sábado, 18 de junio de 2011

Catequesis de adultos: las vidas de santos

    Los santos son norma, canon, de cómo el Evangelio puede ser realmente vivido y cómo la gracia va transformando al hombre haciéndolo semejante a Cristo en medio del mundo, sin ser del mundo pero sin sacarlo del mundo. Un santo es el fruto maduro de la Redención de Cristo y la demostración palpable de que es posible vivir en entrega al Señor. Son espejos que nos devuelven nuestra propia imagen, los mejores hijos de la Iglesia que se constituyen en estímulo para el seguimiento del Salvador. Más que para admirarlos, los santos se nos ofrecen para imitarlos por su concreción, por su cercanía. Son evangelios vivos, con diferentes edades, carismas y vocación, circunstancias y momento histórico, y en ellos cada uno puede ver reflejada su propia lucha, su sed de Dios, sus dificultades, su trabajo y profesión.

    Este valor pedagógico-catequético de los santos se presenta como una ayuda para la catequesis de adultos. El alto nivel de vida cristiana que representa la santidad, el Evangelio anunciado en catequesis, tiene luego personas que lo han vivido. Cuando se conocen a estas personas, despojando la hagiografía de leyendas y anécdotas piadosas y devocionales, son una ayuda en el proceso formativo de los adultos. 

Cada mes se puede entregar una biografía amplia (hay libros que son compendios de hagiografías de 10-12 páginas, muy útiles) de algún santo contemporáneo, preferiblemente seglar en los primeros meses (Luigi Beltrame y su esposa, el doctor José Moscati, Pier Giorgio Frassati...) para conocer modelos seglares de santidad. De paso, se inculca así la vocación a la santidad, común a todo bautizado.

¿Qué se puede aprender leyendo estas vidas de santos?

Entre otras cosas:
  • que Dios va conduciendo a cada persona
  • que la santidad supone una respuesta libre y absoluta al Señor
  • que las dificultades las vivieron todos los santos, pero supieron superarlas
  • que la santidad no es lo extraordinario-milagrero, sino una vivencia cristiana plena en aquello que se es y se vive (matrimonio, trabajo, amistad, deportes...)
  • que no existe un único modo de santidad, sino tantos caminos como personas.
La catequesis de adultos, la dirección espiritual, la misma teología, se enriquecen mostrando esta "teología viva" que son los santos, donde Cristo ha plasmado en cada uno un aspecto distinto de su Misterio insondable. Esa es la razón de que en este blog, lugar de formación, aparezcan algunos santos, no para contar milagros, sino para reconocer en ellos las líneas maestras de la Gracia; recordemos, por ejemplo, a san Felipe Neri, santo Domingo de Guzmán, san Cayetano, Edith Stein...

Es algo más que contar anécdotas o narrar milagros; es ver cómo reflejan a Cristo y así suscitar en nosotros el deseo de la santidad y la disponibilidad a la Gracia, en el propio estado de vida, en la personalísima vocación o carisma que Dios nos haya otorgado.

N.B. He ampliado la catequesis sobre "Comulgar con la Palabra". Releedla...

    9 comentarios:

    1. Una importante y bella entrada, d. Javier,

      necesaria en estos tiempos en que el creyente se siente solo (y desamparado ante el mundo) en su camino de fe.

      Me ha gustado mucho el comienzo, por la relevancia de lo que transmite:

      " Los santos son norma, canon, de cómo el Evangelio puede ser realmente vivido y cómo la gracia va transformando al hombre haciéndolo semejante a Cristo en medio del mundo, sin ser del mundo pero sin sacarlo del mundo. "

      Mensaje urgente para los tiempos que corren, tiempos de mundanización y soledad que ahogan la vida espiritual.

      La Escritura nos enseña que no estamos solos, que los santos, los testigos de Cristo, nos acompañan y protegen como en nube intercesora que nos rodea, y nos empujan a Cristo:

      "1 Por lo tanto, ya que estamos rodeados de una verdadera nube de testigos, despojémonos de todo lo que nos estorba, en especial del pecado, que siempre nos asedia, y corramos resueltamente al combate que se nos presenta.

      2 Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús, el cual, en lugar del gozo que se les ofrecía, soportó la cruz sin tener en cuenta la infamia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. " (Hebreos 12)

      Esos testigos en nube que nos acompañan en nuestro camino directo a Cristo son los santos.

      Los santos nos acompañan como en un oleaje de intercesión que sólo necesita de nuestro asentimiento para arrastrarnos gozosamente a la orilla de la Gloria, como en una río de obediencia esplendorosísima, un Río de Vida.

      Pero no hemos de olvidar que nosotros, aquí y ahora, hemos de ser santos por la ductilidad y la obediencia a la Gracia, para también nosotros acompañar en nube a los que en un futuro nos necesiten.

