1) fundamental, las lecturas bíblicas escogidas
2) el cuerpo de oraciones y prefacios.
En el tiempo de Adviento el leccionario es muy rico y variado, con una selección de lecturas que enriquece la comprensión del Misterio de Cristo y nos dispone a acoger al Señor. La voz de Dios sigue resonando en los profetas, y vemos cómo Dios cumple sus promesas realizándolas en Cristo, su Hijo, venido en la humildad y pobreza de nuestra carne.
¡Comienzan los tiempos nuevos, los tiempos mesiánicos!
La Ordenación del Leccionario de la Misa describe los criterios de selección de las lecturas:
a) Para los domingos:
b) Para las ferias (ferias son los días laborables):"Las lecturas del Evangelio tienen una característica propia: se refieren a la venida del Señor al final de los tiempos (I domingo), a Juan Bautista (segundo y tercer domingos), a los acontecimientos que prepararon de cerca el nacimiento del Señor (IV domingo).Las lecturas del Antiguo Testamento son profecías sobre el Mesías y el tiempo mesiánico, tomadas principalmente del libro de Isaías.
Las lecturas del Apóstol contienen exhortaciones y amonestaciones conformes a las diversas características de este tiempo" (OLM, 93).
"Hay dos series de lecturas, una desde el principio hasta el día 16 de diciembre, y la otra desde el día 17 al 24).
En la primera parte del Adviento, lee el libro de Isaías, siguiendo el mismo orden del libro, sin excluir aquellos fragmentos más importantes que se leen también en los domingos. Los Evangelios de estos días están relacionados con la primera lectura.
Desde el jueves de la segunda semana, comienzan las lecturas del Evangelio sobre Juan Bautista; la primera es o bien una continuación del libro de Isaías, o bien un texto relacionado con el Evangelio.
En la última semana antes de Navidad, se leen los acontecimientos que prepararon de inmediato el nacimiento del Señor, tomados del Evangelio de San Mateo (cap. 1) y de san Lucas (cap. 1). En la primera lectura se han seleccionado algunos textos de diversos libros del Antiguo Testamento, teniendo en cuenta el Evangelio del día, entre los que se encuentran algunos vaticinios mesiánicos de gran importancia" (Ordenación Leccionario Misa, 94).
Si conocemos los criterios de distribución e interpretación de las lecturas, el tesoro bíblico que se abre con mayor abundancia a los fieles será mejor aprovechado, tanto en su lectura litúrgica como también en la oración personal sobre las lecturas (¡cuántas veces al desconocer el porqué de una lectura no la entendemos, no la sabemos interpretar, no le sacamos el jugo y la luz que adquiere situada en un momento concreto y explicada con otros textos bíblicos!).
Si conocemos los criterios de distribución e interpretación de las lecturas, el tesoro bíblico que se abre con mayor abundancia a los fieles será mejor aprovechado, tanto en su lectura litúrgica como también en la oración personal sobre las lecturas.
ResponderEliminarSan Bernardo nos ayuda a guardar este tesoro de la Palabra:
Conserva tú también la palabra de Dios, porque son dichosos los que la conservan. Que ella entre hasta lo más íntimo de tu alma, que penetre tus afectos y hasta tus mismas costumbres. Come lo bueno, y tu alma se deleitará como si comiera un alimento sabroso. No te olvides de comer tu pan, no sea que se seque tu corazón; antes bien sacia tu alma con este manjar delicioso.
Escudriñad las Escrituras, ellas os hablarán de mí, dice el Señor. El entrar en contacto con ellas nos trae el consuelo:
El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país.
- Lo ha dicho el Señor – Is. 25, 8B.
D. Javier, estoy muy contenta y adquiriendo conocimientos gracias a usted. Si no le importa los voy a copiar, para estudiar un poquito.
ResponderEliminarLa lectura de hoy es toda ella maravillosa.
"...el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor.
"...alegrémonos y gocemos con la salvación que nos trae, porque la mano del Señor reposará en este monte".
Y las antífonas me quedo con todas ellas. ¡Son de una riqueza espiritual increíbles! ¡Qué belleza!
Muchas gracias. Que el Señor lo bendiga
Gracias D. Javier :)
ResponderEliminarQue Dios no permita que por nuestra causa vaya usted a pecar de vanidad , pero ( y ahora hablando en serio ) me uno al coro de catecúmenos que le dan las gracias por estas catequesis de Adviento.
ResponderEliminarRecuerdo las de Cuaresma y Semana Santa... ! Que bién nos vinieron ! , ibamos a los Oficios con la mente y el corazón puestos dónde tenían que estar .
Gracias y ! Feliz Adviento a todos !
María M.
A todos los que dicen gracias:
ResponderEliminar-De nada.
-Gracias a vosotros que venís, leéis, lo pensáis, lo reflexionáis, lo difundís. Gracias a vosotros porque comentáis y así el blog cumple la función de comunicar también entre nosotros.
María M.:
¡Me alegro de verla por aquí! ¡Cuánto tiempo sin escribir! Saludos.
¡Si usted viera, María M, que le he puesto barba y todo!. ¡Ay Dios mío!
ResponderEliminarSi vamos al cielo allí la conoceré.
"En de mientras" como dicen en mi tierra, disculpe.
Capuchino de Silos:
ResponderEliminarTranquilidad, las prisas son malas consejeras, y se confunde "María M." (a la que no conozco nada más que en el blog) con "Desde Sevilla" (amiga mía, a la que Vd. sí quiso afeitar, pensando que era otra persona).
No pasa nada: son equívocos simpáticos (je,je) en esta comunidad virtual.
Saludos.