El santo crisma -que pronto consagraremos- es la materia sacramental por la que el Espíritu Santo consagra y santifica. Entre nosotros, latinos, rito romano, el santo crisma es relativamente solemne al prepararlo en la misma misa crismal, mezclando el aceite de oliva con bálsamo perfumado. Al menos debería oler bien, olor a perfume. Os recuerdo una catequesis sobre el buen olor del crisma que tuvimos aquí.
Pero las liturgias orientales llaman al crisma "myron" y es realmente un óleo perfumado. La liturgia copta lo elabora concienzudamente y creo que es ilustrativo para nosotros el conocerlo. Ojalá nuestro crisma huela cada vez mejor (lo que no es ni mucho menos frecuente, restándole valor al significado espiritual y teológico del crisma: ¡claro es que son muy pastorales para hacer algo así, significativo!
Tomo y traduzco la consagración del myron de Gérard Viaud, Les Coptes d´Egypte, Librairie d´Amérique et d´Orient, Paris 1978, pp. 54-59. Respeto términos técnicos en árabe y egipcio al no saber exactamente a qué pueden equivaler en español.
"Al final de la Cuaresma y durante la Semana Santa la Iglesia Copta prepara y consagra los Santos Óleos que son el Myron, o Santo Crisma, y el óleo de alegría también llamado Ghâlilâûn.
Esta consagración de los óleos no se realiza cada año, sino únicamente cuando la provisión se ha agotado. La primera consagración se hizo, según relata la tradición, en Jerusalén con los perfumes que sirvieron para el embalsamiento de Cristo. Cuando en 1930 el patriarca copto Juan XIX consagró el Myron, hacía ya 110 años que esto no había pasado. La última consagración se hizo en 1967 [recordemos que el autor escribe en 1977-1978].
La confección y la consagración del Myron se hace por el Patriarca rodeado de sus obispos.
En 1967 el rito de la consagración de los Óleos comenzó en la tarde del sexto domingo de Cuaresma y terminó en la tarde del Jueves Santo. La confección de los Óleos santos es sumamente complicada y conlleva diversas cocciones.
PRIMERA COCCIÓN
La primera cocción del Crisma comienza en la tarde del sexto domingo de Cuaresma; se toman entonces diversos productos:
-Flores de qandûl (filipéndula - flor de los prados) que es también el dâr-shîska´aân (asphodel).
Acacia farnesiana |
-13 dirhams, un tercio de mandera de salîkhah (canela de China: China cassia) o de madera de qirfah (canela: cinamomo)
Canela de China |
-6 dirhams, dos tercios de de racimos de sûsan (iris germanica)
- 20 dirhams, o 10, de qasab es-dharîrah (calamus aromaticus).
Todos estos ingredientes son machacados y puestos a macerar en agua dulce durante las doce horas de la noche del lunes. El agua debe recubrir estos productos con dos dedos de agua por arriba.
Al amanecer del lunes de la séptima y última semana de Cuaresma, estos ingredientes, que se han macerado en el agua, se mezclan con el aceite de olivas verdes de Palestina que no haya sido contenido antes en un odre de cuero. Se utilizan así 4 qist de aciete, lo que hace 8 ratl de Bagdad de aceite para la confección del Crisma. Hay que hacer hervir la mezcla durante toda la jornada leyendo los Salmos y los libros de la Biblia. Si hace falta, se añadirá agua al aceite para evitar que se prenda fuego. La mixtura debe ser constantemente removida con una vara de madera de olivo y el fuego debe alimentarse por madera de qandûl, los viejos iconos, madera de olivo y de palmera.
Esta primera cocción se retirará del fuego en la tarde del lunes y se dejará enfriar durante toda la noche del martes.
Al amanecer del martes, el aceite de la primera cocción será filtrado con un lienzo propio para separar las diferentes hierbas aromáticas utilizadas. Estas hierbas se pondrán al lado para la confección del óleo de la alegría [para el bautismo, de catecúmenos].
