Cada vez me convenzo más de la necesidad de la formación litúrgica, en tono de catequesis y de mistagogia (: introducción), por la tremenda ignorancia que nos rodea. Para ello hay que volver una y otra vez a los mismos temas, profundizarlos, repetirlos al llegar cada ciclo litúrgico...
De verdad: es necesaria la formación litúrgica. Recordad, por ejemplo, las dos anécdotas que me pasaron en la celebración del Viernes Santo y que puse en un comentario en la catequesis del día 22. Sólo una gran ignorancia (por supuesto entre católicos "super - mega - hiper comprometidos") puede sonreírse con sonrisitas y codacitos cuando se hace la gran postración, rostro a tierra, al inicio de la acción litúrgica del Viernes Santo.
Entiendo que puedo ser muy insistente, pero para eso es un blog de catequesis. Un querido amigo, otro joven que se nos ha incorporado al blog, Joaquín, me escribía en tono de humor: "Que sepas que he empezado a seguir tu blog. Es interesante, pero a veces, para mi gusto (tosco y vulgar por supuesto), demasiado litúrgico. Pero bueno, me gusta".
Unas sugerencias para la liturgia de la Pascua pueden ayudar a los sacerdotes pero también al pueblo cristiano para que sepan el porqué de algunas cosas y se fijen en elementos que pueden pasar desapercibidos.
El saludo inicial del sacerdote, para los cincuenta días de Pascua, debería ser:
"El Dios de la vida, que ha resucitado a Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros".
Los domingos, en lugar del acto penitencial, se podría realizar la aspersión con el agua bendecida y un canto bautismal.
Si se hace el acto penitencial, la invitación para los domingos y los días de la octava de Pascua sería ésta:
"En el día en que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia del Padre para morir al pecado y resucitar a la vida nueva".
Fuera de la Octava de Pascua, por ejemplo la siguiente fórmula que recalca cómo Jesucristo es el Justo, a quien Dios resucitó, y ahora es el Gran Intercesor, el único Mediador:
"Jesucristo, el justo, intercede por nosotros y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento, para acercarnos a la mesa del Señor".
Y la fórmula 3ª del acto penitencial: "Tú, el Primogénito de entre los muertos: Señor, ten piedad..."
Mejor que el acto penitencial se recite, no se cante, para que tenga más fuerza e importancia el canto del Gloria todos los domingos pascuales. El Gloria es un canto pascual y merece que, como tal, se cante (con su letra, claro, sin paráfrasis, ni algo parecido porque diga la palabra "gloria", sino el himno "Gloria a Dios en el cielo").
El salmo responsorial, como cada domingo, cantado, con la antífona propia, por ejemplo, "Dad gracias al Señor porque es bueno" o cantando un "Aleluya" como respuesta a cada estrofa.
En las misas feriales, si no se canta el salmo, se podría añadir la palabra "Aleluya" a la respuesta. Por ejemplo hoy, la respuesta: "Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti", sería "Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti. Aleluya". Así los fieles todos estaríamos repitiendo la palabra "Aleluya" en la respuesta al salmo durante los 50 días, dando un tono distinto.
Los domingos, cántese la oración de los fieles, es decir, cántese "Te rogamos, óyenos", "Señor, escucha y ten piedad", "Señor, ten piedad", "Kyrie eleison" (por ejemplo, hay melodías de Taizé para el Kyrie que son alegres, pascuales).
La plegaria eucarística, para cada día de la cincuentena pascual, el Canon romano.
Y, si se puede, cantando los domingos el diálogo del prefacio ("Levantemos el corazón", "Demos gracias..."), el Santo, las palabras de la consagración, la aclamación ("Este es el Sacramento de nuestra fe", "Anunciamos tu muerte..."), la doxología ("Por Cristo, con él y en él") con su "Amén" solemne. Simplemente, porque es Pascua.
Un detalle para todos. Durante la octava de Pascua se dice en el prefacio "glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en ESTE DÍA en que Cristo nuestra Pascua ha sido inmolado", y en el Canon "reunidos en comunión... para celebrar el día santo de la resurrección...", porque la Octava de pascua se considera un único DÍA, un gran Día en 8 días. Pasada la octava de Pascua, se dirá entonces "pero más que nunca en ESTE TIEMPO en que Cristo..."
