Frase célebre en el cine: "Houston, tenemos un problema", en Apolo XIII, y tanto que lo tenían.
Pues "tenemos un problema".
Recuerdo que tenemos una lectora muy joven, Julia, de 10 años (creo que eran 10 años más o menos) por la que rezamos todos.
Ahora -hace una semana- me entero de que tenemos otro pequeño lector, de 10 años, Juan Pablo. Éste fue mi monaguillo y se portaba bien en el altar con una sonrisa permanente, angelical; con su sotanita roja y su roquete blanco con 4 y 5 años, junto a su hermano Jesús, más mayor. No pongo foto de Juan Pablo por aquello de la "protección del menor". (Lo siento chico, te quedas sin foto y sin verte).
Su madre, prudente siempre, es ahora catequista también de adultos. Yo la aprecio muchísimo (y para que no se enfade quien yo me sé, también quiero muchísimo a varias de sus amigas, entre las cuales está la de "lo justito" en la vida cristiana, ¿eh? ¿Sabes ya bien claro que va por ti, no?). Ella prosigue la formación que impartíamos en aquella parroquia (formación de catequistas y catequesis de adultos y retiros mensuales...) y, por lo que me dice, entra en el blog. Lo sorprendente es que el pequeño Juan Pablo al que vi el pasado sábado 12 de mayo, y al que no reconocí después de 4 años sin verlo, me saluda, se pone a charlar conmigo, le hablo de la vocación sacerdotal... y me dice con su cara de pícaro que me lee. Yo me río y pienso que es una broma del pequeño. El niño se pone ya más en serio y me dice: "que sí, que leo Corazón eucarístico de Jesús. Yo también, no sólo mi madre". Y la madre me dice que es verdad, en serio, y que porque el niño quiere leerme en el blog.
Aquí nos reunimos, en un blog de formación personas muy muy distintas. Para empezar tenemos niños que se asoman por aquí. Tenemos sacerdotes que aparecen y leen y también algún diácono furtivo. Están religiosas contemplativas y de vida activa; están seglares de distintas sensibilidades espirituales y trayectorias personales diversas: amas de casa, catequistas, los abogados (¡ay, los amigos y amigas abogados!), profesores, etc. etc.
El problema es que con tanta variedad en lo humano (y eso es bueno) es muy difícil hallar un lenguaje de formación capaz para todos. O unos se perderán unos días y otros se quedarán sin nada en otro.
Yo no sabría cómo hacerlo. Escribir para niños de 10 años y al mismo tiempo que sirva para contemplativos o para una madre de familia. No es fácil y mi estilo es el que es...
Al menos sepamos cuántos estamos aquí y qué distintos. Eso es buenísimo, repito. Aunque a algunos les venga grande y a otros se les pueda quedar pequeño el blog (según los temas, según los días).
Juan Pablo, un beso. También otro beso para Julia: ¡son los peques de esta familia!
Y recemos todos unos por otros: es muy importante. Vamos creciendo juntos en una relación de comunidad católica virtual, somos muchos y distintos. ¡Qué bien! En lo demás, haremos como podamos.
Buenos dias D. Javier:
ResponderEliminarAl fin y al cabo "si no os hacéis como niños no entraréis en el Reino de los Cielos". Luego quizá el problema fundamental no sea el del lenguaje; sino la actitud del receptor ante ese mensaje
un abrazo cordial
Sí es verdad que la actitud del receptor es importantísima, y sólo puede ser aquella del corazón dócil, abierto, sencillo, nada complicado.
EliminarYo iba a decirle lo mismo, Pater. Cuando un niño no es capaz de entender una explicación, normalmente es que la explicación no es buena, o bien lo que se explica esconde mentiras inexplicables, como ocurre con la información económica hoy en día, por ejemplo.
ResponderEliminarEn la Santa Misa el sermón es para los niños, los padres, los abuelos, los doctores y los analfabetos.
Y para terminar, "Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla".
Un fuerte abrazo en Cristo Rey, de un fiel y agradecido lector de su bitácora.
Gracias por sus palabras y su asiduidad.
EliminarEs verdad que la homilía debe ir dirigida a todos, con un lenguaje claro para todos, nada rebuscado, como el lenguaje de Cristo Maestro predicando.
La duda se plantea así: esto por vocación inicial es un blog de catequesis de "adultos", y me sorprende, y es un desafío para todos, que también hay "niños". Será que se sienten a gusto aquí y aunque algunos temas les pueda resultar extraños o muy lejanos para ellos, otros les sirven y aprenden algo.
Un fuerte abrazo. In Domino.
¡Qué cosa más estupenda Javier! ¡Lectores de edades tan variadas!
ResponderEliminarPara esos jóvenes, y más aún si se acercan a leer voluntariamente demostrando tanta responsabilidad, esta 'aventura' supondrá una formación que pocos se esfuerzan por cultivar.
Todo esto me recuerda ciertos aspectos de mi docencia como profesor de Filosofía en Secundaria. Mi experiencia es que 'subir el listón' del nivel (en este caso del nivel de lectura formativa, pues pienso en esos jóvenes) es el mejor modo de ayudarles. Recuerdo cuando en 4 ESO mis lecturas obligatorias eran Goethe, Shakespeare o Márai, por poner algunos ejemplos, mientras que en Lengua algunos aún andaban con colecciones 'juveniles' de mucho menor nivel literario. Y ciertos profesores se sorprendían del contraste. Sin embargo los alumnos salen adelante: se enfrentan aun reto, salen favorecidos y con más madurez, con mayor capacidad de comprensión.
