Cuando se atraviesan momentos de desolación en la vida espiritual, tiempos de aridez, de sequedad, que son normales en la vida interior, etapas por las que hay que pasar para que busquemos sólo a Dios y no los gustos o consuelos de Dios, suelo aconsejar que durante un tiempo se cante o se rece muy suavemente el Veni Creator.
Postrados en el suelo o de rodillas, invocar al Espíritu Santo que, como Fuego, avive las pocas brasas que quedan en el alma. Es el Espíritu el que puede orar en nosotros e invocar a Dios como "Abba, Padre". Es el Espíritu el que puede arrancar nuestra alma de situaciones de oscuridad, o de tibieza, o de frialdad.
¡Ven, Espíritu Santo!
Descubrí la fuerza tremenda que podría tener el himno Veni Creator en la vida espiritual, rezado así, pausada, suavemente, al leer a santa Teresa.
Ella, durante veinte años en el monasterio de la Encarnación de Ávila, se había acomodado en exceso a su vida religiosa, sin vivir con el corazón libre sino más preocupado de afectos, amistades y consuelos que del Esposo Jesucristo. Ella veía que ya no iba bien. Necesitaba cambiar. Necesitaba una conversión.
Así, en ese proceso, se encuentra un buen confesor que le aconseja cantar el Veni Creator:
Hemos de recurrir confiadamente al Espíritu Santo, invocarle, rogarle, llorar su asistencia y su luz.
"Este Padre me comenzó a poner en más perfección. Decíamerezase el himno de Veni, Creator, porque me diese luz de cuál era
que para del todo contentar a Dios no había de dejar nada por
hacer; también con harta maña y blandura, porque no estaba aún
mi alma nada fuerte, sino muy tierna, en especial en dejar algunas
amistades que tenía. Aunque no ofendía a Dios con ellas, era
mucha afición, y parecíame a mí era ingratitud dejarlas, y así le
decía que, pues no ofendía a Dios, que por qué había de ser
desagradecida. El me dijo que lo encomendase a Dios unos días y
lo mejor. Habiendo estado un día mucho en oración y suplicando al
Señor me ayudase a contentarle en todo, comencé el himno, y
estándole diciendo, vínome un arrebatamiento tan súbito que casi
me sacó de mí, cosa que yo no pude dudar, porque fue muyconocido. Fue la primera vez que el Señor me hizo esta merced de
arrobamientos. Entendí estas palabras: Ya no quiero que tengas
conversación con hombres, sino con ángeles. A mí me hizo mucho
espanto, porque el movimiento del ánima fue grande, y muy en el
espíritu se me dijeron estas palabras, y así me hizo temor, aunque
por otra parte gran consuelo, que en quitándoseme el temor que -a
mi parecer- causó la novedad, me quedó" (V 24,5).
Confiadamente postrarnos en el suelo y rezar el Veni Creator suavemente; o, sino, de rodillas ante el Señor.
Recordemos la letra del Veni Creator:
Veni, Creator Spiritus,mentes tuorum visita.Imple superna gratiaquae tu creasti pectora.
Qui diceris Paraclitus,Altissimi donum Dei,fons vivus, ignis, caritas,et spiritalis unctio.
Tu septiformis munere,digitus paternae dexterae,tu rite promissum Patris,sermone ditans guttura.
Accende lumen sensibus,infunde amorem cordibus,infirma nostri corporis,virtute firmans perpeti.
Hostem repellas longius,pacemque dones protinus,ductore sic te praevio,vitemus omne noxium.
Per te sciamus da Patrem,noscamus atque Filium,teque utriusque Spiritumcredamus omni tempore.
Su traducción:
Ven Espíritu creador;visita las almas de tus fieles.Llena de la divina gracia los corazonesque Tú mismo has creado.
Tú eres nuestro consuelo,don de Dios altísimo,fuente viva, fuego, caridady espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;Tú el dedo de la mano de Dios,Tú el prometido del Padre,pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos,infunde tu amor en nuestros corazonesy con tu perpetuo auxilio,fortalece nuestra frágil carne.
Aleja de nosotros al enemigo,danos pronto tu paz,siendo Tú mismo nuestro guíaevitaremos todo lo que es nocivo.
Por Ti conozcamos al Padrey también al Hijo y que en Ti,que eres el Espíritu de ambos,creamos en todo tiempo.
Es una plegaria que deberíamos memorizar, máxime en estos días de preparación a Pentecostés.
Oremos juntos, unos por otros, insistentemente; hagamos de este blog un verdadero Cenáculo virtual, y en su centro, la Virgen María rezando con nosotros y por nosotros:
Haz que el Espíritu nos mantenga unidos a ti,
para que ni la aflicción, ni la persecución, ni los peligros nos aparten nunca de tu amor.
Oremos.
Que tu Espíritu, Señor, nos penetre con su fuerza,
para que nuestro pensar te sea grato
y nuestro obrar concuerde con tu voluntad.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Cantemos fervientes:
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Oremos juntos, unos por otros, insistentemente; hagamos de este blog un verdadero Cenáculo virtual, y en su centro, la Virgen María rezando con nosotros y por nosotros:
Haz que el Espíritu nos mantenga unidos a ti,
para que ni la aflicción, ni la persecución, ni los peligros nos aparten nunca de tu amor.
