domingo, 12 de junio de 2011

¡¡Pentecostés!!

Santo Espíritu, desciende.
Santo Espíritu, ven a nosotros.
Santo Espíritu, impulsa a la Iglesia.

¡Oh Tú, Espíritu Santo!, ¿quién eres?

"El es el Santo y el santificador por excelencia; 
es el Paráclito, nuestro patrono y consolador; 
es el Vivificador; es el Liberador; 
es el Amor; 
es el Espíritu de Dios, el Espíritu de Cristo, la gracia increada que habita en nosotros como manantial de la gracia creada y de la virtus de los sacramentos; 
es el Espíritu de la verdad, y la unidad, es decir, el principio de la comunión y, por lo mismo, el fermento del ecumenismo, es el gozo de la posesión de Dios; 
es el dispensador de los siete dones y de los carismas, es el fecundador del apostolado, el sostén de los mártires, el inspirador interior de los maestros exteriores; 
es la voz primera del magisterio y la autoridad superior de la jerarquía; 
y es, finalmente, la fuente de nuestra espiritualidad: fons vivus, ignis, caritas et spiritalis unctio" (Pablo VI, Audiencia general, 26-mayo-1971).

¿Qué ocurre hoy?

¿Cuál es el misterio que acontece?

Cantaremos en el prefacio:

Pues para llevar a plenitud el misterio pascual,

enviaste hoy el Espíritu Santo

sobre los que habías adoptado como hijos

por su participación en Cristo.

Aquel mismo Espíritu

que, desde el comienzo,

fue el alma de la Iglesia naciente;

el Espíritu que infundió el conocimiento de Dios

a todos los pueblos;

el Espíritu que congregó en la confesión de la misma fe

a los que el pecado había dividido

en diversidad de lenguas.

Hoy, a los cincuenta días de la santa Pascua del Señor, el Misterio pascual es llevado a plenitud, porque el Señor Jesús, desde el Padre, envía su Espíritu Santo que diviniza, santifica, resucita. Se fue para poder enviar otro Paráclito, otro Defensor, otro Consolador, que nos recordará las palabras de Jesús, las pasará por el corazón y la inteligencia, descubriéndonos sus tesoros y nos llevará a la plenitud de la verdad.

Hoy se derrama sobre aquellos que hemos sido regenerados por la gracia del Bautismo y de la Confirmación, participando del ser de Cristo. Sí, nos ha adoptado como hijos... ¡hijos adoptivos de Dios!, y agraciados con su Espíritu Santo.

Hoy el Espíritu se constituye como el alma de la Iglesia naciente, porque hoy nace la Iglesia para el mundo conteniendo al Espíritu como alma. Es el Espíritu el alma de la Iglesia dándole una vida superior, nueva, en sus ministerios y carismas, en sus organización y tareas: sin la falsa oposición de una Iglesia ministerial y una Iglesia carismática, o una Iglesia-institución y una Iglesia profética. El Espíritu da forma a la Iglesia y la dirige.

Hoy el Espíritu Santo se derrama para que todos conozcan a Dios y crean en Jesucristo su enviado, de manera que aquellos que buscan a Dios perciban que es Dios mismo quien sale a su encuentro para que le encuentre el que le busca.

Hoy el Espíritu Santo reconstruye la unidad que en Babel se perdió; y allí donde había dispersión, división, falta de entendimiento, hace surgir un nuevo pueblo que está unido, una nueva humanidad, con el entendimiento que permite la caridad sobrenatural. Y este pueblo se llama "Iglesia".

Con razón exultamos y cantamos en esta santa Pascua de Pentecostés, con razón sentimos renacer la Iglesia en nuestras almas por la acción del Espíritu.

Sí, un nuevo Pentecostés. Eso suplicábamos en la oración colecta:

Dios todopoderoso y eterno, 
que has querido que celebráramos el misterio pascual durante cincuenta días, 
renueva entre nosotros el prodigio de Pentecostés, 
para que los pueblos divididos por el odio y el pecado 
se congreguen por medio de tu Espíritu 
y, reunidos, confiesen tu nombre en la diversidad de sus lenguas. 
Por nuestro Señor Jesucristo.

«La Iglesia tiene necesidad de su perenne Pentecostés. Necesita fuego en el corazón, palabras en los labios, profecía en la mirada. La Iglesia necesita ser templo del Espíritu Santo, necesita una pureza total, vida interior. La Iglesia tiene necesidad de volver a sentir subir desde lo profundo de su intimidad personal, como si fuera un llanto, una poesía, una oración, un himno, la voz orante del Espíritu Santo, que nos sustituye y ora en nosotros y por nosotros (...). La Iglesia necesita recuperar la sed, el gusto, la certeza de su verdad, y escuchar con silencio inviolable y dócil disponibilidad la voz, el coloquio elocuente en la absorción contemplativa del Espíritu, el cual nos enseña “toda verdad”» (Pablo VI, Discurso noviembre de 1972).
 Veni Sancte Spiritus!!

Supliquémoslo con este canto de Taizé:




¡¡aleluya, aleluya, aleluya!!

12 comentarios:

  1. ¡¡¡Feliz día de Pentecotés a todos!!!