La monición al Padrenuestro podría ser la que subraya nuestra dignidad de hijos de Dios, que es un fruto de la Pascua:
"Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro..."
La monición diaconal para el beso de paz, la más pascual durante los cincuenta días:
"En el Espíritu de Cristo resucitado, daos fraternalmente la paz".
Por último, la despedida durante la Octava de Pascua tiene doble Aleluya: "Podéis ir en paz. Aleluya, aleluya. R/ Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya". La fórmula de despedida más apropiada es:
"Anunciad a todos la alegría del Señor resucitado. Podéis ir en paz".
Son pequeñas o grandes cosas, según se miren, que dan una tonalidad a los cincuenta días de Pascua, que debemos conocer para saborear mejor la liturgia santa de estos días (y para los sacerdotes, recordar los elementos que ofrece el Misal y que pocas veces se recuerdan).
¡Feliz Pascua! Ojalá la liturgia de estos días muestre ese verdadero tono pascual.
Feliz Pascua, para don Javier y para todos.
ResponderEliminarMis conocimientos litúrgicos hasta ahora eran nulos pero este blog me está ayudando a conocer mejor el sentido de muchos gestos litúrgicos y sobre todo a prestar más atención y tener más abierto el oído durante las celebraciones para que no se me escape ninguna pequeña oración pues, aunque sean pequeñas son muy densas de contenido y además muy bellas.
Y ahora procuro ir repitiéndolas en mi interior conforme las va diciendo el sacerdote y haciéndolas mías.
Le oí al P. Cantalamessa contar que el santo staretz ortodoxo, cuyo nombre ahora no recuerdo, saludaba a los que acudían a él diciéndole algo así: ¡Tesoro mío, alégrate, Cristo a resucitado! y que ése debería ser el saludo entre los cristianos en esta época de Pascua (quitando lo del tesoro mío, claro).
Quería añadir sólo una cosa: seguramente para los sacerdotes sea más complicado preparar la Eucarístía con todos esos detalles que dice don Javier, pero, desde luego que sí se perciben y nos ayudan a vivir mejor la celebración y a disfrutarla. Aunque no todos tengamos formación litúrgica, sí tenemos ese sexto sentido... Por eso es por lo que, cuando no se hace así, vamos a la búsqueda de otros sitios en donde sí se cuiden estos detalles.
ResponderEliminarTambién debo decir que mi sensación es que poco a poco se va mejorando en cuidar la liturgia.
ResponderEliminar¡Feliz octava de Pascua para todos!
ResponderEliminarYa esta mañana al final de la Misa contestamos: Demos gracias a Dios. Aleluya, aleluya".
D. Javier estoy más blanca que pálida en catequesis. Creí que sabía un poquito, pero no.
Esta catequesis me viene como agua de Mayo. Siga y no deje de formarnos, por favor. Cada vez que puedo entro, y a veces, en varias ocasiones porque no tengo mucho tiempo durante el día, pero le sigo interesada aunque no comente.
Muchas gracias por todo.
Padre Javier, se me arruga el corazón de pensar que no todos podemos participar de la Liturgia como nuestro amor quisiera, porque para mi la liturgia es otra de las maneras de demostrar mi amor a Dios. Me ha tocado aprender a bajar la cabeza, cerrar los ojos y pedirle a Dios por el celebrante y los "acólitos" ¿así se dice?que le acompañan al ver como atropellan el culto a Dios.También a veces me apena dejar un comentario que pudiera herir a alguien que me conoce. ¿Cómo actuar entonces y no dejar que los escrúpulos se adueñen de nuestros pensamientos y vivir la liturgia sin remordimientos por lo que se hace o deja de hacer?
ResponderEliminarFeliz tiempo pascual que comenzamos a vivir, y digo a vivir, por que con las catequesis de D. Javier (en retiros, en el coro, a través de e-mail, ..., y principalmente en este blog)estamos aprendiendo a comprender la liturgia, a participar de ella, a hacerla oración, como bien dice él "son pequeñas cosas que hacen grande la celebración".
ResponderEliminarGracias por la formación que nos trasmite, y GRACIAS por el tiempo que nos dedica cada día -que no es poco-.
