martes, 30 de agosto de 2011

La Iglesia vive de y para Cristo (catequesis)

La Iglesia no existe para sí misma, ni desempeña una función terrenal-humana, ni se reduce a simples tareas moralizantes, o asistenciales-caritativas... Estas son visiones reductoras del Misterio de la Iglesia. La Iglesia está en función de Cristo, y refleja a Cristo, como la luna refleja al sol (los Padres de la Iglesia emplean esta metáfora y llaman a la Iglesia con el apelativo de mysterium lunae).

Pensemos despacio -con palabras de Ratzinger- la vinculación estrecha, íntima, teológica, de la Iglesia con su Señor Jesucristo. ¡Entramos en el ámbito del Misterio!

"La Iglesia es Cuerpo Místico, es decir, que Cristo mismo es su fundamento siempre nuevo; que Él nunca es en ella solamente el pasado, sino siempre y sobre todo el presente y el futuro. La Iglesia es la presencia de Cristo: nuestra contemporaneidad con él y su contemporaneidad con nosotros. De esto vive ella: del hecho de que Cristo está presente en los corazones; a partir de aquí, Él forma a su Iglesia.


Por esta razón, la primera palabra de la Iglesia es Cristo, y no ella misma; la Iglesia se conserva sana en la misma medida en que concentra en Él su atención. El Vaticano II ha puesto esta concepción en el centro de sus consideraciones, y lo ha hecho de un modo tan grandioso, que el texto fundamental sobre la Iglesia comienza justamente con las palabras: Lumen gentium cum sit Christus: Cristo es la luz del mundo; por eso existe un espejo de su gloria, la Iglesia, que refleja su esplendor. Si uno quiere comprender rectamente el Vaticano II, debe comenzar siempre por esta frase inicial...

En segundo lugar, a partir de este punto debe establecerse el aspecto de la interioridad y el de la comunión en el ámbito de la Iglesia. La Iglesia crece desde dentro hacia fuera, y no al contrario. Ella significa, ante todo, la más íntima comunión con Cristo; se forma en la vida de oración, en la vida sacramental, en las actitudes fundamentales que brotan de la fe, de la esperanza y del amor. Así, si alguien pregunta: ¿qué debo hacer para hacerme Iglesia y crecer como Iglesia?, la respuesta sólo puede ser una: lo primero que debes hacer es tratar de ser alguien que vive la fe, la esperanza y la caridad. Lo que construye a la Iglesia es la oración y la comunión en los sacramentos, en los cuales nos sale al encuentro la oración misma de la Iglesia"

(Ratzinger, Iglesia, ecumenismo y política, pp. 7 -8).


11 comentarios:

  1. Buenos días don Javier. Profundizaré en la única respuesta posible.Un abrazo.

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  2. “He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Jesús Resucitado, ya no vuelve a morir, vive y está presente con nosotros, según su promesa, en la Iglesia que Él quiso edificar sobre Pedro porque su resurrección es de una actualidad que traspasa el tiempo.

    La resurrección de Jesús es un misterio inasequible e increíble desde la lógica humana, pero por fortuna para mí allí estaba la Magdalena, una de mis santas amigas (será por lo de los siete demonios). Un chiste católico (que también los hay) afirma “muy seriamente” que Jesús se apareció a una mujer antes que a nadie porque estaba seguro que una mujer no sería capaz de callarse.

    Perdone, don Javier, me he desviado un poco del tema pero a veces me parece que es necesario gritar dentro de la misma Iglesia que Cristo vive realmente, que no es una forma "mística" de hablar, que aunque nos haya querido llamar para proclamar el evangelio, Él vive y vivirá en Su Iglesia a pesar de esta "pandilla" de colaboradores que se ha buscado.

    Fe, esperanza y caridad, oración y comunión en los sacramentos es el programa de la santidad porque es Él quien nos santifica.

    ¡Qué Dios les bendiga!

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  3. ¡Cristo esta presente en los corazones,a partir de aquí, El forma su Iglesia.
    Cristo cabeza, nosotros el cuerpo Místico. Juntos formamos la Iglesia, las personas que vivimos de la fe en Cristo, que nos alimentamos de Su Cuerpo, y su Palabra.
    Gracias Don Javier.
    Dios les bendiga.

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  4. La Iglesia de Cristo "subsiste" en la Iglesia Católica precisamente porque ésta es de Cristo (pues Él es su Cabeza) y para Cristo (para que Él realice su acción redentora)

    Aporto una pequeña reflexión, y perdón por apartarme un poco del tema del post: hubo muchos en el postconcilio que criticaron la expresión "subsiste en". ¿Por qué (decían) no se ha usado mejor la expresión "es"? Creo que este "de" y este "para" ayudan a entender el "subsiste en".

    Se dice que algo subsiste cuando existe POR SÍ y no por otro. Pues bien, la Iglesia Católica tiene a Cristo como Cabeza, es de Él y para Él, y ambos forman el Cristo Total y son uno solo, como decía Santa Juana de Arco.

    Por lo que la Iglesia, en cuanto Cristo Total, existe por sí, y no necesita de otra Iglesia para existir. Por esto la expresión "subsiste en".

    La Iglesia de Cristo no subsiste en las iglesias separadas, pues éstas no subsisten por sí, sino que existen como Iglesias sólo en función de su grado de comunión con la Iglesia católica, la única que por su unión con Cristo Cabeza existe por sí, para Cristo. La Iglesia Católica, al ser del Señor, existe por sí misma. Al ser para el Señor, tiene todos los elementos salvíficos.

