domingo, 7 de agosto de 2011

La adoración eucarística, programa pastoral

Siguiendo lo que indica el Magisterio de la Iglesia, y con el convencimiento de saber los frutos pastorales y espirituales que para la vida cristiana y comunitaria aporta la exposición del Santísimo, recojamos las últimas invitaciones del magisterio pontificio sobre la adoración y culto a la Eucaristía, recuperando una praxis litúrgico-pastoral que nunca debió desaparecer de las parroquias y comunidades religiosas.

    La encíclica Ecclesia de Eucharistia, recogiendo una cita del ritual, recuerda que:
"corresponde a los Pastores animar, incluso con el testimonio personal, el culto eucarístico, particularmente la exposición del Santísimo Sacramento y la adoración de Cristo presente bajo las especies eucarísticas... Una comunidad cristiana que quiera ser más capaz de contemplar el rostro de Cristo... ha de desarrollar también este aspecto del culto eucarístico, en el que se prolongan y multiplican los frutos de la comunión del cuerpo y sangre del Señor” (n. 25). 
 
Además, añade el papa en la conclusión, favorece la edificación de la Iglesia y da frutos eximios de santidad como lo atestigua la piedad eucarística de tantos santos.

    Juan Pablo II, al plantear el Año de la Eucaristía 2004-2005 deseaba unas realizaciones concretas no exclusivas para ese Año sino como un fruto permanente, y entre esas realizaciones señalaba: “Incluso si el fruto de este Año se limitara al de reavivar en todas las comunidades cristianas la celebración de la Misa dominical e incrementar la adoración eucarística fuera de la Misa, este Año de gracia conseguiría un resultado significativo. Es bueno con todo, mirar hacia arriba, no contentándonos con medidas mediocres, pues sabemos que podemos contar siempre con la ayuda de Dios” (Carta Mane nobiscum Domine, n. 29).


    Más in extenso, Benedicto XVI en la exhortación apostólica “Sacramentum caritatis”, fruto del Sínodo sobre la Eucaristía, destacaba los valores de la adoración eucarística y pedía esta práctica con mayor profusión convirtiéndola en práctica habitual. Lamentaba que tras la reforma litúrgica no se percibiese “de manera suficientemente clara la relación intrínseca entre la santa Misa y la adoración del Santísimo Sacramento” (n. 66) por una objeción que consistía en afirmar que el Pan eucarístico “no habría sido dado para ser contemplado sino para ser comido”, objeción que refuta remitiendo y explicando a san Agustín.

    La adoración eucarística es una gracia para la vida espiritual: 

“La adoración fuera de la santa Misa prolonga e intensifica lo acontecido en la misma celebración litúrgica. En efecto, sólo en la adoración puede madurar una acogida profunda y verdadera. Y precisamente en este acto personal de encuentro con el Señor madura luego también la misión social contenida en la Eucaristía y que quiere romper las barreras no sólo entre el Señor y nosotros, sino también y sobre todo las barreras que nos separan a los unos de los otros” (Sacramentum caritatis, n. 66). 
 Además, “la celebración y adoración de la Eucaristía nos permiten acercarnos al amor de Dios y adherirnos personalmente a él hasta unirnos con el Señor amado” (n. 94).
    La exhortación Sacramentum caritatis urge la práctica de la adoración eucarística y la necesidad de inculcar esta práctica en todos los fieles y educarlos en este modo eucarístico de orar y adorar:
    "Por tanto, unido a la asamblea sinodal, recomiendo ardientemente a los Pastores de la Iglesia y al Pueblo de Dios la práctica de la adoración eucarística, tanto personal como comunitaria. A este respecto, será de gran ayuda una catequesis adecuada en la que se explique a los fieles la importancia de este acto de culto que permite vivir más profundamente y con mayor fruto la celebración litúrgica. Además, cuando sea posible, sobre todo en los lugares más poblados, será conveniente indicar las iglesias u oratorios que se pueden dedicar a la adoración perpetua. Recomiendo también que en la formación catequética, sobre todo en el ciclo de preparación para la Primera Comunión, se inicie a los niños en el significado y belleza de estar junto a Jesús, fomentando el asombro por su presencia eucarística... Al mismo tiempo, deseo animar a las asociaciones de fieles, así como a las Cofradías, que tienen esta práctica como un compromiso especial, siendo así fermento de contemplación para toda la Iglesia y llamada a la centralidad de Cristo para la vida de los individuos y de las comunidades" (n. 67).
Éste sí es un programa pastoral... sabiendo que su puesta en práctica renovará eficazmente nuestras parroquias, comunidades religiosas, grupos, movimientos y carismas.