    ResponderEliminar
  2. Aleluya, prestémonos a ser camino y conducto para que el Espíritu de Dios se manifieste. Quizás la palabra más importante del día sea el don dela unidad. Continuamos en oración, que Dios les bendiga :)

    ResponderEliminar
  3. Dejo dos enlaces muy interesantes para seguir conociendo al Espíritu Santo, una web dedicada exclusivamente a El y un libro del P. Cantalamessa que comenta precisamente el Veni Creator:

    http://www.elgrandesconocido.es/
    http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=10404


    La oración final de Laudes de hoy dice:

    "...no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles, aquellas mismas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo..."
    ¡Que así sea para todos nosotros!

    ResponderEliminar
  4. D. Javier,

    en un momento de soledad he estado mucho tiempo postrado en oración, como usted aconseja. ¡Qué forma más maravillosa de orar! Como en cruz clavado, pero tendido al suelo de nuestra nada, frente a nuestro Amado Señor Jesús, que es nuestro Todo y más.

    He pedido al Señor y a su Inmaculada Madre por usted, para que su cruz sea fecunda en frutos de Espíritu, y por su padecer sobrenatural sea un sacerdote cada vez más santo.

    Fíjese cuánto le ama Nuestro Señor que quiere hacerle padecer por Él. Rezo mucho para que el Espíritu le inunde de gracias sacerdotales. De ese abrazo que usted le da a su propia cruz todos nosotros recibimos gracias, por la Comunión de los Santos.

    Rezo y me mortifico en cuerpo y voluntad también por todos vosotros, hermanos de este cenáculo, para que el Espíritu de Nuestro Señor nos consagre en la verdad del Espíritu de forma que estemos perfectamente alegres, aun padeciendo cada día;

    perfectamente serenos, aunque en medio de las tempestades de este mundo;

    perfectamente humildes, aun insertos en esta ciudad de soberbia y vanidad que es el mundo.

    Que la fuerza del Espíritu no modele a imagen de Jesús, el Hombre celestial (1 Cor 15, 47).

    Un abrazo a todos y feliz Pentecostés

    Laus Deo Virginique Matri

    ResponderEliminar
  5. Muy unidos para recibir, A Este Esposo del Alma.
    Que El nos inunde, con su fuego, con sus dones.
    ¡Feliz Pentecostés!
    ¡Muchas gracias!
    Dios le bendiga.

    ResponderEliminar
  6. Desde leugo, y sobre todo, ¡¡FELIZ PENTECOSTÉS A TODOS!!

    ¡Qué pena que se acaba la Pascua! ¡Pero qué regalo más hermoso es el Espíritu para la Iglesia! Como Miserere, recalco la necesidad de orar por la unidad interna de nuestra Iglesia, de nuestras parroquias.

    aprendiz:

    Gracias por los enlaces. Ya buscaré tiempo para leerlos tranquilamente. Pero más que "aprendiz" se está Vd. convirtiendo en "experto". ¡Qué bien!

    Alonso Gracián:

    Le agradezco mucho sus palabras. El pudor ante Internet me impide explicarle más. Gracias.

    Y Marian:

    Sólo una pregunta, ¿se encuentra a gusto aquí? ¿Está cómoda en esta comunidad católica?

    ¡Ah!, la curiosidad me muerde. No nos ha dicho a qué Instituto secular pertenece.

    ResponderEliminar
  7. ¡Feliz Pentecostés!
    Unidos en la oración.
    :O)

    ResponderEliminar
  8. Estos cantos de Taizé me hacen mucho bien. Probaré también la oración postrada.
    Yo hubiese llegado muy mal preparada a esta fiesta, si no me hubiese pasado por aquí. Gracias.
    ¡Feliz Pentecostés!.
    Paloma.

    ResponderEliminar
  9. Gracias don Javier por querer subirme de categoría (:-) pero siento decirle que soy totalmente un aprendiz que sólo Lo conoce de oídas. Sólo me gusta compartir las cosas buenas que he ido encontrando.

    Pero tengo el convencimiento de que si hay algo que pueda despertar en nuestra sociedad y en los no creyentes la curiosidad, el interés, el deseo, la búsqueda y el entusiasmo es dándoles a conocer el Espíritu Santo.
    Hoy día es difícil atraer a la gente con el discurso negativo de no hacer esto, ni lo otro, ni lo de más allá. Y eso es lo único que llegan a captar muchos, es con lo único que se quedan.

    Sin embargo el Espíritu Santo es y nos trae todo lo positivo de Dios, es su gran regalo para nosotros, es el tesoro escondido y la perla preciosa, es el Reino dentro de nosotros, es su perdón y misericordia, su amor y su paz, es la Gracia y la alegría que hacen posibles las bienaventuranzas, es la Vida Eterna ya aquí... ¡Cuánto lo necesito!

    ResponderEliminar
  10. Mañana retomamos el tiempo ordinario.

    No he mirado las catequesis que tenemos por delante, si están programadas para cada día o no. Si no están, que nadie se extrañe. Seguiremos por aquí...

    ResponderEliminar
  11. Buenos días. ¡Ayer fue un día precioso!. Un fuerte abrazo a todos.

    ResponderEliminar