viernes, 1 de abril de 2011

Brilla el misterio de la Cruz (II)


"El Sumo Sacerdote murió por ti,
fue crucificado por ti,
para que tú te aferres a sus clavos.
Verdaderamente él te asumió en su carne
a ti y a tus pecados".

(S. Ambrosio, De fuga saeculi, 9, 57).

7 comentarios:

  1. Le pido al Señor que selle estas palabras en mi Corazón para que lo ablande y lo haga suyo, para que en él pueda hacer lo que quiera......estoy muy agradecida a la Vida que me dá, El me quita lo mas pesado y me hace caminar por las alturas.....

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  2. Buenos días don Javier.Hoy trae algo para que lo medite todo el día y saque abundante agua de la verdadera PAZ, memorice y escriba en las paredes del corazón quién es mi único Señor.Un abrazo.

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  3. D. Javier, me uno con gusto a NIP.

    Meditaré el texto durante el día y por la tarde-noche compartiré mis impresiones con la comunidad.

    Aunque la profundidad del pozo que nos señala es inmensa es maravilloso dejarse caer.

    Que Dios les bendiga

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  4. La Cruz, la locura de Dios. En ella Jesucristo nos muestra su Pasión por nosotros, su Amor debordado por todos los hombres, por ti y por mí. Eran nuestros pecados los que Él soportaba. Con su muerte aniquiló al señor de la muerte, es decir al diablo, y a cuantos por temor a la muerte estaban de por vida sometidos a esclavitud. A este Amor me acojo, en él me refugio, en el me deleito...
    Gracias por hacerlo presente, don Javier.

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  5. ¡¡¡Uyyy!!!.
    Debe decir: y liberó a cuantos por temor a la muerte estabn de por vida sometidos a esclavitud.
    Perdón.

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  6. Él creció como un retoño en Su Presencia,
    como una raíz que brota de una tierra árida,
    sin forma ni hermosura que atrajera nuestras miradas,sin un aspecto que pudiera agradarnos.

    Despreciado, desechado por los hombres,
    abrumado de dolores y habituado al sufrimiento,
    como alguien ante quien se aparta el rostro,
    tan despreciado, que lo tuvimos por nada.

    Pero él soportaba nuestros sufrimientos
    y cargaba con nuestras dolencias,
    y nosotros lo considerábamos golpeado,
    herido por Dios y humillado.

    Él fue traspasado por nuestras rebeldías
    y triturado por nuestras iniquidades.
    El castigo que nos da la paz recayó sobre él
    y por sus heridas fuimos sanados.

    Todos andábamos errantes como ovejas,
    siguiendo cada uno su propio camino,
    y el Señor hizo recaer sobre él
    las iniquidades de todos nosotros.

    Al ser maltratado, se humillaba
    y ni siquiera abría su boca:
    como un cordero llevado al matadero,
    como una oveja muda ante el que la esquila,
    él no abría su boca.

    Fue detenido y juzgado injustamente,
    y ¿quién se preocupó de su suerte?
    Porque fue arrancado de la tierra de los vivos
    y golpeado por las rebeldías de Mi pueblo.

    Se le dio un sepulcro con los malhechores
    y una tumba con los impíos,
    aunque no había cometido violencia
    ni había engaño en su boca.

    El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento.
    Si ofrece su vida en sacrificio de reparación,
    verá su descendencia,prolongará sus días,
    y la Voluntad del Señor se cumplirá por medio de él.

    A causa de tantas fatigas, él verá la luz
    y, al saberlo, quedará saciado.
    Mi Servidor justo justificará a muchos
    y cargará sobre sí las faltas de ellos.

    Por eso le daré una parte entre los grandes,
    y él repartirá el botín junto con los poderosos.
    Porque expuso su vida a la muerte
    y fue contado entre los culpables,
    siendo así que llevaba el pecado de muchos
    e intercedía en favor de los culpables.

    ( Isaías, 52 )

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  7. Un poco tarde, pero deseo compartir que la inmensidad de la gracia de Dios no puede ser más que entendida tras el inmenso sacrificio de la Cruz.

    Que Dios les de a todos felices sueños :)

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