    Un saludo en Cristo, desde María

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  5. Esta tarde, charlando con unos familiares, me daba cuenta el desconocimiento que tiene la mayoría de personas sobre el Santo Padre. Siempre salen los mismo tópicos. Que si el nazismo, que si la inquisición, que no tiene carisma, que en la Iglesia la mayoría de las personas no le hace gracia, etc... Pero nadie conoce la inmensa obra de catequesis y teología que ha realizado y realiza. Simplemente oyen las emisoras de radio y TV e ignoran los mensajes, encíclicas, literatura, etc

    Pensaba que el perfil del católico alejado es el de un católico que bebe el agua de la Iglesia a través de los medios que tergiversan y denigran a la propia Iglesia. Medios que siembran la desconfianza.

    Si les dices que deben leer, escuchar, ver canales de información fiables, te dicen que precisamente los canales fiables son lo que ellos oyen. Además, se las dan de conocedores en profundidad de la realidad eclesial, pero son incapaces de diferenciar un acólito de un diácono.

    Tomando una frase del texto:" la primera palabra de la Iglesia es Cristo, y no ella misma; la Iglesia se conserva sana en la misma medida en que concentra en Él su atención." Si la palabra que se oye es la palabra del "mundo" qué entendimiento podemos tener de la Iglesia. Si desconfiamos de la Iglesia y confiamos en el mundo ¿pertenecemos a la Iglesia?

    A la pregunta que el entonces Card. Rartzinger hace en el texto "¿qué debo hacer para hacerme Iglesia y crecer como Iglesia?" añadiría una respuesta adicional: conocer a la Iglesia desde la Iglesia y no desde fuera de ella. De otra forma se vive en una disociación que duele y atormenta. Las personas se duelen de la Iglesia porque la ven como un ogro que se beneficia de Cristo.

    Afortunadamente, cada vez más personas acceden a internet y pueden buscar por ellas mismas las fuentes de las que beber.

    Un abrazo en el Señor a todos. Seguimos unidos en oración :)

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  6. Amigos:

    os noto muy serios a todos y muy reflexivos. Pero las aportaciones de unos y otros nos enriquecen a todos. Éste es el diálogo en el salón de una formación de adultos (y, ¿qué es, si no, esta comunidad virtual?).

    NIP:

    La eclesialidad debe crecer siempre en nuestras almas. Cito de memoria una frase de Guardini: "Un gran acontecimiento está sucediendo: la Iglesia despierta en las almas".

    Julia María:

    ¡Desconocía ese chiste! Sí, ella, María, que tanto amó y tanto le fue perdonado, pregonó y dio testimonio. Porque Cristo está vivo existe la Iglesia que es Él mismo.

    Desde entonces todo es nuevo, todo distinto. Estamos agregados y vinculados unos a otros porque recibimos una "conexión" especial con el Señor.

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  7. Marián:

    Así es. El Cristo total -dirá san Agustín- es la Cabeza y los miembros. Todos tenemos ahí nuestro pequeño lugarcito, gracias al Bautismo.

    Alonso:

    Nada que añadir a su largo y amplio excurso sobre el "subsistit" de la Constitución Lumen gentium.

    Si se piensa bien, tal como Vd. lo ha desgranado, se derrumba ese ecumenismo de mínimos, por abajo, para buscar un consenso y se comienza un ecumenismo por arriba viendo las ramas desgajadas de su tronco.

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  8. Miserere:

    Muy concreto y muy real.

    Nos chocamos con un primer problema; la post-modernidad viene de vuelta del cristianismo; ha sabido algo de lejos sobre Cristo y no le interesa por el estereotipo que se le ha transmitido.

    Segundo problema: la versión liberal y secularizadora del poder hoy y lo que presenta y afirma de la Iglesia.

    Sólo se puede conocer bien la Iglesia desde dentro, como sólo se puede conocer bien a una persona no por un programa de televisión o una tertulia "rosa" (o amarilla de bilis pura), sino por el contacto personal y la amistad. Pues lo mismo.

    Lo que más me preocupa en este caso no son los que están fuera o alejados, sino la visión que tienen los mismos católicos en el seno de la Iglesia, en la vida parroquial, yendo sólo a Misa los domingos. ¿Descubrirán el misterio de la Iglesia? ¿Su amabilidad? ¿Se lo haremos ver diáfanamente?

    Su vocación de comunicador le delata por su referencia a Internet. Es cierto: ahora cualquiera puede ir libremente a las fuentes, investigar y razonar. Este blog, por ejemplo, pretende ser una introducción al Misterio que tal vez hemos visto, pero nunca nos hemos adentrado.

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  9. A todos los lectores:

    Quiero recordar, amablemente, que quien quiera puede participar y escribir su comentario o sus preguntas. Esto es algo vivo.

    Y segundo, que adquirimos un compromiso: rezar CADA DÍA unos por otros, para que los vínculos de Internet sean vínculos en la Comunión de los santos.

    pax +

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  10. Es necesario orar, desde luego, para que un blog como este, y todos nuestros respectivos blogs de apostolado, sean fecundos...

    Mis tres hijas, que a veces leen conmigo este blog, su madre y yo, rezamos por vd. d. Javier, y por todos los que forman esta comunidad del blog.

    Un abrazo

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  11. alonso:

    Gracias a Vd., su esposa y sus tres hijas. Supongo que tendrá que desmenuzarles a sus hijas algunas de estas catequesis, no vayan a serles indigestas.

    Y sí, oremos mucho, pidamos cotidianamente que este blog -y todos los nuestros- sean un apostolado eficaz para el mundo.

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