lunes, 9 de agosto de 2010

Una buscadora de la Verdad (Edith Stein)

El 9 de agosto de 1942, en una cámara de gas, fue inmolada en el campo de concentración de Auschwitz, Edith Stein, cuyo nombre en religión es "Teresa Benedicta de la Cruz", carmelita descalza de origen judío.

Es una mujer grande, intelectualmente capaz, aunque su carácter era reservado para defender su corazón sensible. Poseía el halo de sabiduría que permitía que los alumnos (en las Dominicas, o en otros ámbitos) se le acercasen cautivados de su profundidad de pensamiento y del don de comunicar. Era del tipo de personas que tal vez externamente no brillan porque no son populistas... pero que cuando pronuncian unas palabras, éstas tienen peso, sabiduría, y llegan a los demás, provocándoles una mayor búsqueda de la Verdad; personas interesantes que no deslumbran de entrada ni a primera vista, pero que al tratarlas con detenimiento se revelan con un corazón sabio e inteligente.

Esta mujer fue una buscadora. ¿De qué? De Dios, de la Verdad. Su infancia la pasa fiel a sus raíces judías y a la piedad del pueblo de Israel, pero en su juventud se va distanciando, todo le parece vacío. Cuando llega a la Universidad a sus estudios de psicología y luego de filosofía, cae en el ateísmo completo. 

"En aquella época, en sus años jóvenes de estudiante, el tiempo no había sido marcado aun para ella por la cruz de Cristo; pero ésta, constituía ya el objeto de una continua búsqueda y tarea de investigación para su fino entendimiento. Como Edith misma confiesa, cuando tenía quince años e iba aún a la escuela en su ciudad natal, Breslau, aquella muchacha, nacida en una familia judía, decidió “dejar de rezar”. A pesar de que siempre la había impresionado profundamente la fe fuerte de su madre, durante sus años juveniles y de estudios, cae en el mundo espiritual del ateísmo. Consideraba inadmisible la existencia de un Dios personal.
 En los años de sus estudios de psicología germánica en Breslau, Gottinga y Friburgo, Dios no ocupaba ningún lugar en su vida. Con todo, profesaba entonces un “idealismo ético muy tenso”. De acuerdo con su alta capacidad intelectual, no quería aceptar nada, ni siquiera la fe de sus padres, si antes analizarlo. Desea ir al funda-mento de las cosas por sí misma. Por ello busca incansablemente la verdad. Más tarde, mirando retrospectivamente esa época de inquietud espiritual, reconoce, con todo, en ella un peldaño impor-tante en su proceso de maduración interior y afirma: “Mi búsqueda de la verdad era una oración”; una hermosa frase de consuelo para todos aquellos a quienes les resulta difícil creer en Dios. La búsqueda de la verdad es ya en lo más profundo una búsqueda de Dios" (Homilía de Juan Pablo II en la beatificación en el estadio de Colonia-Müngersdorf, (Alemania), 1-mayo-1987).

Pero su pensamiento que busca razones y Verdad, ve que el ateísmo no es respuesta ni puede ser verdadero; además está el testimonio feliz y espontáneo de otros amigos en la Universidad, tanto católicos como protestantes, que la cuestionan. Finalmente, Dios la estaba esperando en la lectura del Libro de la Vida de Santa Teresa de Jesús, que devoró en una noche hasta exclamar: "¡Aquí está la Verdad!"

La respuesta a la Verdad descubierta fue bautizarse, obedecer las indicaciones y la misión que el Obispo le confió (la formación del laicado católico, conferencias y clases) y, cuando la dejaron, en 1934, la entrega radical en el Carmelo descalzo.

Esta bendita mujer mártir ofrece un corpus doctrinal muy amplio. Fue una mujer entregada a la filosofía en la fenomenología y trabajó también a Santo Tomás. Sus obras filosóficas son una aportación, sobre todo, su tesis doctoral. También sus escritos más propiamente teológicos, como La ciencia de la cruz; sus conferencias sobre pedagogía, liturgia, papel de la mujer, etc.; sus pláticas a la comunidad por mandato de la priora... 

Brilla esta mujer de altura intelectual, de silencio carmelitano, de amor a Cristo. Brilla, y mucho para la Iglesia.

P.D. En la etiqueta del blog "Edith Stein", en la columna derecha, se pueden encontrar todos los artículos de este blog sobre ella, especialmente su escrito "Educar eucarísticamente" que fuimos leyendo poco a poco. Conocer a los santos es conocer qué nos dicen en sus escritos.

