Éste es un blog que pretende ser formación y catequesis de adultos, mistagogia de la liturgia, pensamiento teológico, vida espiritual y aliento para la santidad. Y lo pretende con fidelidad a la Iglesia, al sentir eclesial y a la Tradición. ¡Sé bienvenido!
miércoles, 4 de agosto de 2010
La forma de pedir a Dios
La oración requiere una buena dosis de abandono en la Providencia, también en nuestra oración de petición y en la intercesión que hagamos.
Pedimos, y en lugar de concretar la petición, le indicamos al Señor que pedimos lo mejor, aquello que Él conoce pero que nosotros puede que nos vislumbremos y nos equivoquemos al pedir.
“Yo por mi parte al Señor le digo, que como no entiendo sus planes..., que haga lo que quiera y le ofrezco mis oraciones y mis súplicas, pero para que Él ponga, que sabe más que yo..., el motivo, y así no pido lo que no conviene.
En cambio a la Virgen María, sencillamente le digo lo que pasa..., pero es para que no se le olvide. Cristo dijo: “Pedid y recibiréis”...
Yo pido mucho, pero para no pedir lo que no conviene, le pido a Dios lo que Él quisiera que le pidiéramos...” (Santo Hermano Rafael, OC, n. 829).
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