jueves, 14 de abril de 2011

Enamorarse de Cristo (Ejercicios IX)

Todo proceso cristiano que sea tal, y merezca tal nombre, desemboca simplemente en que Cristo es realmente “Amado”, lo más amado, lo más querido, lo más deseado, lo más soñado. Dicho con otras palabras: la experiencia cristiana conduce a enamorarse completamente de Cristo.

    ¿Enamorarse?

    Vivir con todo el amor, con toda la capacidad afectiva, en Cristo; entregarle a Él todos los afectos y empezar a compartir su vida, sus sentimientos, su mente, su pasión y la fuerza de su resurrección, de manera que no haya división entre Cristo y yo, sino unidad y unión. Incluye los sentimientos porque son humanos, pero supera el mundo del sentimiento llegando más allá, a la plena identificación entre uno mismo y Cristo.

¡Oh cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados
formases de repente
los ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados! (Canc. 12).
“Hay otro dibujo de amor en el alma del amante, y es según la voluntad, en la cual  de tal manera se dibuja la figura del Amado y tan conjunta y vivamente se retrata en él, cuando hay unión de amor, que es verdad decir que el Amado vive en el amante, y el amante en el Amado; y tal manera de semejanza hace el amor en la transformación de los amados, que se puede decir que cada uno es el otro y que entrambos son uno. La razón es porque en la unión y transformación de amor el uno da posesión de sí al otro, y cada uno se deja y trueca por el otro; y así, cada uno vive en el otro, y el uno es el otro y entrambos son uno por transformación de amor.
Esto es lo que quiso dar a entender san Pablo (Gal 2,20) cuando dijo: Vivo autem, iam non ego, vivit vero in me Christus, que quiere decir: Vivo yo, ya no yo, pero vive en mí Cristo. Porque en decir vivo yo, ya no yo, dio a  entender que aunque vivía él, no era vida suya, porque estaba transformado en Cristo, que su vida más era divina que humana; y por eso dice que no vive él, sino Cristo en él” (San Juan de la Cruz, CB 12,7).

    Además, enamorarse de Cristo es posible y concreto. La experiencia de Cristo es lo más real que nos puede suceder en la vida, el verdadero Acontecimiento que responde a lo que somos, buscamos, deseamos y necesitamos. Si este Acontecimiento se reduce, pierde su fuerza, y se reduce cuando se limita a Cristo a un ideal por el que luchar identificado con un éthos, una ética, una ideología; se limita a Cristo cuando lo situamos al nivel de causa por la que “hacemos cosas”, “nos comprometemos”, pero Él está situado más arriba de la propia experiencia de lo que somos y vivimos. Hacemos cosas “por Él” pero al final “sin Él” como si Él fuera un lema de actuación, una pancarta; es reducido el Acontecimiento cuando la percepción de Cristo es tan lejana, que acudimos sólo en los momentos de apuro para una oración de petición sin la relación previa con Él: lo ponemos a nuestro servicio...

   
Con palabras del Papa: "Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva" (Benedicto XVI, Deus charitas est, n. 1).

    Enamorarse es otra cosa, más hermosa, más bella, más verdadera: es amar y ser amado por Cristo. La existencia se entiende cuando se comparte todo con Cristo y se vive de amor por Él; le dejamos hacerse presente en cada instante de lo que somos y hacemos, le comunicamos lo que somos y estamos disponibles a que Él se comunique; le hablamos, le ofrecemos... hasta soñamos con Él, y no podemos entender la vida sin Él.

    Todo estriba en que el alma esté bien enamorada del Amado: entonces se lanza hacia Él sin que repare en obstáculos o dificultades; entonces todo le habla de Cristo, le remite a Él, ve en todo un signo, una huella, de su paso y descubre la verdad de la realidad, de la historia, del mundo y de los hombres, traspasado todo por Cristo.  El alma bien enamorada de Cristo ama la vida y ama a las personas con pasión, con verdadera humanidad, pero en último término, todo su amor lo ha puesto en Cristo, ha correspondido a un mayor amor, el de Cristo que da consistencia a su vida, que ilumina la realidad, que ordena su razón y su pensamiento.

    Se trata de un amor real, de un enamorarse que se verifica en todo lo que uno es, y siente, y piensa, y obra. Cristo es lo más real y lo más concreto: el descubrimiento de su Presencia en la vida suscita la respuesta de amor y la adhesión amorosa y libre a esa Presencia, avanzando en el conocimiento de Cristo, en la inteligencia espiritual del Misterio.

