jueves, 15 de octubre de 2009

Cuando se pierde el norte


Un muy queridísimo amigo -culto, inteligente, tradicional- me acaba de mandar una cita horrible, fiel reflejo de una estrategia que acaba infiltrándose en la Iglesia, y que llamamos "secularización interna" de la Iglesia.

¿Quién la dice?

Antonio Gramsci, fundador del Partido Comunista Italiano, propulsor del llamado "eurocomunismo", que falleció en 1937 con 46 años, poco tiempo después de convertirse y recibir los sacramentos, según testimonio de sacerdotes y religiosas del hospital donde estuvo internado.

¿Qué dice?

"Hay que vaciar la conciencia religiosa de sus elementos propios para que sea integramente asumida por la conciencia política. La religión será el punto de apoyo para la lucha de clases. Una vez penetrada, los sacerdotes no hablarán más de fe, de dogmas, de liturgia, de culto, de sacramentos o de oración, sino de solidaridad humana, esperanza intramundana, de denuncia de la injusticia y de liberación de la opresión. O sea, del Reino de Dios en la Tierra".

¿A que nos suena?
¿A que encima ese lenguaje tan "solidario" lo llamamos "pastoral" de forma errónea?

Pura estrategia, confusión y desviación.

2 comentarios:

  1. Parece como si los enemigos de la Iglesia, después de haber tratado inútilmente de destruirla "desde fuera", a base de persecuciones sangrientas, trataran ahora de destruirla "desde dentro", infiltrando en ella la mentalidad del mundo.
    Sabemos que no pueden vencer, porque la victoria, en definitiva, ha de ser de Dios y de Su Iglesia, pero Él cuenta con nuestro esfuerzo en el buen combate de la fe, con nuestra lucha contra esa secularización interna de que habla el post, un combate en el que hemos de esforzarnos con constancia y sin desfallecer.

    FIL

    ResponderEliminar
  2. FIL:

    Reformulado teológicamente -ideológicamente, más bien- dará lugar a la Teología política de centroeuropa y su hija predilecta, la teología de la liberación.

    Pero, ¡oh estupor!, esa predicación sin liberación alguna es la del buenismo de algunos sacerdotes en sus homilías, el plan pastoral para muchos grupos de catequesis, con auténtica esquizofrenia mental-pastoral: lo mismo organizan un rosario para no sé qué, que luego en las homilías y catequesis quitan a Dios para poner los Valores. Y siempre, siempre, siempre, con la palabra "pastoral" en los labios, con lo que creen justificado todo.

    Quien no se somete a ese plan de Gramsci oído hoy en tantísimas homilías y catequesis, es calificado de "poco pastoral" y otras lindezas. Entren aquí Vicarios, arciprestes, reconocidos catequetas, "curas comprometidos", etc. Es un desbarajuste tal que el pueblo cristiano es el que sufre las consecuencias y la desorientación.

    En fin, ¡pax!

    ResponderEliminar