viernes, 13 de agosto de 2010

La fe (textos isidorianos)

1. No podemos alcanzar la verdadera felicidad sino mediante la fe; mas es feliz el que con rectitud de fe lleva una vida santa y que con vida santa conserva la rectitud de fe.

2. Cuando creemos en Dios, con razón le invocamos con solicitud; por ello, entonces le tributamos perfecta alabanza cuando lo invocamos con fe.


3. No sólo hay que dar crédito a lo que percibimos por los sentidos corporales, sino más todavía a lo que conocemos por la inteligencia, es decir, a Dios. Sin la fe nadie puede agradar a Dios (cf. Hb 11,6): “Todo lo que no viene de la fe es pecado” (Rom 14,23).


4. La fe de ningún modo se impone por la fuerza, sino que se justifica con la razón y los ejemplos. Mas en aquellos a quienes se exige con violencia no puede perseverar. Sirva de ejemplo, como alguien dice, un árbol tierno, cuya copa, si uno la doblega con violencia, luego, cuando la suelta, al punto vuelve a la posición en que se encontraba.


5. Como el hombre, por estar dotado de libre albedrío, voluntariamente se aparta de Dios, así, al creer, por propio impulso del alma, se vuelve de nuevo a Dios, para que reconozcamos la libertad de albedrío en la propia voluntad, y el favor de la gracia por haber aceptado la verdad de la fe.


6. Dios contempla la fe en el corazón, donde no pueden presentar excusas los hombres que de palabra fingen profesar la verdad, pero en su corazón persisten la impiedad del error.


7. Como de nada aprovecha la fe que se mantiene de palabra, pero no se cree de corazón, así de nada ha de aprovechar la fe que se mantiene en el corazón, si no se pregona con palabras. En efecto, a causa de esta fe recrimina a algunos el profeta cuando dice: “Ha perecido la fidelidad, ha desaparecido de su boca” (Jer 7,28). Pues la fe que se cree con el corazón, se proclama con la confesión de la boca para la salud (cf. Rom 10,10).


San Isidoro, Sentencias, II, c. 2, 1-7

3 comentarios:

  1. Para un buen examen de conciencia.
    Gracias, Pater.

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  2. Sí.

    En este caso sirve tanto para examen de conciencia como también para iluminar la inteligencia (¡¡que cada vez lo veo más urgente!!) y forjar a la persona.

    Pax.

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  3. Ricardo Moreno Gómez13 agosto, 2010 17:52

    Ninguna de los "pildorazos" tiene desperdicio. Son, a mi modo de ver, demoledores, pero también, llenos de ESPERANZA. Me quedo con la número 1.

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