    ¡Enamorarse de Cristo! Entonces, todo es nuevo, todo se vuelve nuevo y con nueva luz. “Mi Amado es para mí y yo soy para mi Amado”.

    “Dice la Esposa que todas estas cosas es su Amado en sí, y lo es para ella, porque, en lo que Dios suele comunicar en semejantes excesos, siente el alma y conoce la verdad de aquel dicho que dijo san Francisco, es a saber: Dios mío, y todas las cosas. De donde, por ser Dios todas las cosas al alma y el bien de todas las cosas se declara la comunicación de este exceso por la semejanza de la bondad de las cosas en las dichas canciones” (CB 14, 5).
Se realiza realmente aquello tan paulino de “para mí la vida es Cristo” y sin Cristo ni hay vida, ni se goza de lo que es vida, ni se puede amar nada con libertad y con verdad. “Para mí la vida es Cristo”.

Unos sencillos ejercicios espirituales como éstos deben conducirnos, si hemos hecho el proceso, hemos iluminado el mundo interior y contrastado lo que en él hay, a enamorarnos más y mejor de Cristo. ¡Qué buen fruto sería estar y sentirse totalmente enamorados de Cristo! Y esto no sólo para contemplativos en el Monasterio: para cualquiera de nosotros, bautizados, es la realidad primera y última que todo lo engloba. Seglar, religioso, consagrado, sacerdote: ¡enamorarse de Cristo! Y que Cristo lo sea todo.

21 comentarios:

  1. Buenos días don Javier, tras la relación con la existencia y lo creado llego ahora ante una entrada rotunda, emocionante, veliente, sencilla, la de un enamorado hablando de su amor por el amado, el encuentro.Ya la he pirateado e impreso. Un abrazo.

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  2. Lo que nos transmite en los Ejercicios de hoy , es fundamental, es el meollo de la cuestión. Cuando Cristo es para los hombres un ideal, una ideología,unas normas morales... tiene fecha de caducidad, así la Fé y el Amor a Él no se sostiene, nos damos cabezazos contra la pared buscando la felicidad, la paz y el amor en personas, cosas... en definitiva dónde nunca lo vamos a encontrar.
    Aqui se encuentra nuestro fallo, el fallo de muchas catequesis , clases de Religion etc. Se empieza la casa por el tejado , por enseñar una serie de normas morales ( lo que se debe y no se debe hacer etc )cuando es precisamente al revés hay que poner el cimiento en el Amor a Cristo a una Persona real y lo demás vendrá por añadidura.

    Que el Espíritu Santo nos ayude a verlo así y saber transmitirlo, que nos ayude a tener el corazón lleno de amor a Cristo, solo así podremos querernos a nosotros y querer a los demás al vernos y verlos los bajo Su mirada.

    Buén día a todos.

    María M.

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  3. La pena par amuchas personas, decirse "enamoradas" haya perdido gran parte de su significado. A veces se utiliza como sinónimo de encapricharse u obsesionarse o de otros deseos diversos.

    Pero el amor (caritas) es más que un sentimiento, es un entendimiento y una voluntad. Todo al mismo tiempo y aún así no es posible decir todo lo que hay en el Misterio del Amor de Dios a los hombres y de su reflejo, en el amor de la criatura por su Creador y Redentor.

    Me ha encantado la catequesis y tiene toda la razón María M. A la mayoría de los católicos nos falta ese "click" interior que significa la conversión y que en las catequesis oficiales no se llega a transmitir.

    Que Dios le bendiga D. Javier, así como a todos los que pasen por este rinconcito virtual :)

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  4. Miserere , así es, el sentimiento -SOLO- no nos lleva al fondo de la cuestión, solamente es una primera ayuda , toda nuestra persona tiene que entrar " en juego " , sentimiento, inteligencia-razón- y voluntad.Si nos falla el sentimiento y lo basamos todo en la voluntad , también vamos mal , si nos quedamos sólo con la razón, también cojearemos porque lo que no entendamos, lo rechazaremos , en fin, que en la base de nuestra Fé tienen que intervenir los tres factores y cuando estemos " cojos " en alguno de ellos, pedirle a Dios que nos ayude.

    ! ufff ! ! que pesada estoy ! , pero es que me parece tan importante

    María M.