Todo esto, trasladado a la lectura de este excelente blog, da frutos como los que cuentas. Espero que aún crezca su número de lectores y que, por qué no, sea incentivo para despertar vocaciones al sacerdocio.
Un fuerte abrazo.
Ojalá, Álvaro, se cumpla cuanto has dicho.
EliminarSiempre he pensado a que si exigimos 10, el oyente rebaja y se queda con 8; pero si pensamos adaptarnos y rebajamos el nivel en la predicación a 8, el oyente automática lo bajará aún más a 6. Cuanto más alto el listón, más estimulante para crecer.
Los pequeños de este blog... ¡qué alegría! Dios quiera tocar los corazones y ojalá surja alguna vocación.
Un gran abrazo
¡¡¡Fantástico!!! Los míos, que no son tan pequeños, también leen el blog. Tener “pequeñajos” alrededor da vida.
ResponderEliminarCuentan que al encontrarse una madre embarazada y su hijita pequeña con una amiga, ésta le dijo a la niña
- tu mamá tiene la barriguita llena de agua-,
a lo que la niña contestó
- pues si mi hermanita no sabe nadar, se va a ahogar-.
Los niños son pequeños pero tienen el mismo cerebro que un adulto, cerebro que hay que ayudarles a entrenar enfocando su atención y sus emociones. Y, si confían en quien les enseña, aprenden con más rapidez que los adultos porque no tienen ideas preconcebidas. ¿Vieron la película “Mira quien Habla”? Me reí muchísimo. A veces me pregunto si el lenguaje que creamos para los niños es realmente para ellos o para nosotros pues el lenguaje modela a la persona.
¡Qué Dios les bendiga!
Me encanta "Mira quién habla". Eso, son niños, no tontos. Entienden si se les habla con sencillez y frases cortas, pero no de ese modo infantiloide horrible (homilías con preguntitas....)
EliminarNo obstante, signo sorprendido de que haya niños pululando por el blog. Bendito sea Dios que hace crecer esta comunidad así.
Querido Don Javier,
ResponderEliminarestoy muy alegre, porque me ha mencionado. Quiero que sepa que yo también rezo por todos vosotros.
Todas las palabras que escribe me dan más fuerza para de mayor ser religiosa.
Hay que rezar siempre. Cuando estoy cansada no tengo ganas, pero mi padre dice hay que rezar aunque se esté hundiendo el mundo.
Estoy deseando volver a escribir. Adiós a todos. Un beso de
JULIA
Julia:
Eliminar¿Ves? ¡No nos olvidamos de ti! Ahora tenemos a otro peque en la familia: Juan Pablo, a éste sí lo conozco en persona.
Tal vez estéis más niños por aquí, leyendo el blog con sus padres al lado. Y es que más de una vez las catequesis de este blog los padres tienen que ""traducirlas"", hacerlas más claras, a vosotros, los niños.
Un beso Julia. Reza incluso cuando estés cansada. Acuérdate de Jesús. Sólo Él vale la pena de verdad.
No es nada raro que le lea mucha gente y distinta Don Javier escribe usted muy bien y muy ameno. ánimo y a seguir con ello que nos viene muy bien a muchos
ResponderEliminarÁlvaro (II):
EliminarGracias. Si escribo bien y ameno, siempre será una ventaja para el lector que viene aquí con deseos de aprender.
Un abrazo, in Christo,
Pues era de esperarse que hubiera de todo en la Viña del Señor!!, Padre que " a su estilo" lo hace muy bien. Nos complace a todos. Algunos días no somos los consentidos, pero siempre hay algo. Que también tenemos que compartirlo con muchos por aquí y ni se diga de los que pueden hablarle personalmente.
ResponderEliminarEn fin que somos como una familia variada y a todos se dirige. Gracias Padre por estar allí.
Han comenzado de nuevo los recortes de electricidad, así que a veces solo leo y no comento.
Hola Julia, Hola Juan Pablo, bueno saber que nos visitan. Serán nuestros consentidos. Besitos.
¿A que es bonito que también este blog esté formado por algunos niños?
EliminarRezarán por nosotros y nosotros por ellos.
Seguro que su saludo les ha gustado.
Un beso, y ¡ánimo con los recortes y restricciones!
Buenas noches don Javier. ¡Es maravilloso ver como crece esta familia y comunidad católica!. Que lo entiendan los niños y los demás hacerno niños para comprender que el secreto del Misterio es su permeabilidad absoluta sin que ninguno creado pueda abarcarlo, lo que escribe seguro que lo lee también mi Ángel de la guarda don Javier, que es mucho más niño.Un abrazo.
ResponderEliminarY para todos nostros que formamos esta Comunidad de oración y Santa Misa quisiera recordar que podemos dejar huella en las Reacciones y comentarios.Un fuerte abrazo desde Navarra.
Sí, que es maravilloso, NIP, maravilloso.
EliminarLe agradezco el recuerdo: "Reacciones y comentarios" son modos de participar directos. Pero cuestan un pelín de esfuerzo.
Un saludo cordialísimo!!