¡Qué inyección de ánimo!
ResponderEliminarLa experiencia de Aprendiz me gustaría que fuese la de muchas más personas que se acerquen aquí.
La experiencia de aprender y suscitar una sensibilidad que afine cuando uno participa de la santa liturgia. Muchas cosas tal vez no le tocan a uno realizarlas bien -cantar la plegaria eucarística, por ejemplo- pero sí sabrá valorar y disfrutar y entender el porqué de algo así y no sorprenderse como si fuera un invento o una "novedad".
Lo mismo digo para Capuchino de Silos: me alegro del aprendizaje nuevo, porque esa es la vocación de este blog, de esta comunidad, pero espero que tornen los colores al rostro.
María Auxiliadora:
ResponderEliminarCuando no hay más remedio, uno agacha la cabeza, cierra los ojos y procura unirse a Dios como mejor pueda. A veces no queda otra. Y es una lástima cómo se puede destrozar la liturgia -sacerdotes y acólitos- cuando se pierde el sentido del Misterio y se trata todo sin cuidado ni delicadeza, sin amor ni reverencia... o cuando siempre todo se hace corriendo, aprisa.
No obstante, lo que tenga que decir o preguntar hágalo: de forma fina, sin aludir a nadie ni a ninguna iglesia concreta. Así nadie que la conozca se podrá escandalizar en modo alguno ni relacionar su pregunta con una parroquia concreta.
Catequista:
ResponderEliminar¡¡Trabajito me costáis!! No sólo esta comunidad virtual, sino el día a día. Aquí toca lo de san Pablo: con gusto me gastaré y desgastaré por vosotros. Eso intento.
Por vocación docente, espero estar enseñando y transmitiendo una vivencia y un conocimiento de los Misterios de Dios en la liturgia.
¡Feliz Pascua de Resurrección!
ResponderEliminarSigo como lectora su blog, que es muy
instructivo, sobre todo para vivir mejor
la liturgia.
He llegado aquí gracias a las sugerencias
de NIP y Capuchino de Silos.
Saludos.
María del Rayo:
ResponderEliminarsé bienvenida, y más traída de la mano de dos buenos amigos, NIP y Capuchino.
Espero que se sienta en su casa y se incorpore plenamente a esta comunidad católica virtual. El único compromiso es rezar diariamente por todos y cada uno de los miembros del blog.
Un cordial saludo.
Feliz Pascua D Javier!!
ResponderEliminarHa sido una Noche Pascual preciosa la que he vivido y El ha tocado mi corazón...está Vivo y me abraza verdaderamente.
Cuanto aprendo aqui....
En esto de la lucha por anunciar el Evangelio no existe la casualidad.He llegado a este blog por una invitación de una hermana bloguera, pero veo claro despues del dia de facebook de hoy, que esto es cosa del Señor que sabe hacia donde debe diriguirme para que recupere fuerzas.Javier tendras que darme una manita, no pienso dejar que me arrebaten esta alegria. Y para mantenerla viva tengo que seguir repartiendola, aunque no me crea capaz en un medio como este, por mis limitados y escasos conocimientos. Tu blog me inspira confianza y sabiduria, espero aprender mucho. Porque sera dificil defender a la Iglesia de Cristo en el circulo donde he entrado. Pero creo que la alegria que siento por Jesucristo Resucitado ha de ser anunciada tambien fuera de nuestros enlaces blogueros catolicos, alli donde no lo van a comprender pero tanta falta hace.No se si me explico, yo solo siento que quiero gritar ese aleluya que me quema en el pecho por salir y repetirse otra ves, aunque parezca que ya esta de más.
ResponderEliminarA buenas horas aparezco. :)
ResponderEliminarSaludos a todos y en especial a María del Rayo y a Mento. Que bonito es ver nuevas caras y saber que nuestras oraciones van conformando una comunidad capaz de sentirse cercana, aunque medien muchos KM. A ver si consigo transmitir en el Meeting del Vaticano que esto no es una casualidad, ya el Espíritu también sopla entre los bits.
Que razón tiene D. Javier en cuanto a que ignorancia de la Liturgia nos aleja del tesoro que está depositado en su interior. Sobre todo si la miramos con los modernos ojos de lo cotidiano. Quiera darnos el Señor entendimiento para ir profundizando en cada aspecto de la Liturgia.