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  5. Creo que estoy en camino, Don Javier. La meta es hermosísima, aunque se me aparece algo remota, por causa de mis miserias...Seguiré caminando en la dirección de esta Luminosa Estrella.
    Un saludo a todos.
    ;O)

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    1. Felicitas, pienso lo mismo: la meta es hermosísima pero se me aparece tan remota, tanto por mis miserias...¿
      se apiadará Jesús de estas miserables almas, mendigando para que Él nos alcance Su Gracia, esa que despierta la locura santa del amarlo hasta dar la vida, por Él...?
      Dios te bendiga, Felicitas
      Patri de Jesús.

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  6. Es tan grande, Jesús mio, el deseo de amarte, que cuando no lo siento, me consuelo con el intento de imitarte.
    Unida a todos en la oración, que silencio no es ausencia.

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    1. nugua...lo mismo siento..¡es tan grande el deseo de más y más amarlo..!
      Unámonos todos en oración para que Él nos alcance esta Gracia Suya, Divina, como Él.
      El silencio no es ausencia...unión de soledades...música callada, la soledad sonora y, la cena, que recrea y enamora...
      Dios te bendiga!
      Patri de Jesús.

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  7. Don Javier, hermoso dibujo del Amor de un alma enamorada. Me ha hecho recordar 'mi primer encuentro' con Él, ¡¡¡maravilloso el Señor!!!. Realmente enamora.
    Dice san Pablo que Dios ha querido salvar al mundo por la tontería de la predicación. ¿Podría regalarnos un Kerigma?.
    Feliz día a todos.

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  8. A mí, todo me lleva a la necesidad de la oración, porque, el que Cristo deje de ser una idea y haya un verdadero encuentro y trato con El, sólo puede darse (y pedirse) en la oración. Y ahí es donde poco a poco se da ese enamoramiento que debe ir precedido del conocimiento.
    No se puede amar a quien no se conoce ni se trata.

    ¡Qué belleza la de los versos de S. J. de la C!
    Creo que incluso para los no creyentes, es dificil leerlos y que no se despierte en ellos la nostalgia de Dios.

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  9. Contesto algunas cosas y así descanso de la tesina, porque ya se me mezclan las letras.

    NIP:

    La experiencia del amor del Amado es fontal. No hay otra y es insustituible. Fantástica.

    Ahora bien... ¿con qué permiso la piratea y además la imprime? ¿Y la ley SINDE? ¿Cómo me va a pagar el canon de derechos de autor? Uy, uy...

    María M.:

    Me alegra lo que dice. Durante mucho tiempo eso mismo lo he afirmado y me miraban con cara de asustados. Lo primero es el encuentro con Cristo, la experiencia de Cristo, no la enseñanza moral. Ésta se da por añadidura. Cuando se conoce a Cristo y se vive con Él, surge un hombre nuevo, con la moral de Cristo, que busca aborrecer el pecado. Pero al revés, poco efecto produce.

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  10. Miserere:

    Apunta Vd. bien, nos movemos en el terreno de la cáritas-ágape. Pero éste integra y purificia y eleva el éros.

    Cuando hablo de enamorarse de Cristo sin más remedio hay que incluir también los sentimientos hacia Cristo: de pertenencia, de gozo, de adhesión, de amor... Los mismos que en la experiencia humana del enamoramiento sincero.

    Es una lástima que hoy, manipulado el lenguaje sobre el amor, hablar de enamorarse signifique capricho, veleidad. Es lo que completaba María M. muy bien dicho.

    María M.:

    No se pone Vd. pesada. Es una comunidad y se habla entre nosotros, interveniendo si hace falta, aclarando lo dicho, o dialogando con otro comentarista. ¡¡Y ME ENCANTA QUE SEA ASÍ!!

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  11. Felicitas:

    sigamos avanzando. Le recuerdo lo que tantas veces he repetido. "Te amo cuanto puedo" (S. Bernardo). Esa es nuestra experiencia frágil.

    Nugua:

    OK. Que el silencio no es ausencia es bueno. Ánimo. A vivir en el Amado Jesucristo.

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  12. Desde Sevilla:

    ¿¿Kerygmaaaa??? ¡¡Ay, amiga mía!! Que la veo venir... No me comprometo, aunque, ¡¡quién sabe!!

    ¿Y su padre?


    Aprendiz:

    Oración... y liturgia que es experiencia de Cristo. Así no caemos en el subjetivimo, sino en la experiencia viva del Misterio.

    Apunta Vd. un punto muy querido para mí. Estos versos despiertan la nostalgia de Dios incluso para los no-creyentes. Así es.