Oremos.
Que tu Espíritu, Señor, nos penetre con su fuerza,
para que nuestro pensar te sea grato
y nuestro obrar concuerde con tu voluntad.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Cantemos fervientes:
Don Javier, es una alegría escuchar (y haber podido rezar después) este precioso himno hoy.
ResponderEliminarAyer tuve mi "particular" Pentecostés, recibí el sacramento de la Confirmación. :)
Saludos desde Puente Genil.
Este himno es para mí un ejemplo de cómo la belleza nos atrae a Dios.
ResponderEliminarCreo que lo escuché por primera vez en mi infancia, como música de fondo de la película Diálogos de Carmelitas, mientras iban subiendo al patíbulo y me encantó esa melodía sin saber bien lo que era. Me enteré muchos años despues.
Me ha gustado muchísimo el texto de Sta Teresa que nos trae hoy don Javier. Me da la impresión que al rezar con este himno, ella tuvo lo que los carismáticos llaman una Efusión del Espíritu Santo.
Quiero recordar que el origen de la Renovación Carismática Católica tuvo lugar en un retiro juvenil cuyos organizadores se habían puesto de acuerdo para invocar al Espíritu Santo mediante la Secuencia de Pentecotés que se lee en la Misa de ese día.
Sigamos pidiéndole intensamente que nos visite a través y junto con María, madre de la Iglesia.
Felicito a Roberto.Rezaré por él y por todos cada día.
ResponderEliminarPrecioso el texto de Santa Teresa y el Veni Creator.
Gracias por la preciosa entrada.
Feliz día para todos.
Roberto:
ResponderEliminarFelicidades. Conserva la Gracia de la Uncion, acrecientala. Deja que su Uncion te instruya en todo.
Aprendiz:
El veni creator es hermosisimo en letra y musica: cuantas generaciones lo hemos entonado, rezado!! Cuantos nos hemos conmovido con el!!
Lo recuerdo aun con mas afecto porque fue el canto de entrada de mi primera Misa, votiva del Espiritu Santo, en la soledad de un monasterio de monjas, de mis monjas.
Sigamos orando.
¡Gracias Don Javier, que bien ha hecho a mi alma,
ResponderEliminarsu entrada,¡ Gracias por su compartir!
¡FELIZ PENTECOSTÉS!
Unidos en oración.
Dios le bendiga.
Mañana Pentecostés.
ResponderEliminarOremos por la Iglesia en todas sus dimensiones y personas que la componemos. Que el Espíritu de Dios nos ilumine y haga renacer la vida en todos nosotros. :)
Querido Don Javier,
ResponderEliminarrezar en postración es un consejo magnífico, como rezar el Venit Creator o el Veni Sancte Spiritus. Le haré caso y me postraré con toda mi alma.
El impulso de orar al Espíritu procede, ya, del mismo Espíritu,
que nos llama principalmente por la cruz de cada día, es decir por la Cruz de Cristo, y por ella nos da el querer ser santos.
Qué gracia del Señor poder sufrir por Él, padecer sobrenaturalmente hasta gastarnos en su Nombre. Pidamos al Señor padecer mucho por Él para que, por la cruz, el Espíritu nos transforme y santifique en bien de las almas,
completando lo que falta al Señor por sufrir en la cruz (Col 1, 24) que no es sino lo que debemos sufrir nosotros por Él y por la Iglesia.
El amor a la Cruz, es decir, el amor al Señor Crucificado, el amor y la obediencia al llevar la cruz cotidiana, el sentido de expiación, de reparación de las ofensas que recibe nuestro Santo Señor Jesús, y el espíritu de mortificación del hombre carnal, nos abren a la acción del Práclito.
También es muy importante amar mucho a María, y estar muy cerca de ella, siempre en sus brazos, porque su Esposo, el Espíritu, siempre está pendiente de ella y acude a donde está ella. Si vivimos en María, el Espíritu vendrá a nosotros.
Un abrazo muy fuerte.
Me ha gustado saber de esta herramienta ante la aridez del espíritu: Veni Sancte Spiritu. ¿Podría alguna vez que pueda, escribir más sobre los tiempos de aridez y recursos cómo este para sobrellevarlos?.
ResponderEliminarGracias por mostrarnos estos cantos. En la iglesia en dónde he ido unos días lo estaban poniendo y yo no lo reconocía, ahora sí.
¡Feliz Pentecostés!.
Paloma
Contesto por encima algunas cosas.
ResponderEliminarEste blog esta porque quiero ser sacerdote en todo y por todo, y creo que era y es una buena forma de formar, predicar, ensenar y acompanar. Vuestras palabras marcan el ritmo y me animan a seguir. No sabeis bien cuanto os lo agradezco!!!!
Alonso Gracian:
Corroboro sus palabras y deseos.
Aconsejo rezar asi por propia experiencia. Sin que parezca alardear de nada, os aseguro que a mi me hace mucho bien. Estos tres dias que he estado predicando el retiro, por la tarde ante el Santisimo expuesto, sin nadie en la iglesia (las monjas en la clausura) he rezado besando el suelo y luego postrado casi una hora en el suelo con el veni creator e implorando el Espiritu. Me sentia derribado y tirado, y es la mejor forma para estar con Cristo.