SEGUNDA COCCIÓN:
La segunda cocción del Crisma comienza después que la cocción anterior haya sido filtrada el martes por la mañana. Entonces hay que tomar también:
Costus |
-20 dirhams de qosit (costus)
-20 ó 12 dirhams de rosas rojas de Iraq de las que se les ha quitado los pétalos
-20 dirhams de santal blanco
Todos estos ingredientes se cuecen juntos y se ponen a macerar en agua dulce durante seis horas. Hacia el mediodía, estos productos que acaban de macerar en el agua se mezclan con el aceite cocido la vispera. Esta mezca de la segunda cocción debe hervir a fuego lento durante cuatro horas, y enseguida se pone a enfriar durante toda la noche del miércoles.
Al amanecer del miércoles el producto de esta segunda cocción se filtrará para separar el aceite de las hierbas aromáticas.
TERCERA COCCIÓN:
Después de que el aceite de la segunda cocción cocido la víspera ha sido filtrado, se comienza la tercera cocción. Hay que utilizar entonces:
-20 dirhams de zarunbâd (jengibre salvaje) o de kâfúr (camphora: laurel alcanfor).
-6 dirhams dos tercios de corteza de salîkhah rojo superior (corteza de canela de China: China cassia).
-3 granos un tercio de gûzât (nuez moscada)
-15 dirhams un tercio de sunbul amarillo
-10 dirhams de khuzâmí (lavanda)
-6 dirhams dos tercios de qurunfil (clavo)
-6 dirhams dos tercios de basabâsah (macis [un fruto seco]) también llamado: dâr-K^siha.
Todos estos ingredientes son triturados juntos y puestos a macerar en agua dulce durante seis horas. El agua debe recubrir estos ingredientes cuatro dedos por arriba.
Hacia el mediodía, estos productos que acaban de macerar en el agua se mezclan con el aceite cocido la víspera. La mezcla de esta tercera cocción debe entonces hervir a fuego lento durante cuatro horas y se deja enfriar durante toda la noche.
Al amanecer del jueves, la mezcla cocida la víspera se filtra para separar el aceite de las hierbas aromáticas.
CUARTA COCCIÓN
Entonces comienza la cuarta cocción del Crisma. Hay que tomar para ello:
-26 dirhams dos tercios de storax blanco que es la mî`ah (storax)
-16 dirhams dos tercios de dâr-sînî (canela en clavo: culilawan)
-13 dirhams un tercio, o 12 dirhams, de polvo de za`farân (azafrán: crocus)
-6 dirhams dos tercios, o 12, de madera de áloe indio (agallochum)
-12 dirhams de rosas rojas de Irak.
Estos diferentes ingredientes se triturados juntos y puestos a macerar en agua dulce durante seis horas. El agua recubrirá estos productos cuatro dedos por arriba.
Hacia el mediodía, el jueves mismo, estos ingredientes, que acaban de macerar en el agua, son mezclados con el aceite cocido la víspera y todo se pone a hervir a fuego lento hasta que el agua se haya evaporado. La mezcla de esta cuarta cocción se deja enfriar durante toda la noche del viernes.
Es muy complicada y laboriosa pero maravillosa y debe oler de locura.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta información que
desconocía.
Feliz domingo para todos.
Queda aún la segunda parte que está programada para dentro de 5 ó 6 días.
ResponderEliminarEfectivamente, Capuchino, debe oler de locura. A mí me parece de suma pobreza el crisma que se suele hacer entre nosotros: un poco de bálsamo y se acabó. No huele bien, no desprende el aroma de Cristo cuando se unge en el Bautismo o en la Confirmación. No sería difícil que junto al bálsamo se le añadieran esencias aromáticas (azahar, nardo, jazmín) y se mezclaran. ¡¡Entonces olería bien con sólo destapar el tarro del crisma!!
Este artículo sobre el myron es ilustrativo porque creo que a todos nos conviene conocer todas las riquezas de la liturgia y valorar los elementos y materias de la liturgia.
