarlo) para ahondar en el Misterio de la fe, una catequesis continua de adultos. Abarca, en general, tres ámbitos: la teología, la liturgia y la espiritualidad. Nunca se planteó ni se quiere presentar como un foro de discusión ni una plataforma de reivindicación de nada. ¡Lejos de eso! Se presenta, más bien, como un salón parroquial de catequesis para adultos o una aula catequética de iniciación y profundización en la vida católica. Hasta aquí queda claro y me parece que todos lo tenemos muy asumido desde el principio.

Un segundo dato: los números, que parecen bastante estables (¿estancados tal vez?). Una media de 100 personas diariamente (más de 200 visitas) entramos aquí con fidelidad admirable, sumando que tal vez algunas personas entrarán cada dos o tres días y se actualizarán en la lectura. Formamos sin conocernos una cierta "comunidad virtual" católica con un mismo interés (formación católica) y un mismo estilo (eclesial, fidelidad a la Iglesia). 

Un tercer dato: en esta comunidad virtual (Corazón eucarístico de Jesús) se comienza a entablar una relación personal mediante los comentarios. Éstos son importantes, no sólo dirigidos al autor del artículo, sino glosando lo dicho, matizando, presentado otra perspectiva y también -muy lentamente- entre los propios comentaristas donde se está generando una afinidad muy buena. Desde luego el tono es agradable: el trato es respetuoso -aquí se habla de "usted" y el tuteo sólo fuera del blog (en nuestra "cultura" el tuteo no es signo de confianza sino de igualitarismo)-, aquí no se grita, no se vuelve uno sarcástico. Porque la finalidad de los comentarios en este blog es la comunicación de experiencia cristiana, o la aportación de algo que a todos nos pueda enriquecer, o la pregunta sobre algo... De esta forma, poco a poco, nos vamos conociendo en el blog (Miserere, Aprendiz, NIP, Desde Sevilla, Felicitas, Capuchino de Silos, Pedro Gómez Arroyo... etc, etc.) e incluso después, en privado, los emails sirven de contacto (al menos conmigo), de acompañamiento cristiano, de consulta privada... ¡de amistad cristiana!

Aquí se cumplen en parte las características de una Comunidad virtual que señalaba Miserere en su blog sobre las tecnologías al servicio de la evangelización (aconsejo siempre su lectura y está enlazado en la columna derecha):

1. Grupo de personas
2. Que buscan satisfacer determinadas necesidades comunes
3. Que intercambian información sobre estas necesidades
4. El intercambio se realiza con un protocolo asumido por todos sus miembros
5. Se apoya y desarrolla por medio de herramientas tecnológicas que permiten reunir a las personas y gestionar el intercambio y ofrecer satisfacción de sus necesidades.

Llamemos "protocolo" a la descripción que hicimos más arriba del objeto del blog y la forma de estar aquí y relacionarnos.

Una comunidad virtual es una riqueza y creo que lo estamos experimentando todos. Suple aquello que de manera "presencial" (una parroquia) tal vez no podríamos realizar, por horarios o porque no existe esa posibilidad.  Decía Miserere:

Vamos ver ¿Por qué una comunidad virtual si tenemos la posibilidad de vernos de forma presencial?

Muchos católicos actuales tenemos serias dificultades para integrarnos en grupos o comunidades presenciales. El ritmo de vida actual no propicia el acercamiento personal ni la integración humana, lo que hace incluso complicado desarrollar amistades. Además, los horarios de trabajo, las responsabilidades en el hogar y familiares, suelen dejar poco margen para poder formar parte de grupos presenciales en los que compartir nuestra Fe, formarse y participar en la vida eclesial.

¿Qué hacer entonces? Muchos se resignan a una vivencia superficial e intermitente que a la larga va desgastando su relación con la Iglesia, como comunidad viva. En el mejor de los casos, esto desemboca en una vivencia de la Fe restringida a la asistencia a la misa dominical. En el peor, la total desafección de la Fe. La Fe necesita vivirse en comunidad.

La comunidad cristiana es una Compañía, una Presencia que nos sostiene estando en medio el Señor; en la comunidad cristiana mutuamente nos sostenemos en el seguimiento de Cristo y en la comunidad cristiana nos enriquecemos a la vez que aportamos. Todo esto en conjunto y de una vez. Y este blog, en ese sentido genérico, se está constituyendo en una comunidad virtual, con sus ventajas y sus inconvenientes.

Evidentemente, esto no sustituye en absoluto la vida cristiana parroquial, sino que lo complementa en todo caso y brinda una oportunidad a quienes -por las razones que sean- no pueden integrarse más o mejor, o recibir más.

Estemos atentos a las sucesivas entregas de los artículos en el blog ECLESIASTIC de Miserere.

Pero a mí, ya de entrada, me sugiere algunos puntos para este blog (este "nosotros" que estamos formando).

Primero: constituirnos como hermanos en el Señor con una plegaria los unos por los otros. Esto engrandece el vínculo de la Comunión de los santos. Para ello, por ejemplo, tenemos dos adoraciones eucarísticas on-line: una que no llega la imagen (no sabemos porqué) y otra que amablamente me remitió Capuchino de silos. Oremos pues ante el Señor juntos y unos por otros al llegar al blog. Ya que no podemos celebrar juntos la Eucaristía (somos de sitios muy lejanos de España y por lo visto de fuera de España), oremos ante el Santísimo (para eso está la adoración on-line).

Segundo: Los comentarios son importantisimos. Generan una comunicación entre nosotros, testimonios, experiencias, dudas, preguntas, nos permiten -con el cierto anonimato de un nick o pseudónimo- expresar lo que tal vez en otro ámbito y de manera presencial no seríamos capaces. Estos comentarios logran que nos demos cuenta de que no estamos tan solos ante el mundo, que otros piensan como yo, sufren como yo, luchan por su fidelidad a Cristo como yo, tienen dificultades como yo. 

Rogaría que la timidez se venciese y se escribiese un comentario; nadie piense que es pesado por escribir con frecuencia, nadie caiga en la tentación de pensar que lo que tiene que decir carece de valor. Los demás agradeceremos esa valentía y esos comentarios. Éstos, además, con el tiempo, espero que sean también relaciones o respuestas entre los propios comentaristas, con un diálogo cristiano.

Tercero: viendo que el blog realmente se está convirtiendo en una ayuda para la vida cristiana, es necesario que no se estanque sino que siga creciendo. Y esto de dos formas: tanto por sugerencias para temas o artículos o catequesis, como también por nuevos miembros. Os rogaría que invitaseis a otros a venir, leer, rezar y compartir. Ciertamente este blog ya está enlazado en otros muchos blogs buenísimos, pero creo que es necesario invitar a los amigos enviándoles un "email", o en Facebook compartiendo enlaces de este blog, o en el boca a boca con otros hermanos de comunidad, amigos, compañeros.

Dejemos, pues, que el Espíritu Santo siga llevando esta "comunidad católica virtual" como un servicio. Para mí es muy exigente este trabajo y forma a día de hoy una parte de mi ministerio sacerdotal para evangelizar y formar, y no os oculto mi satisfacción. Son bastantes las horas que tengo que robar al sueño o al descanso o a unos posibles días de vacaciones para escribir y preparar así como para contestar a los comentarios y a los emails que me mandáis. En absoluto son una carga ni una molestia: repito, forma parte de mi ministerio como sacerdote y aquí estoy.

Crezcamos juntos en el Señor.