6 comentarios:

  1. Ricardo Moreno Gómez10 agosto, 2010 18:56

    Reverendo Padre Javier,
    es la primera vez que me animo a dejar un comentario en tu blog, al que intento consultar conforme que llego a diario al Despacho. Actualmente en España no nos encontramos ante una persecución como la de la SGM, pero creo que estamos en los albores de algo "grande" contra nuestra Fe. Ilústranos y ponnos ejemplos concretos del ataque, para que sepamos distinguir claramente al enemigo.
    Te mando un fuerte abrazo.
    Ricardo Moreno

    ResponderEliminar
  2. Ricardo: ¡bienvenido!

    Los ataques en el mundo occidental son más sutiles, de guante blanco.

    1) La difusión de la idea de que si Dios existe, poco tiene que ver con la vida real, por tanto, se construye un mundo sin Dios.

    2) Ataque es la secularización: relegar la experiencia religiosa al ámbito privado del sentimiento.

    3) Acaparar la intelectualidad, el pensamiento y la ciencia y dejando lo católico para lo irracional y sentimental. Lo peor es que los católicos lo asumen: ¿dónde están los intelectuales, profesores, catedráticos, pensadores, juristas... abiertamente católicos que puedan responder intelectualmente a los retos? El mismo nivel formativo en el pueblo cristiano es casi nulo: o no se les da o si se les da no halla respuesta. ¡Con tal que haya procesiones y fiestas y se pueda bautizar a mi niño...!

    4) Ataque es olvidar el papel subsidiario del Estado y asumir las funciones educativas y morales, tales como impartir doctrina moral obligatoria en Educación para la Ciudadanía. Y muchos religiosos y muchos padres, callados, acobardados. Se crea una generación con una moral del Estado, o sea, del Gobierno de turno.

    5) Ataque es la creación que va ya por varias generaciones, de hombres y mujeres absolutamente manipulables, sin criterios, ni pensamiento, ni nivel de discernimiento. La crisis educativa es evidente como lo es la crisis de autoridad. Es un ataque porque la Iglesia, movida por la fe, educa y enriquece el pensamiento. No en vano Colegios y Universidades nacen en la Edad Media por impulso de la Iglesia.

    6) Y añade un largo etcétera...

    ResponderEliminar
  3. Ricardo Moreno Gómez11 agosto, 2010 10:25

    Como no podia ser de otra manera, has sido claro y contundente. Imprimo tu contestación, y reflexionaré detenidamente sobre ello. Llevas toda la razón en que están evacuando a Dios del día a día, y que los católicos lo vemos como lo más normal del mundo (las "pelis" del futuro carecen de "Dios").

    ResponderEliminar
  4. Podríamos seguir con los ataques, Ricardo. Aunque no sea una respuesta sistemática y ordenada.

    1) Es ataque el hecho de convertir la fe en cultura. Es verdad que la fe engendra cultura, arte y belleza, pero no es cierto que la fe sea cultura, una tradición cultural. Se apoyan turísticamente las fiestas cristianas como expresiones culturales pero vaciadas de contenido. Son "Fiestas de primavera" apoyadas por el Ayuntamiento de turno, pero no se ven como expresiones religiosas, sino cultura típica del lugar.

    2) Es ataque el concepto "tolerancia" que incluye que todas las religiones son iguales, y valen lo mismo, porque ni existe Dios ni existe la Verdad, sino que las religiones son una respuesta que el hombre se fabrica. Es el relativismo más el sincretismo.

    3) Es ataque la deconstrucción de la familia y del matrimonio en su verdad, por una asociación libre basada exclusivamente en la atracción, la sexualidad desbordada y la afectividad. Sin familia sólida, difícilmente hay transmisión de nada, sino sujetos frágiles psicológicamente y por tanto, sin personalidad espiritual.

    4) Es ataque el genocidio silencioso del aborto, entendido como "progreso" social y "derecho de la mujer". Se fabrica artificialmente una sociedad capaz de suicidarse (con el aborto y la eutanasia).

    5) Es ataque el silencio al que se somete a los católicos (políticos, jueces, docentes, catedráticos...) si se salen de lo "políticamente correcto", del concepto tolerancia que marca el relativismo hoy.

    Por ahora hay bastante; si se me ocurren más, los colgaré en el comentario.

    Saludos, Ricardo.

    ResponderEliminar
  5. Ricardo Moreno Gómez12 agosto, 2010 10:54

    Gracias Javier, una vez más, pues me haces reflexionar. Sobre todo con estas 5 "cositas" nuevas, que vemos a diario, pero no había caído en que eso son ataques...

    ResponderEliminar
  6. Ricardo:

    Con los ataques podríamos seguir. Es cuestión de pensar y ver la realidad socio-cultural en la que estamos inmersos como católicos.

    Pero... a esos ataques hay que responder. Y, a mi entender, lo primero y fundamental es generar católicos con una profunda identidad católica y luego mucha formación y mucha oración. Mientras esto no se dé, los ataques vendrán y nosotros estaremos jugando a las casitas, tocando el violín, felices en nuestra ignorancia........

    ResponderEliminar