Maravilloso. Como dice Capuchino debe oler de locura, locura de Amor de Dios, que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros como oblación y victima de suave olor, para rescatarnos de toda maldad y para prepararse un pueblo purificado... Un pueblo santo que alaba a su Señor:
ResponderEliminarEres el más bello de los hombres,
en tus labios se derrama la gracia,
el Señor te bendice eternamente.
has amado la justicia y odiado la impiedad:
por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido
con aceite de júbilo
entre todos tus compañeros.
A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,
desde los palacios de marfiles te deleitan las arpas. Sal. 44, 3.8-9.
Me encanta, don Javier. Feliz día del Señor a todos.
La primera consagración se hizo, según relata la tradición, en Jerusalén con los perfumes que sirvieron para el embalsamiento de Cristo.
ResponderEliminarEl santo Crisma nos hace participar de la unción de Cristo ¿es así, don Javier?
Desde Sevilla:
ResponderEliminarImagínese el olor... y eso que no hemos acabado hoy con el myron.
Aprendiz:
Efectivamente. Somos ungidos por el Ungido, participando de su Unción.
Por eso tiene tantísima importancia. Sin embargo buscamos e inventamos símbolos y lo fundamental lo hacemos insignificante, poco simbólico.
Quienes son confirmados, ¿se dan cuenta de que lo fundamental es esta unción en la frente y pueden oler de verdad ese perfume santo con el que son sellados? ¿O ni lo saben y además tampoco huelen el perfume del crisma?
Pues creo que si el crisma desprendiera el perfume que debe desprender, representaría definitivamente una marca, tal vez en nuestra memoria desde el bautismo, y ese perfume nos atraería siempre a Cristo y su Iglesia. Muy interesante todo.
ResponderEliminarPensando en asistir a la Misa Crismal, ¿así se dice Padre Javier?de mi Arquidiócesis.
Así se dice, sí, María Auxiliadora.
ResponderEliminarEs bueno asistir... e invitar los miembros de la Escuela de Cursillos, por ejemplo.
Pinche la etiqueta "Misa Crismal" y verá las dos catequesis del año pasado que en breve volveremos a repetir.
Disculpen, el Crisma es utilizado en la Confirmación y el óleo de los catecúmenos, en el bautismo o es el mismo con otro nombre, y en la unción de los enfermos? Padre me volví un lío, disculpe mi ignorancia y confusión en este momento.
ResponderEliminarMaría Auxiliadora:
ResponderEliminar¿Sabe que eso es parte de mi tesina/tesis?
Hay 3 óleos:
Catecúmenos: para catecúmenos adultos durante el Catecumenado y una unción para los niños antes del Bautismo.
Enfermos: la materia sacramental de la Unción de Enfermos.
Crisma: para los niños después del Bautismo, sacramento de la Confirmación, consagración del altar y unción de los 12 pilares de un templo que se dedique solemnemente, en la ordenación de presbíteros (unción de las manos) y ordenación episcopal (unción en la cabeza).
Pues sí, D. Javier. No debe ser difícil darle al Crima un olor a flores y esta simple acción, redundaría en el sentido simbólico de la Liturgia.
ResponderEliminarLos cristianos latinos somos más prácticos y menos simbólicos que nuestros hermanos orientales. Esta actitud tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre las ventajas está el sentido colegial de los Obispos y Patriarcas, que se ven y entienden unidos porque así ganan en fortaleza y coherencia.
Pero, vaya, no cuesta tanto ser simbólico... a ver si nos concienciamos :)
Que Dios le bendiga y a todos los que pasen por esta riconcito comunitarios. Un abrazo dominical en Cristo :)
D. Javier ¿cómo olerá en el cielo si aquí tenemos estos deliciosos olores? ¡Qué cosas, Dios mío!
ResponderEliminarYo soy armenia. Nosotros tenemos otra forma de preparacion y tal vez otras plantas. Les paso la pagina.
ResponderEliminarhttp://www.armeniapedia.org/wiki/Holy_Muron
Siempre hay tanto que aprender... Gracias a todos los bien dispuestos a enseñar!
ResponderEliminar