En el sacramento de la Penitencia hay una parte que corresponde a la libertad y responsabilidad del hombre, los llamados actos del penitente. Es la parte humana –ex opere operantis- para que el Sacramento dé todo el mayor fruto posible en cada persona y no dejemos que la gracia de Dios caiga en vano en nosotros, haciéndola estéril. Decía Juan Pablo II en Reconciliatio et Poenitentia que “algunas de estas realidades son actos del penitente, de diversa importancia, pero indispensable cada uno o para la validez e integridad del signo, o para que éste sea fructuoso” (31, III).
Cada vez que vamos a confesar tendría que poner todo de nuestra parte y disponernos al sacramento bien, con profundidad y en clima espiritual. La rutina lo mata todo, ¡cuánto más en este sacramento! Otras veces vamos a realizar la confesión porque toca (han pasado ya 15 días o un mes) y nos acercamos a la sede penitencial sin una preparación honda.
O bien, nos acercamos simplemente porque hemos visto al sacerdote en el confesionario y “aprovechamos” la ocasión sin una previa preparación.
O en el Sacramento, ante el sacerdote, nos acusamos de nuestros pecados con un tono que delata muy poco dolor y arrepentimiento, una enumeración fría como si no creyéramos que lo que confesamos fuera de verdad pecado.
O bien, nos acercamos simplemente porque hemos visto al sacerdote en el confesionario y “aprovechamos” la ocasión sin una previa preparación.
O en el Sacramento, ante el sacerdote, nos acusamos de nuestros pecados con un tono que delata muy poco dolor y arrepentimiento, una enumeración fría como si no creyéramos que lo que confesamos fuera de verdad pecado.
Al dedicar varios post estos días al Sacramento de la Penitencia repasemos sobre todo los actos del penitente. ¿Cuáles son? Los que define el Catecismo:
1. Examen de conciencia: es recordar todos los pecados cometidos desde la última confesión bien hecha.
2. Dolor de los pecados: es un sentimiento o pesar sobrenatural de haber ofendido a Dios.
3. Propósito de la enmienda es una firme resolución de no volver a pecar. (Tenemos verdadero propósito de la enmienda cuando estamos dispuestos a poner los medios necesarios para evitar el pecado y huir de las ocasiones de pecar).
4. Decir los pecados al confesor. Debemos confesar todos los pecados mortales, y conviene decir también los veniales.
- Los pecados se han de confesar con humildad y sencillez, manifestando los ciertos como ciertos, los dudosos como dudosos, y aquellas circunstancias que aumenten o disminuyan su gravedad.
- Hay que confesar el número exacto de pecados mortales cometidos, y si no se recuerda, el número aproximado.
- El que calla a sabiendas algún pecado mortal comete un grave sacrilegio, y no se le perdonan los pecados confesados.
5. Cumplir la penitencia: es rezar las oraciones y hacer las buenas obras que manda el confesor, para satisfacer por la pena temporal de los pecados, como remedio-medicina que pueda curar la tendencia del alma al pecado y reparar algún pecado concreto que haya afectado al prójimo.
Primer objetivo: vivir mejor los actos del penitente.
Segundo objetivo: fomentar nuestra confesión frecuente.
Y tercer objetivo: ayudar a que la celebración del sacramento de la Penitencia se prepare en clima de oración, más detenidamente, y el día en que vayamos a confesar sea día de reparación al Corazón de Jesús.
Quisiera hacerle una pregunta sobre algo que me preocupa, con referencia al Sacramento de la Penitencia ;¿Donde está el equilibrio en una confesion, para confesando todo lo que nos es necesario no caer en el
ResponderEliminarescrúpulo que tanto daño hace?
Yo personalmente no encuentro ese equilibrio .
Gracias y un abrazo
QUISIERA HACERLE UNA PREGUNTA ,QUE AUNQUE NO ES REFERENTE AL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA , ME GUSTARÍA QUE ME ACLARARA.
ResponderEliminar¿POR QUÉ SE NOMBRA A JESUS EN ALGUNA PARTE COMO "EL HIJO DEL HOMBRE"?
GRACIAS Y ENHORABUENA
Que difícil es hacer bien una confesión, y que trabajo me cuesta.
ResponderEliminarVoy a intentar poner en práctica las enseñanzas del blog de hoy, que considero interesantes, para cambiar esa actitud, algunas veces negativa ante este Sacramento tan importante.
Escrúpulo: Es una enfermedad espiritual, propia de una voluntad débil, de una psicología muy insegura.
ResponderEliminarLos escrúpulos generan una duda constante sobre si se ha pecado o no, si algo es pecado o no, si se ha consentido en una tentación o no... En confesión el orden es exponer lo seguro, aquello en que se ha caído. Con mucha paz -los escrúpulos quitan la paz- en segundo lugar, aquello que pudiera ser dudoso. Pero si se ve que empieza la angustia, entonces es escrúpulo.
El pecado personal ha de verse con claridad en el examen de conciencia, con dolor y paz, pero jamás con angustia y duda. Si aún así hay un impulso irrefrenable de confesarlo, se le dice al confesor indicándole que hay "escrúpulo". Él dará las indicaciones oportunas si es un sacerdote sensato.
Finalmente, como el escrúpulo es reiterativo y el alma sufre muchísimo, esta enfermedad se cura con absoluta obediencia al confesor, incluso si prohibe repetir algún pecado o angustia.
Si en el blog hay algún sacerdote, tal vez podría iluminarnos más en algún punto.
Espero que sirva la respuesta como orientación.
Segundo: el título de "Hijo del hombre".
ResponderEliminarProviene del profeta Daniel que anuncia cómo vio al "Hijo del hombre" venir sobre las nubes. Cristo se lo aplica a sí mismo en los evangelios sinópticos para resaltar que Él es el Mesías esperado y anunciado por las profecías, con un origen divino ("de las nubes del cielo").
Posee un segundo sentido: "Del hombre" señala la verdadera humanidad del Salvador. Es Dios y Hombre, porque ha nacido del seno virginal de santa María, recapitulando en él, resumiendo en él, a toda la humanidad.
Pedro:
ResponderEliminarEl sacramento de la confesión no es desagradable, ni el confesor puede hacerlo odioso con actitudes excesivamente escrutadoras, casi violando la conciencia. Es un sacramento tan de Misericordia que la conciencia personal ha de ser respetada y usar una gran delicadeza.
Si mucho nos gustaría recibir el abrazo de Dios, ¿a qué esperamos para recibirlo en el signo sacramental de la Penitencia? Si necesitamos restaurar el orden quebrado pidiendo perdón, ¿cómo retardar el Sacramento para pedir perdón al Señor? Máxime sabiendo que Cristo aquí es Juez y Abogado, Pastor y Médico, y que la sentencia está garantizada si hay arrepentimiento: absolución.
Por favor Ayúdenme c:
ResponderEliminar¿Por qué la penitencia es un sacramento pascual?
Por que se instituyo en tiempos de pascua
EliminarGF
ResponderEliminar11-la rutina ¿puede disminuir el fruto de la recepción de un sacramento?
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