Que Dios les bendiga a todos. :)
Buenos días don Javier. Es un gran acierto insistir en la liturgia y dar pautas para descubrir su belleza y lograr mayor integración con verdadera y fiel participación y menos espectación.Es la verdadera catequesis que me hace falta junto con los primeros padres, místicos, santos, creo que toca todos los palos con equilibrio y es un verdadero acierto en la solicitud del Papa para la efectiva actividad cristiana en la red. Un abrazo.
ResponderEliminarGosspi:
ResponderEliminarMe alegro de su alegría. La Pascua celebrada y vivida con amor en la Vigilia Pascual suele causar un impacto grande si antes ha estado precedida de la oración, el ayuno y la limosna y mucha catequesis de preparación pascual.
¡Verdaderamente ha resucitado!
Mento:
Sea Vd. bienvenida. Esto no es un blog de opiniones del autor, sino un lugar de catequesis y formación en comunidad; de hecho esto ha ido derivando en una pequeña comunidad católica virtual donde -como compromiso- oramos unos por otros cada día.
Evangelizar hay que hacerlo en todos lados. No entiendo bien su último párrafo, pero deduzco algunas situaciones particulares de desencanto y dificultad. Pida al Señor saber hablar y saber callar: como el propio Cristo.
Miserere:
ResponderEliminar¡Caramba, amigo! ¡Qué tarde vino Vd. ayer! Pensaba que ya ni vendría... claro... desde que Vd. va al Vaticano invitado.. un blog como éste se le queda pequeño.... (je,je).
Para quienes no lo sepan: Nuestro amigo Miserere ha sido elegido para participar en el encuentro del 3 (?) de mayo en el Vaticano con 150 bloggers. Creo que todos debemos alegrarnos por él.
Miserere:
Allí, en ese encuentro, puedo Vd. exponer casi como anécdota o ejemplo, lo que este blog, pequeño como grano de mostaza, va creciendo hasta ser una comunidad católica virtual. Algunos miembros nuevos los conozco personalmente, otros por email, pero en los comentarios se ve que hay más personas aquí, juntas, en el Señor. Por cada persona que se atreve a escribir un comentario, habrá 5, 10 ó 15 que no lo hacen pero están aquí.
Es una alegría.
Miserere: no sé cuándo se va para Roma, pero a la vuelta bien podría en un comentario contarnos ese encuentro en el Vaticano o, si lo hace en alguno de sus blogs, lo copio y lo traigo aquí.
Un fuerte abrazo.
NIP:
ResponderEliminar¡Qué maravilla su comentario! Me va a hacer caer en soberbia y vanagloria.
Pero, hablando en serio, se lo agradezco: sus palabras reconfortan y me animan a seguir en esta tarea cuyos resultados no son tangibles ni palpables ni cuantificables. Sus palabras señalan, en definitiva, lo que yo pretendo ir haciendo con este blog, su objetivo.
Gracias, de verdad, por sus ánimos.
Reholas,
ResponderEliminarPues tengo mi trajín de preparativos, que se superponen a la ya apretada agenda cotidiana.
Me voy el día 1 y vuelvo el 4 por la tarde-noche. Casi un visto y no visto. Tenga por seguro que les traeré noticias del encuentro. Además de los blog que hago o mantengo, también llevo este bajo el brazo como ejemplo de qué se puede crear dentro de estos nuevos espacios virtuales. Además... también lo siento un poquito mio.
Un abrazo D. Javier
Miserere:
ResponderEliminar¡¡Es que este blog también es suyo!!
No es unidireccional porque es una comunidad. El tema lo propongo y lo escribo yo, sí, claro; los comentarios dan vida al blog y se crea una relación fraterna cristiana entre todos.
Gracias por meterlo en el carpetón internáutico que se lleva a Roma.
A estas horas me doy cuenta de mi error ortográfico en el primer comentario, que casi duelen los ojos al leerlo.
ResponderEliminarSirva de excusa para repetir, con todo el cariño, la felicitación a todo el que se asome por aquí:
Tesoro mío, alégrate ¡Cristo ha resucitado!