    La belleza y sus manifestaciones despiertan la sed de Dios, apuntan a Él, orientan a un corazón que no esté embrutecido. Es la "via pulchritudinis" o el "camino de la Belleza". A mí particulamente me es muy querido. Lo que sea Belleza eleva a Dios.

    ¿Por qué la Liturgia la hacemos fea pensando que así se "participa//interviene" más? ¿Por qué no hacemos más pastoral de la Belleza, que toca a todo el hombre, en vez de pastoral de la ética y del compromiso, que aburre ya hasta las ovejas? ¿Por qué damos cabida a lo técnico, a lo práctico, a lo útil, tantas veces horrible, en lugar de la Belleza en nuestras iglesias y liturgias?

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    1. Padre Javier, qué maravillosa idea o propuesta el relatar en la liturgia la Belleza, la Belleza que las palabras del Amor despiertan en nuestros corazones, esas que enamoran en impulsan a los actos más heroicos, a los arrojos del amor, a la valentía del dar la vida, de consagrarla al Amor.
      Gracias Padre.
      Ojalá este deseo y propuesta suya se haga realidad en Nuestra Amada Iglesia....y, en el mundo.
      El mundo se avergüenza de expresarse con inocencia, con belleza, con amor pues el mundo ha impuesto como bueno, solamente el hablar de éticas y compromisos, de obligaciones y de pagos, de lo técnico y de lo práctico...que, si bien todo esto es tan útil y necesario muchas veces, ni es lo único, ni es lo más importante, ni es lo que le prende fuego al corazón para incendiar con él al mundo, ni es lo que pone alas al alma para anhelar ascender hacia Él: Jesús, el Mismo Amor.
      Patri de Jesús; de Argentina.

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  13. D. Javier, me sentí un dia seducida enormemente por Cristo....y esta seduccion va in crescendo dia a dia.....he pasado una buena Cuaresma y voy gustosa y animada, como loca mirándole a El para entrar en Jerusalem!!!!Feliz Pascua.

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  14. Me dejó muda! y mire que dejarme muda a mí???
    LOs que me conocen dirían, sobretodo mi hermano, dime dónde está ése cura Santo!!!
    Quién busca al Espiritu Santo...en Ud. ya lo encontró, si no fuera porque creo no lo creería!
    Estoy en total estado de consolación, sus palabras me hacen conocer la Gracia, pido a María de la Medalla Milagrosa, las Gracias que nadie le pide.
    PAZ Y BIEN.

    sOY eLISA DE argentina,

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  15. Me resulta, a veces, tan difícil y otras tan fácil llegar a Cristo. Siempre me pregunto: ¿soy realmente sincera con Él?. Sería muy fácil decir que sí, pero no sería cierto del todo. Para ello tendría que hacer siempre su voluntad por encima de todo; pero no es nada fácil, porque la persona enamorada ve con los ojos del ser que ama. No ve otra cosa. ¿Veo yo por los ojos de Cristo siempre? Para ser sincera, no; no siempre. Así que no sé si estoy realmente enamorada. Sí sé que lo quiero con toda mi alma y que quiero ser una buena hija suya.

    ¡¡¡Ufff, qué difícil!!!

    Gracias D. Javier. Espero que pasara la tormenta de la jaqueca.

    Feliz y bonita tarde para todos.

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  16. Elisa de Argentina:

    Pues pásele el blog a su hermano y que entre, lea, escriba... Tal vez quede mudo como Vd. (je,je).

    No obstante, lo de cura santo, es discutible. Algunos muy concretos que yo me sé, creo que se lo discutirían mucho: le dirán que soy muy recto, exigente, etc., etc., etc.

    Eso sí: quiero la santidad y la busco.

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  17. Gosspi:

    Me alegro por su Cuaresma y espero que esta comunidad virtual le haya servido y le haya acompañado. A mí la Cuaresma ya me viene larga: necesito ya la Pascua. Al plan personal de Cuaresma se suman las mortificaciones que vienen de fuera. Sí, necesito la Pascua YA.

    Capuchino:

    No se angustie. De verdad: dígale al Señor "quiero quererte", y Él se encargará.

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  18. ME ha encantado lo de "amar y ser amado por Cristo" y "le dejamos hacerse presente en cada instante de lo que somos y hacemos"
    Ojalá pueda llegar a algo así, a querer al Señor de verdad, a sentir aunque sea un poquito su amor y que se haga presente el Señor en mi día a día.
    Y mientras... a seguir rezando
    Buena Semana Santa y gracias por los ejercicios

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