8 comentarios:

  1. Él me mira, yo le miro, Él me habla, yo le hablo, los dos permanecemos en silencio, nos hacemos compañía...Y le pido fervientemente que salve a su pueblo en esta sociedad cada vez más pagana.
    Si Jesús ha bajado a la invocación del sacerdote en la consagración, y se han reservado las sagradas formas en el Sagrario, Él esta allí ¿qué lugar mejor para encontrarle?
    Y como decía don Manuel Gónzalez ¡qué solo está!

    Recien leída la carpeta "adoración", he sonreído al leer que recuerda Vd el Sagrario y su infancia, recuerdos similares a los míos: mi madre, el colegio; y esos recuerdos son de agradecimiento.

    Con todo el respeto que siento por los sacerdotes, yo me permitiría recordarles, que el mejor lugar donde puedo encontrarles es delante del Sagrario. Y en la medida de lo posible (intento no ser crítica), si no es urgente, respétese por parte de los fieles esta oración del sacerdote ante el Sagrario.

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  2. Julia María:

    Tiene toda la razón del mundo.

    Y que los fieles, todos, respeten la oración del sacerdote y no lo interrumpan de mil y una maneras.

    Feliz domingo a todos.

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  3. Creo que un problema que tenemos los católicos actuales es haber olvidado que Dios merece adorarse y que nosotros necesitamos adorarle.

    Igual sucede con la oración. Muchas personas creen que si Dios todo lo saber ¿Hace falta comunicarse con El?

    Tras esta actitud encuentro que aparece el éxito del agnosticismo. Dios está tan lejos o está tan enterado de todo, que ¿Para que tenerle en cuenta en la vida? Como una sobrina me pregunto hace poco, ¿Para que "sirve" Dios? La verdad es que la pregunta me hizo ver el aspecto de "dios herramienta" que muchas personas tienen. Dios no sirve a nadie, nosotros hemos de servirle. ¿Tenemos suficientemente clara esta cuestión? Me temo que no y así nos va.,

    Feliz y santo Domingo. Que Dios le bendiga D. Javier :)

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  4. Para mi es una necesidad, que aprovecho cuando
    se que en tal Parroquia hay Adoración.
    Me sirve más estando una hora con Jesucristo,
    Eucaristía, que todos los alimentos, y descansos
    que pueda tener.Y no sólo por el bien que hace a
    mi vida, si no, porque El está muy olvidado.
    Necesitamos amarlo por los que no le aman,
    adorarlo por los que no le adoran...
    ¡Muchas gracias Don Javier!.
    Bendiciones para todos.¡ Feliz dia del Señor!

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  5. ...se inicie a los niños en el significado y belleza de estar junto a Jesús...

    Recuerdo casi como una primera llamada en mi vida cuando hacia mis diez años, ví a una niña de mi misma edad rezando un buen rato con la cara tapada entre las manos y aspecto de gran recogimiento despues de comulgar.
    Esto es otra de las cosas que hoy también se va perdiendo.

    ...culto eucarístico, en el que se prolongan y multiplican los frutos de la comunión del cuerpo y sangre del Señor”

    He oido hace poco una charla del P. Sayés que dice que en la adoración eucaristica se recibe a chorros el Espíritu Santo.

    Feliz domingo para todos.

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  6. Miserere:

    La adoración es imprescindible. Y el acudir al Señor, es "trato de amistad" (Sta. Teresa) que reconforta y regenera. ¿Es útil la amistad? Es lo más gratuito que hay... pues así la amistad con el Señor a quien adoramos.

    Marián:

    El Señor está muy olvidado. El "Amor no es amado" gritaba san Francisco de Asís y en nuestra época habremos de gritarlo igualmente.

    Cuando nos ponemos ante Él, le amamos también por los que no lo aman, en reparación.

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  7. Aprendiz:

    Se recibe a chorros el Espíritu Santo. La luz, la gracia, todo lo que nos ayuda a discernir, se vierte abundantemente sobre nosotros.

    Sinceramente, estoy convencido de que para renovar la vida de una parroquia (o comunidad o movimiento) son necesarias dos cosas: la formación (mucha catequesis sólida de adultos) y la adoración eucarística.

    ¡Ojalá muchos lo probasen, así, convencidos de esto!

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  8. No siempre dejo comentarios pero los leo, no saben el bien que me ha hecho el hacerlo, poco a poco voy entendiendo cosas que antes ignoraba, gracias por este blog. Martha.

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