No es una "fiesta del Espíritu Santo", devocional, como un día dedicado al Espíritu, sino que Pentecostés es la solemne conclusión de los cincuenta días de Pascua, el día en que Cristo dio el Espíritu Santo desde el Padre para ser sus testigos ante el mundo y construir la Iglesia.
Hoy es el día del gran regalo del Señor glorificado: nos da su Don, su regalo. El fruto de toda la Pascua es el Espíritu Santo.
Llega a plenitud la cincuentena pascual, y esa plenitud no es otra que recibir y participar del mismo Espíritu Santo que resucitó a Jesús de entre los muertos.
"Pues, para llevar a plenitud el misterio pascual,
enviaste hoy el
Espíritu Santo
sobre los que habías adoptado como hijos por su
participación en Cristo.
Aquel mismo Espíritu que, desde el comienzo,
fue el alma de la Iglesia naciente;
el Espíritu que infundió el
conocimiento de Dios a todos los pueblos;
el Espíritu que congregó en la
confesión de una misma fe
a los que el pecado había dividido en
diversidad de lenguas" (Prefacio de Pentecostés).
Es el Espíritu que en forma de nube cubrió a Jesús, Elías y Moisés en la Transfiguración.
Es el Espíritu el fuego que se posa sobre cada Apóstol en Pentecostés.
Es el Espíritu el agua viva, ríos de agua viva.
Es el Espíritu la unción espiritual mediante el Santo Crisma y el Óleo de los enfermos.
Es el Espíritu que se comunica por la imposición de manos.
Jesús en aquel "discurso de despedida", dice que será el Espíritu Santo quien mantendrá entre los discípulos la misma verdad que Él ha anunciado y revelado. Permanecer y obrar en la verdad es el problema esencial para los apóstoles y discípulos. La Iglesia no es una sociedad como cualquiera otra, responde a un solo y único misterio: "estaban juntos en el mismo lugar", y "se pusieron a hablar en idiomas distintos" para que todo el mundo conozca y entienda la Verdad anunciada por Cristo.
ResponderEliminarÉsta es la fuerza
que pone en pie a la Iglesia
en medio de las plazas,
y levanta testigos en el pueblo
para hablar con palabras como espadas
delante de los jueces.
Llama profunda
que escrutas e iluminas
el corazón del hombre:
restablece la fe con tu noticia,
y el amor ponga en vela la esperanza
hasta que el Señor vuelva.
¡Ven Espíritu Santo!
Veni Creator Spititus!!! Feliz Pentecostés D. Javier y a todos los lectores :)
ResponderEliminarAyer viví en la Catedral de Sevilla con nuestro Obispo Juan José una vigilia de Pentecostés preciosa. y volví a casa nueva, renovada. Al ver la fotografia se me ha erizado el vello recordando los momentos vividos. Es una entrada preciosa esta que nos has preparado, gracias.
ResponderEliminarY feliz dia de pentecostes a tod@s!!
De verdad, os deseo a vosotros tres (Julia mª, Miserere, Mento) gozoso día de Pentecostés. Y a todos los miembros del blog, pequeños y grandes, también.
ResponderEliminarEs un día para mí especialísimo, tanto como la Vigilia pascual.
¡Disfrutadlo!
Y ojalá el Señor haga ya, hoy, aquí, un nuevo pentecostés para toda la Iglesia.
Aleluya!!!!!!!
Feliz Pentecostés . El mio ha sido muy feliz , el pequeño de mis hijos ha recibido el sacramento de la Confirmación .
ResponderEliminarUn fuerte abrazo a todos
María M.
¡¡Felicidades!! También al más pequeño que ha recibido el Don del Señor mediante ese perfume santísimo, el santo Crisma.
EliminarUn gran abrazo.
que tenga un apostolado linto. un fuerte abrazo.
ResponderEliminarIgualmente maria estella. Ojalá todos y cada uno de nosotros, miembros de esta comunidad católica en forma de blog, tengamos un feliz, santo, fecundo, vivo apostolado.
EliminarUn abrazo