jueves, 2 de diciembre de 2010

Plan de oración para un sacerdote


“La experiencia confirma que cuando los sacerdotes, debido a sus múltiples deberes, dedican cada vez menos tiempo para estar con el Señor, a pesar de su actividad tal vez heroica, acaban por perder la fuerza interior que los sostiene. Su actividad se convierte en un activismo vacío.

¿Cómo se puede realizar el "estar con él? Lo primero y lo más importante para el sacerdote es la misa diaria, celebrada siempre con una profunda participación interior. Si la celebramos como verdaderos hombres de oración, si unimos nuestras palabras y nuestras acciones a la Palabra que nos precede y al rito de la celebración eucarística, si en la Comunión de verdad nos dejamos abrazar por él y lo acogemos, entonces estamos con él.

La liturgia de las Horas es otra manera fundamental de estar con él. En ella oramos como personas que necesitan hablar con Dios, pero implicando también a todos los demás que no tienen ni el tiempo ni la posibilidad de hacer esa oración. Para que nuestra celebración eucarística y la liturgia de las Horas estén llenas de significado, debemos dedicarnos siempre de nuevo a la lectura espiritual de la sagrada Escritura; no sólo descifrar y explicar palabras del pasado, sino también buscar la palabra de consuelo que el Señor me está diciendo a mí aquí y ahora. El Señor me interpela hoy por medio de esta palabra. Sólo de esta forma seremos capaces de llevar la Palabra sagrada a los hombres de nuestro tiempo como palabra de Dios actual y viva.

La adoración eucarística es un modo esencial de estar con el Señor...

En una de sus parábolas el Señor habla del tesoro escondido en el campo. Quien lo encuentra —nos dice— vende todo lo que tiene para poder comprar ese campo, porque el tesoro escondido es más valioso que cualquier otra cosa. El tesoro escondido, el bien superior a cualquier otro bien, es el reino de Dios, es Jesús mismo, el Reino en persona. En la sagrada Hostia está presente él, el verdadero tesoro, siempre accesible para nosotros. Sólo adorando su presencia aprendemos a recibirlo adecuadamente, aprendemos a comulgar, aprendemos desde dentro la celebración de la Eucaristía”.

(Benedicto XVI, Homilía en las Vísperas, Altötting, Alemania, 11-septiembre-2006).

10 comentarios:

  1. "si en la Comunión de verdad nos dejamos abrazar por él y lo acogemos, entonces estamos con él".
    "buscar la palabra de consuelo que el Señor me está diciendo a mí aquí y ahora"
    Sólo un alma enamorada puede apreciar los momentos de intimidad con el Señor, y desearlos vivamente. Gracias por hacer presente este Amor.

    En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada.
    A oscuras y segura, por la secreta escala disfrazada, ¡oh dichosa ventura!, a oscuras y encelada, estando ya mi casa sosegada.
    En la noche dichosa, en secreto que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía, sino la que en el corazón ardía.
    Aquesta me guiaba más cierto que la luz del mediodía, a donde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía.
    ¡Oh noche que guiaste! ¡oh noche amable más que la alborada!, ¡oh noche que juntaste, Amado con Amada, Amada en el Amado transformada!. San Juan de la Cruz.

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  2. Hola don Javier: La adoración eucarística realizada es el distintivo de los sacerdotes del Señor, no falla, en cuanto oigo de alguno y quiero saber si hay buen cimiento, siempre brilla la Adoración. Una tentación el activismo, especialmente el que trae flashes y propaganda. También debo apoyar incondicionalmente las iniciativas y no dejar solo al padre con cosas que le quitan tiempo para la oración y lo entretienen en exceso con el gasóleo de la calefacción.

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  3. Hoy jueves es el mejor día.

    "Sólo adorando su presencia aprendemos a recibirlo adecuadamente, aprendemos a comulgar, aprendemos desde dentro la celebración de la Eucaristía”.

    Mi Rosario está dirigido a un sacerdote específico todos los jueves, día de la institución de la Eucaristía.

    Precioso texto y preciosa intervención desde Sevilla con San Juan de la Cruz, uno de mis preferidos con el grupo de las Teresas carmelitas.

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  4. Capuchino de Silos:

    Pues junto a las Teresas (y con mucha predilección personal por la Santa abulense), yo sumaría de modo especialísimo a Edith Stein, Santa Teresa Benedicta de la Cruz. ¡Es maravillosa!

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  5. ¡Magnífico! Con su permiso, me aplico el cuento, aunque obviamente no sea sacerdote ministerial ni aspire a serlo. Con el sacerdocio común ya me sobra por todos los lados...
    Gracias.

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  6. Felicitas:

    Por supuesto que es extrapolable para todos, según la condición de cada cual.

    Los primeros jueves de este año he ido colgando diversos artículos y reflexiones sacerdotales para recordar-me y recordar-nos la grandeza, la vida, la santidad, el ministerio, la caridad, en el sacerdocio. Pensé que sería bueno.

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  7. NIP:

    disculpe la dureza de mis entendederas pero su última frase no logro interpretarla: "con cosas que le quitan tiempo para la oración y lo entretienen en exceso con el gasóleo de la calefacción": ¿a qué se refiere con el gasóleo? Ya le digo: hay días en que las neuronas las tengo muy debilitadas........

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  8. Estoy con usted, Santa Teresa Benedicta de la Cruz y la Santa de las demás santas, que desde pequeñita me la dieron a conocer en Las Teresianas, son para pedirle al Señor parecernos a ellas una mijita siquiera. Pero, vamos, con cualquiera de ellas me conformo porque no deje atrás a la patrona de las misiones con esa humildad tan especialísima. Es que son las tres para IMITARLAS cada minuto del día.

    ¿Sabe qué? Que mi primera exposición "formal" fue sobre "El cántico espiritual".
    Títulos como:
    "Escondido de todo entendimiento"
    "La presencia y la ausencia se alternan"
    etc.etc.
    Disfruté muchísimo pero sufrí...en muchos aspectos.¡Cuánta dificultad, Dios mío!.

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  9. Don Javier, me expreso de natural muy mal, me refiero a que muchas veces tenemos al sacerdote ocupado en cosas como el gasóleo de la calefacción de la parroquia, el tejado, etc, muy entretenidos en labores que cuatro fieles organizados pueden llevar y los demás si aflojamos raudos el bosillo, como si fuera nuestra propia casa la iglesia. Que a veces estáis, pobrecillos, muy atareados en cosas que restan tiempo para la oración, la catequesis, la administración de los sacramentos. Un campo importante para el laico economista, arquitecto, financiero, jubilado de la banca, resto, es también la logística del templo. Sin preocupaciones tan estériles creo que es posible que el sacerdote pueda tener tiempo para la lectura, la Adoración, las visitas, los sacramentos.

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  10. NIP:

    Por favor, Dios me libre, no he dicho que Vd. se exprese mal, sino que mis entendederas están hoy regular.

    Aclaradas sus palabras, no puedo más que darle la razón. Completamente.

    (P.D. Tampoco estaría mal que algunas personas respetasen si ven al sacerdote en un banco de la iglesia, tranquilito con su Señor, y no se le acerquen para "encargar una Misa" o preguntar cosas variopintas...).

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