sábado, 17 de marzo de 2012

La limosna del ayuno

El tiempo cuaresmal, para ser vivido santamente, fructuosamente, incluye el rigor del ayuno y de la abstinencia de carne. La ley eclesiástica determina que ayuno (una sola comida al día) es obligatorio el Miércoles de ceniza y el Viernes Santo, y que la abstinencia de carne se da, además de esos dos días de ayuno, todos los viernes cuaresmales sin posibilidad de conmutarlo por ningún ejercicio piadoso ni oración. Aquí, en Sentire cum Ecclesia, tenéis una buena presentación.





Pero una mirada atenta y amorosa verá que realmente es poco lo que nos prescribe, con carácter obligatorio, nuestra Madre Iglesia.


El tiempo cuaresmal es tiempo de voluntario -aquí es donde vamos a insistir- ayuno, de privaciones generosas, y por encima de todo, los viernes de Cuaresma, tan penitenciales. En esos días muy bien podríamos ayunar, es decir, hacer una sola comida al día; tampoco los viernes son días para ir de bares a tomar algo o convocar una comida de amigos. Además, toda la Cuaresma debería ir señalada con privaciones cotidianas de alimentos y bebidas que nos puedan gustar.

Estos días de privaciones, que realmente nos deberían costar, sirven para mucho:


Porque con nuestras privaciones voluntarias
nos enseñas a reconocer y agradecer tus dones,
a dominar nuestro afán de suficiencia
y a repartir nuestros bienes con los necesitados
imitando así tu generosidad (Pf III de Cuaresma).

En los días de ayuno, especialmente los viernes, cantaremos:

Porque con el ayuno corporal refrenas nuestras pasiones,
elevas nuestro espíritu,
nos das fuerza y recompensa (Pf IV de Cuaresma).

Por tanto, el primer punto hoy de la catequesis debe ser vivir el ayuno de manera amplia y penitencial, muy especialmente los viernes penitenciales.

Ahora bien, el ayuno va unido a la limosna, y la limosna misma es consecuencia de nuestro ayuno. ¿Por qué? ¿De qué forma?

Es evidente que si ayunamos, ahorramos dinero: nos ahorramos el dinero de la cerveza, de los postres, de un almuerzo o cena con amigos; nos ahorramos el dinero de muchas cenas porque sólo vamos a almorzar parcamente los días de ayuno y nos ahorramos el dinero de un desayuno.

El dinero que nos ahorramos no se puede quedar en nuestros bolsillos o en nuestras cajas de caudales: se pudre ese dinero, porque no es nuestro, es de los pobres y necesitados, es dinero para los demás. 

"Que sepamos, Señor, abstenernos hoy de los manjares del cuerpo, para ayudar con nuestra abstinencia a los hambrientos y necesitados" (Preces Laudes Viernes III). 

"Concédenos observar el ayuno que te agrada, compartiendo nuestro pan con los hambrientos" (Preces Laudes Miércoles II).

Predicaba san Pedro Crisólogo -lo leíamos el martes III en el Oficio de lecturas-:

"Quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca; que preste oídos a quien le suplica aquel que, al suplicar, desea que se le oiga, pues Dios presta oído a quien no cierra los suyos a quien le suplica.

Que el que ayuna entienda bien lo que es el ayuno; que preste atención al hambriento quien quiere que Dios preste atención a su hambre; que se compadezca quien espera misericordia; que tenga piedad quien la busca; que responda quien desea que Dios le responda a él. Es un indigno suplicante quien pide para sí lo que niega a otro...

Tú que ayunas, piensa que tu campo queda en ayunas si ayuna tu misericordia; lo que siembras en misericordia, eso mismo rebosará en tu granero. Para que no pierdas a fuerza de guardar, recoge a fuerza de repartir; al dar al pobre, te haces limosna a ti mismo: porque lo que dejes de dar a otro no lo tendrás tampoco para ti" (Serm. 43).

Claro que "limosna" no significa unas pocas monedas para cumplir, sino más bien "billetes" que nos duelen al desprendernos de ellos, un sacrificio espiritual de misericordia. ¿A dónde? ¿Al primero que nos encontremos? ¿Al pícaro que engaña y pide?

La limosna la podríamos encauzar así:

* La colecta del Jueves Santo normalmente es para Cáritas: ahí debería ofrecerse una grandísima parte de lo que hemos ahorrado en Cuaresma al dejar de comer y disfrutar, una colecta "a base de billetes".

* También, por ejemplo, en estos días, se hace la Campaña del Seminario con colecta incluida: bien podría ir otra parte de nuestros ahorros cuaresmales a nuestro Seminario diocesano.