      Un abrazo en el Señor, desde María Inmaculada

      y ánimo en el Señor, que sus dones le fortifiquen en multitud de gracias sacramentales y aumente su unción.

      No dude en padecer mucho por el Señor y gastarse luminosamente en la cruz. Cristo se complace en usted, en bien de todos.

      ¡Laus deo!

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    2. Me gusta mucho esta entrada, sin duda necesitamos más que nunca en los tiempos que corren, conocer la vida de Santos. personas que pasaron las pruebas y en las que poder ver nuestras propia cruz reflejada. Se podia dedicar un dia de la semana al estudio de uno.
      Un abrazo.

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    3. Cristo ha plasmado a cada uno un aspecto distinto de Su Misterio insondable.
      ¡Que preciosidad de catequesis! Dios ,hoy ha
      hablado por usted. Siempre lo hace desde que
      conozco el blog, pero esta catequesis de hoy,
      la copio para meditarla.
      ¡Muchas gracias Don Javier! El Espíritu Santo
      le siga iluminando.Y ya vísperas de S. Trinidad, Que Ella lo envuelva siempre,como
      lo hace con cada uno de sus hijos ,de que dejan penetrar.¿Cómo consultarle algo en privado?
      Bendiciones!!!

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    4. Alonso Gracián:

      Sí, dúctiles a la Gracia, sin ella nada podemos hacer. ¡Santos! Por eso es bueno que en la dirección espiritual y en la catequesis se aborden las vidas de los santos.

      Gracias por su oración por mí.


      Mento:

      Un santo a la semana sería demasiado para mí, porque para eso hay que conocer bien al santo por dentro, no solamente sus datos históricos. Procuro que haya un santo una vez al mes.

      Marian:

      ¡Bendito sea Dios! Si quiere completar la catequesis de hoy, pinche las etiquetas "santos", "vocación a la santidad".

      Para consultar en privado: javierpbro@hotmail.com

      Contesto siempre, aunque tarde...

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    5. De niña me gustaba ver los santos en el altar, me imaginaba que nunca habían sido personas, o que siempre habían sido muy buenas.
      Mi mamá compraba libros de vida de santos, he leído muchos. Depués yo empece a leer libros que escribieron algunos santos, que riqueza se encuentra en ellos.
      Para mí es una forma de Evangelio hecho vida.
      También confronto mi vida.
      Gracias Dn Javier.

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    6. Cada mes se puede entregar una biografía amplia ... de algún santo contemporáneo, preferiblemente seglar en los primeros meses (Luigi Beltrame y su esposa, el doctor José Moscati, Pier Giorgio Frassati...) para conocer modelos seglares de santidad. De paso, se inculca así la vocación a la santidad, común a todo bautizado.

      Acabo de conocer a una santa, madre de familia, desconocida para mí hasta ahora:
      http://somos.vicencianos.org/blog/2010/04/muere-el-marido-de-santa-gianna-beretta-molla/

      Y en otras webs que también hablan de ella, he leído algo de sus padres: eran terciarios franciscanos. Siempre me llama la atención que los santos no crecen como setas aisladas, sino, más bien como las cerezas o las uvas: siempre en racimo. Una hija santa de unos padres, seguramente también santos.

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    7. Aprendiz:

      Es una santa interesantísima. Disfrute de su testimonio de vida y de cómo la Gracia la hizo madre, por encima de su propia vida.

      Es verdad que los santos no son champiñones espontáneos, pero recuerde que no siempre los santos proceden de padres santos, sino que la Gracia irrumpe incluso a pesar del ambiente hostil en la propia familia.

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    8. Muchas gracias don Javier. No conozco tantos santos como para decir que lo de "los santos en racimo" sea una ley universal, que siempre se cumple.
      Y la Gracia es siempre desconcertante, por supuesto.
      Pero si el racimo no viene de la familia, vendrá de otro sitio. Será un amigo santo, un sacerdote santo, etc el que tira del otro. Siempre existen esas mediaciones humanas, esos eslabones en la cadena de los santos (¡me parece a mí!)

      Intentaré conocer mejor este verano a sta Gianna Beretta. Y también leer a S. Agustín que aún está pendiente.

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    9. Buenos días don Javier. No para contar milagros, sino para reconocer en ellos las líneas maestras de la Gracia. Creo que es ésta la verdadera utilidad de su blog econsiste en arraigarnos en la verdad sin quedarnos en las flores y las hojas para que culminemos hasta dar frutos.Me apasionan la auténtica vida de los santos, milagros incluídos y me alegra mucho encontrar DVD que permiten enganchar a los retoños.Un abrazo.

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