Y mientras el reposo amigo
discurre por las venas todas
y al pecho holgado tranquiliza
regándolo de sueño,
con rauda fuerza, libre
vaga el sentido por los aires
y entre apariencias variadas mira
los múltiples arcanos de las cosas;
porque el alma, de cuitas liberada,
que tiene el celo por origen
y el éter por su fuente pura,
no sabe reposar inerte.
A quien los pocos crímenes morales
no manchan con frecuencia,
la luz serena, penetrando suave,
le enseña ocultas cosas;
mas quien, de vicios mancillado
el corazón anega en culpa impía
por múltiples horrores engañado,
visiones terroríficas contempla.
Prudencio, Himno para antes del sueño, vv. 25-36. 49-56.
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