* Ayer leí en Alfa y Omega cómo el monumento al Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles (Madrid, diócesis de Getafe) se ilumina por las noches, como un faro de luz en el centro geográfico de España, gracias a los donativos; 3 euros cuesta una hora de luz. Para todos nosotros, en un blog que quiere vivir según el Corazón de Jesús hecho Eucaristía, esa iniciativa nos debe ser muy querida y podríamos colaborar. A ese fin también podría ir nuestra limosna en la cuenta del Banco Popular 0075-0226-21-0600608520, de la diócesis de Getafe, con el concepto Iluminación Monumento).
 
 La "imaginación de la caridad" hará que nuestras privaciones voluntarias, nuestros ayunos y abstinencia de carne, tengan un fin santo, convirtiéndose en limosna lo mucho que podremos ahorrar en dinero si ayunamos en serio.

12 comentarios:

  1. Buenos días don Javier. Buena iniciativa bloguera la de la luz del monumento a jesucristo ¡centro de todo!. Voy a imprimir la entradita para que más de uno comprendamos mejor que privarse ahora está unido a compartir para siempre.Un abrazo.

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  2. Jesucristo, JESUCRISTO, me repatea no haberme fijado que no salió con mayúscula. Un abrazo.

    ¡Viva Jesús!

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  3. "Jesucristo, sólo Jesucristo": Ese es el lema del blog que, desde el principio, está al pie del Corazón de Cristo de El Cerro de los Ángeles (arriba a la derecha).

    Me encantaría que todos los miembros del blog que pudieran ofreciesen una parte del ayuno -del ahorro del ayuno- para tal fin.

    Un abrazo y sí, ¡viva Jesús!

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  4. "limosna" no significa unas pocas monedas para cumplir, sino más bien "billetes" que nos duelen... (:-)
    Esto está muy bueno, como dirían nuestros hermanos de Iberoamérica.
    Un saludo para ellos.

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  5. A propósito del Cerro de los Angeles, es una pena que no haya algún transporte público pues, llevo tiempo queriendo ir y no encuentro la manera.
    Si alguien la conoce, podría comunicarlo aquí.

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    1. Que yo sepa tampoco hay transporte público. Parece que lo más fácil es ir en metro de cercanías hasta la estación Getafe-centro y luego arruinarse yendo en un taxi.

      Sólo he subido cuando algún amigo me ha llevado en coche, para visitar El Cerro y para participar en las ordenaciones de diácono y de sacerdote.

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    2. Gracias don Javier. Me arruinaré si no queda más remedio (:-)

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  6. La Santa Iglesia, que se extiende por todo el mundo, tiene muchas necesidades. Una fundación de la Santa Sede, Ayuda a la Iglesia Necesitada, afronta cuestiones tan diversas como ayuda a la formación de seminaristas, vehículos para sacerdotes que tienen que recorrer miles de kilómetros, templos en estado ruinoso… todo ello en países con escasos recursos y en los cuales los católicos, que son los más pobres, nos dan ejemplos cotidianos de una exigente vivencia de la fe en situaciones vitales realmente complicadas. La evangelización necesita de nuestra corresponsabilidad económica porque “no sólo de pan vive el hombre…”

    Excelente la iluminación del Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de Los Ángeles. Allí nos llevaban mis padres caminando cuando éramos pequeños. Sólo recordar que Alfonso XIII consagró España al Sagrado Corazón: "Corazón de Jesús Sacramentado, Corazón del Dios Hombre, Redentor del Mundo, Rey de Reyes y Señor de los que dominan: España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante este trono de tus bondades que para Tí se alza en el centro de la península..."

    ¡Qué Dios les bendiga!

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    1. Tiene razón Julia María; os pongo el enlace para los donativos a Ayuda a la Iglesia necesitada:

      http://www.ain-es.org/colabora.aspx?sec=1

      Entiendo que son muchas las necesidades a las que acudir, pero también entiendo -y quiero hacer entender- que si ayunamos en serio durante la Cuaresma, el dinero "se multiplica" para ayudar a todo lo que podamos.

      A mí El Cerro me trae buenos recuerdos y una ordenación de diácono y luego de sacerdote que viví intensamente, casi como si fuera la mía.

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  7. Muy bonita la iniciativa de colaborar a la iluminación del monumento al Sagrado Corazón de Jesús . Me hace verdadera ilusión hacerlo y mas siendo miembro de " Corazón Eucarístico de Jesús "

    Un abrazo a todos

    María M.

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    1. ¿A qué es buena idea? Al leerla en Alfa y Omega se me ocurrió la posibilidad de darle publicidad; entre nosotros sería "casi" un deber moral.

      Saludos.!!!!

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  8. Como para mi es imposible hacer un donativo desde mi país, ya entregaremos nuestro ayuno a la Iglesia venezolana.

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